Indomable - Mirame

Capítulo 7

   Cierra la puerta tras él de una patada, me coloca sobre el mármol que hay entre las dos pilas del lavabo y se vuelve para cerrar el pestillo. Todavía tengo la camisa arremangada alrededor de la cintura y la cremallera baja

Observo aquel inmenso cuarto tan familiar y me detengo en la enorme bañera de mármol de color negro que domina el centro de la habitación. Sonrío al recordar el quebradero de cabeza que supuso organizar que una grúa la subiese hasta aquí a través de las ventanas del mueble. Es lujo en estado puro.

El ruido del pestillo al cerrarse interrumpe mi admiración hacia mi trabajo y atrae mi mirada hacia la puerta, donde Jason se ha quedado inmóvil, observándome. Mientras se acerca a mí, empieza a desabrocharse la camisa. Contemplo cómo se aproxima, con la boca relajada y los ojos entornados.

Cuando se desabrocha el último botón, se detiene ante mí con la camisa abierta. No puedo resistirme a recorrer con uno de mis dedos el centro de su torso duro y bronceado que me resulta ya tan familiar. Cuando me mira, las comisuras de sus labios esbozan una sonrisa y le brillan los ojos.

-Ya no puedes huir -bromea.

-No deseo hacerlo.

-Bien -contesta atrayendo mi mirada hacia sus hermosos labios.

Mi dedo asciende por su pecho y su garganta hasta descansar sobre su labio inferior. Él abre la boca y me lo muerde de manera juguetona. Sonrío y continúo subiéndolo hasta acariciarle el cabello.

-Me gusta este traje. -Recorre la parte delantera de mi cuerpo con la mirada.

-Gracias.

-Aunque es un poco restrictivo -dice mientras tira de un trozo de tela.

-Lo es -coincido.

-¿Te lo quitamos? -Arquea una ceja y sus labios empiezan a curvarse.

Sonrío.

-Si quieres.

-¿O te lo dejamos puesto? -Esboza una amplia sonrisa al tiempo que levanta las manos.

Desliza las manos por mi torso.

-Aunque, bien pensado, yo ya sé qué se esconde bajo este traje. -Levanta las manos, y empieza a desabrochar lentamente los botones, respiro con desesperada dificultad-. Creo que será mejor que nos deshagamos de él -concluye.

Me levanta del mueble, me deja en el suelo, me quita los pantalones lo deja caer. Me quito con un zapato el otro me termino de sacar los pantalones y los aparato a un lado con el pie sin quitarle los ojos de encima. Desliza las manos por mis hombros para quitarme la camisa y hacer una bola con ella y lanzarla al otro lado.

Frunzo el ceño.

-Me gusta ese traje.

En estos momentos podría importarme menos.

-Te comprare otro.

Se encoje de hombros y vuelve a subirme al lavabo. Y a colocarse entre mis piernas, presiona sus labios contra los míos y me agarra del trasero para atraerme más hacia él hasta que estamos bien pegados. Me encuentro a la orilla del lavabo con este hombre frente a mí.

Me inclino hacia atrás y me apoyo sobre las manos quedando aún más expuesto frente a él.

Levanta una mano y coloca la palma justo debajo de mi garganta.

-Siento tu corazón latir a gran velocidad Adams –afirma-. Te pongo muy nervioso.

No voy a negar esa afirmación, ya ni me molesto en tratar de resistirme.