Indomable - Mirame

Capítulo 11

Me desperezo de la cama y observo el reloj despertador las cinco menos treinta, ¡madre mía! ¿Cuánto he dormido? Me dirijo a la ducha. Observo mi reflejo en el espejo. Mis ojos ya no se ven cansados y mi mirada se ve alegre. Lo que te cambia un par de polvos. Abro el grifo de la ducha y me meto en ella dejo que el agua caliente me relaje y me desperece. Se siente tan bien. Me quedo bajo el agua caliente un momento y medito todo lo que ha sucedido en las últimas horas. Debo llamar a mis padres. Explicarle de que va. No les hará nada de gracia. Como pude ser tan imbécil. Salgo de la ducha, tomo una toalla de la pila del lavabo y me enrosco una a la cintura.

Salgo del cuarto de baño, abro un cajón y tomo ropa interior unos pantalones de algodón y una camiseta ancha. Rebusco mi teléfono y veo que ha estado apagado todo el rato. Lo enciendo. Y espero un instante que lleguen las notificaciones.

Varios correo de trabajo, Paul, Olivia, Jason le respondo en un instante. Cuando decido buscar el número de mi madre suena el móvil observo la pantalla y leo el nombre de Jason escrito en ella. Decido contestar.

-Cielo –dice con tono exasperante. ¡Dios!

-Hola –digo dejándome caer de nuevo en la cama.

-¿Por qué no me has llamado? –inquiere.

¿Por qué no lo he llamado? Bueno porque antes de buscar su nombre en google pensaba que solo era un tío de negocios forrado en dinero. Pero ahora se, que es un magnate billonario del mundo de los negocios, del cual todas los medios de cotilleo van tras él, un adonis sexual completamente adictivo, un obseso del control vamos. Me decido por una explicación más rápida.

-Me he quedado dormido todo el día. –digo y no puedo evitar esbozar una sonrisa.

-Quiere decir eso que mi chico no ha comido nada –dice- Llevare la cena, ¿Esta Ed contigo? –pregunta ansioso.

¿Su chico? No hemos tenido esa conversación. No soy su chico, era solo sexo. Madre mía. Como lo hare entrar en razón. Tengo la cabeza echa un lio y necesito llamar a mi madre. Paso de Jason en estos momentos.

-Tengo planes con Ed, lo siento –miento.

-Ya. Bueno, llámame. Estaré esperando tu llamada. –me dice.

-Está bien. Adiós. –me despido y cuelgo.

Eso ha sido demasiado fácil. ¿Que estará tramando? No le doy vueltas al asunto. Decido salir al salón y destapar una botella de vino y esperar el programa de cotilleos.

Me dejo caer sobre el sofá con una botella de vino, Ed se une a mí, para ver que mierda dirán. Después de ver el programa y que me llamaran caza fortunas que podría ser su hijo y un sinfín de mierda me quedo echado en el sofá absorto en mis pensamientos poco más de media hora es increíble lo que puede hacer una fotografía, vaya mierda. Ed se queda a mi lado en silencio. Lo agradezco.

El sonido de mi móvil me obliga a levantarme del sofá y el corazón me da un pequeño brinco, podría ser Jason. Miro la pantalla y me lamentos. Es mama.

Decido contestar sino lo hago, la tendré aquí mañana por la mañana, tratare de mantener la calma.

-¿Si, mama?

-Adams, ¿Estas bien tesoro? –me dice con tono de preocupación.

-Sí, mama. –Miento, estoy hecho una mierda-. No te preocupes ¿vale?