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↳𝐤𝐢𝐬𝐬

Aquélla visita al centro comercial había sido maravillosa, sin duda alguna la habían pasado increíble.

Pero como todo, la hora de irse había llegado, incluso el cielo parecía dar indicios de que iba a llover toda la noche, y ninguno ahí tenía planeado empaparse. El mayor de los Kim se había ofrecido a llevar algunos cuantos en su auto (o más bién el auto de su madre), y Mark, también había sido muy amable en llevar a la otra mitad del grupo a sus respectivos hogares, lo que fué Keon Hee, Yuchan, Dowoon, y Yuta se fueron con el canadiense, ya que sus casas quedaban relativamente cerca, y así el recorrido no sería tan largo, además de que se había hecho bastante tarde para cuando abandonaron el lugar. Aunque todo el mundo coincidió en que ese viaje era potencialmente peligroso con ellos a bordo.

Por su lado, Wonpil llevaba ahora mismo en su vehículo a Geon Hak como copiloto, quien a su vez llevaba a un pequeño Jeongin durmiente en su regazo, y en los asientos de atrás, estaban Jae, Jisung, Lucas, y por supuesto, su pequeño hermanito Seungmin, que también había caído dormido tan pronto como entraron en el auto. Al mayor se le hizo un alivio que el chino fuese tan gentil de prestar su chaqueta a su hermanito, estaba haciendo bastante frío afuera, no quería que se resfriara ni nada parecido, era una suerte que sus amigos fuesen tan cuidadosos y atentos con su pequeño. La primera parada sería en la casa del menor de todos, la residencia Yang, pués su madre había llamado algo ansiosa al pelirrojo más grande para saber cuando traerían de vuelta a su hijo, en vista de las horas que eran, y como buen hermano mayor que comprendía el sentimiento de la señora Yang, se sintió en la responsabilidad de llevarlo de primero. Para su buena sorpresa, aquél trayecto había sucedido de forma bastante tranquila, suponía que igual algo tendría que ver el hecho de que fueran a bordo dos menores profundamente dormidos, y no se podían tomar la libertad de tener la radio muy fuerte, o ellos mismos hacer demasiado ruido, se sentirían muy culpables si llegaran a despertar a alguno de los dos pequeños a causa de su escándalo. Sus conversaciones eran escasas y en voz baja, aunque eso no impedía que el viaje fuese disfrutable, todos los mayores agradecieron internamente cuando dejaron al pelirrosa con sus padres. Uno menos, y quedaba Seungmin.

La siguiente parada fué en el hogar de Jisung, quien vivía en un edificio bastante alto y de varios pisos, junto a sus dos madres, por lo cual, no fué necesario acompañarlo sino hasta el portón de entrada, donde se despidió animadamente de sus amigos para luego entrar a su residencia y correr a contarle a sus madres de su asombrosa tarde, como usualmente siempre hacía. Los asientos traseros del auto de Wonpil ya se veían un poco más desocupados y cómodos, los dos mayores y el pelirrojo cabían perfectamente en el espacio disponible, pues antes estaban algo apretados con el otro menor allí sentado. Ahora seguía Jae, quien afortunadamente no vivía muy lejos, eso era bueno, Kim ya debía darse algo de prisa, pues estaba anocheciendo bastante rápido, pronto todo estaría demasiado oscuro como para poder conducir, y él detestaba tener que manejar en la oscuridad o a altas horas de la noche.

Mientras tanto, en el trayecto hacia la residencia Park, un pequeño pelirrojo yacía recostado en el hombro de Lucas, durmiendo pacíficamente, y muy bien envuelto en su chaqueta, el mayor lo tenía rodeado por sus hombros para evitar que pudiera caerse, además de así brindarle más calidez al bajito. De vez en cuando acariciaba con cuidado su brazo para mantenerlo en ese estado de relajación, o por si el pelirrojo se removía mucho entre sueños, lo apegaba otro poco a su anatomía, logrando tranquilizarlo durante todo el viaje; sinceramente, no podía negar que disfrutaba de tenerlo así, tan cálido cerca suyo, tan adorable, con esa apariencia frágil y delicadeza innata, Lucas se sentía con la mejor de las suertes. Tanto así que no procesó nada cuando Park ya se había bajado del auto y él ni cuenta se dió, incluso cuando estaba a su lado hace sólo momentos, su atención estaba siendo absorbida por Seungmin, cosa que no era ajena a él, pero nunca dejaba de sorprenderle lo fácil que era distraerse en el menor, con sus lindas facciones y gestos.