Entro prácticamente arrastrándome por la puerta principal, Ed está en la cocina fumándose un cigarrillo en la ventana.
-Tienes que dejarlo –le digo
No fuma mucho, solo un par de vez en vez, pero es una puta mierda ese hábito.
Le da una última calada y lo tira por la ventana antes de bajarse de la encimera.
-Me ayuda a penar –se defiende.
Sí, siempre viene con el mismo cuento, debería preguntar en que está pensando. Pero ya se la respuesta a la pregunta.
-¿Y las cervezas?
Dejo caer bolso que llevo al hombro y me mira disgusto. He cometido un pecado mortal: se me ha olvidado las cervezas.
Tengo la cabeza en otra cosa.
-Lo siento.
-Voy a la tienda. Tu tranquilo. ¿Te apetece cenar pollo frito?
Coge su billetera de la mesa y mete los pies en las chanclas.
-Sí, lo necesito.
Camino el pasillo hasta mi habitación. No tengo ánimos de absolutamente nada.
Me siento en el sofá con Ed y solo picoteo las patatas fritas de mi plato. Le apetito ha desaparecido y apenas presto atención a la TV. Tengo la cabeza hecha una mierda.
-Venga, suéltalo –me exige Ed.
Vuelvo la cabeza hacia mi temperamental amigo con una patata frita a medio comer. Soy un imbécil por pensar que podía disfrutar en paz de mi deprimente estado de ánimo. No estoy de humor para hablar, sigo comiendo patata.
-Él te gusta.
¡Qué novedad! Me gusta.
-Solo me traerá problemas. Déjalo ya. –refunfuño.
-Lo has dejado plantado por tu ex novio –deja su plato en la mesita que está delante del sofá-. ¿Qué esperabas?
Lo miro con el ceño fruncido.
-Él no sabe por qué lo he dejado plantado. Solo que no aparecí y ya.
-Ya. Entonces no le gusta que le dejen plantado –ríe-. Por cierto, estoy muy cabreado contigo.
De repente se pone serio.
Está hablando acerca de Victoria.
-¿Preferías que no te dijera? –le pregunto.
-¡No me has avisado con bastante tiempo para que pueda irme de la ciudad! –gimotea.
¡Cuánto drama!
-Estas ahogándote en un pequeño vaso de agua. No tienes por qué verla.
-Desde luego que no.
-Perfecto entonces, ¿No?
Intento cambiar de tema.
-¿Qué tal Cliff? –pregunto fingiendo desinterés.
-Estupendo. Es un buen colega. Jason volvió al bar con cara de cabreado, así que lo deje allí. Hemos intercambiado teléfonos.
-Ya.
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Indomable - Mirame
ActionJason Miller un prestigioso empresario inglés acostumbrado a tener el control absoluto, consigue todo lo que quiere y a quien quiere con una sola mirada. Un hombre frío e impersonal. El mundo de Jason se desestabiliza cuando Adams Mason entra a su...