Amar es un crimen y coquetear es un delito

297 48 17
                                    

No fui a despedir a papá al aeropuerto, mamá estaba furiosa, pero no dijo nada, la cena fue bastante silenciosa, no sabía como actuar ya que yo claramente gritaba felicidad por los poros, al contrario de ella, que se notaba demasiado lo disgustada que estaba, creo que podia entenderlo, la persona que ella ama se fue de viaje por casi un mes, supongo que es normal verla así, aunque antes no actuaba de esa forma.

-¿Porqué no fuiste al aeropuerto? -dijo cortando la carne.

-Tuve que adelantar algunos trabajos y estuve muy ocupado con el concejo estudiantil, tuvimos una reunión a último momento sobré el festival y posibles viajes en un futuro, sin hablar de la parte problemática.- contesté sin miedo.

-¿No podías llamar y decir que no irias?

-Lo siento, iba a hacerlo pero estaba tan ocupado que me olvidé, no volverá a suceder.

-Esta bien, come.

-Madre, sobré el castigó... ¿Puedes?

-No lo sé, si tu padre se enterará, ambos estaríamos en problemas.

-¿Podría ser solo por el sábado? -dije tragando saliva.

-Lo permitiré únicamente porqué recupéraste el promedio, pero vuelves antes de las 8.

Mi madre, era más fácil de abordar que mi padre, supongo que fue un milagro de los dioses que me haya permitido salir este sábado, quería salir con Yeonjun, iba a ser nuestra primera cita y eso me ponía los pelos de punta, porque nunca tuve una, y no tengo ni la menor idea de que se hace en una, en los dramas siempre caminan por lugares lindos, se dan la manó y otras cosas, era demasiado cursi para mi, pero no para yeonjun, el era una persona cursi de naturaleza,  lo llevaba en la sangre, a las pocas horas de confesarse, ya tenía un apodo tierno para mi, seguro lo pensó hace tiempo, si no muero de estrés, moriré por las cursilerias de Yeonjun, porque ya puedo imaginarmelo, y no puedo evitar que me encanten.

Choi Daniel (1)

Gyunnie, acabo de llegar a casa, y se que nos vimos hace unas horas, pero ya te extraño.
9:24 p. m.

Eres tan dramático,
¿estas libre el sábado?
9:25 p. m.

Para ti siempre estoy libre, de hecho, iba a preguntarte lo mismo, quería llevarte a ver el atardecer desdé un lugar sorpresa.
9:25 p. m.

Oh, me encantaría
es una idea hermosa.
9:26 p. m.

¿Podemos vernos a las 5:00 en la esquina del parqué?
9:27 p.m.

Si, te veré ahí,
ahora ve a cenar, te quiero.
9:30 p. m.

Esta bien, duerme bien y sueña conmigo, yo te quiero aun más.
9:31 p. m.

Yeonjun había dejado una nota en mi casillero, "veamonos después de clases en la biblioteca, quiero verte aunque sea por un rato", honestamente yo también quería verlo, no había podido por nuestras clases, y no podía esperar hasta mañana. Fui a la biblioteca viendo que nadie este cerca, porqué estos encuentros secretos podrían ser un peligro para mi existencia, al llegar entré y cerre la puerta rápido, el estaba ahí, esperandome de brazos cruzados con una sonrisa.

-¿No es emocionante vernos a escondidas como dos amantes que tienen un amor prohibido y es mal visto por la sociedad?- dijo acariciando mi cabello, el tenía esa manía, que tanto me gustaba.

-La adrenalina que corrió por mis venas mientras venía, no dice lo mismo, es emocionante porque es peligroso, y lo peor es que estamos conscientes de ello, estamos locos.

-Estamos locamente enamorados, que corremos riesgo solo por querer vernos unos minutos.

-Pero esos minutos valen cada segundó, mi día mejora solo con verte.

-¿Vas a hacerte responsable si mi corazón explota? Porque lo aceleras demasiado.

-¿Y tu? Haces que me vuelva un tómate con cada palabra que sale de tu boca, odio los tomates pero me conviertes en uno, eres injusto Choi Yeonjun.

-¿Sabés lo tierno que te ves diciendo eso? Abrázame anda.-dijo tomando de mis brazos para que me acercará a el y lo abrazara. Sus abrazos eran lo más reconfortante qué tenía, me sentía libre, y amado, Después de tan poco tiempo juntos nos despedimos, -Nos vemos mañana, ¿si?- dijo besando mi frente.

Yeonjun era extremadamente cariñoso, y empezaba a creer que esa era una de mis debilidades, amaba eso de el, cada caricia me volvía loco, hacía que quisiera más y más de el, eso me asustaba, demasiado, cada momento con el eran los más preciosos y mi corazón se llenaba de felicidad.
Estaba lleno de emoción, solo quería pasar tiempo con el, y eso era tan arriesgado.
Jamás pensé que amaría a alguien a punto de verme en escondidas con el, jamás me imaginé lo vivó que me haría sentir estar enamorado, era simplemente mágico, poder ser amado de tal forma, tanto, que parecía irreal, el amarnos mutuamente y querer darlo todo por el otro sin importar absolutamente nada.

En los años atras de la historia humana, los amantes que tenían tal amor prohibido, se veían a escondidas de todos, en secreto eran el complemento del otro, pero frente a los ojos de todos, eran buenos amigos, la gente en ese entonces se esforzaba por ocultar su amor, porqué amar no era algo que pudieran elegir, aun así, hay veces que no funcionaba, el que te descubran era terrible, si esos amantes eran del mismo generó, estaban perdidos, ser homosexual se consideraban de los peores males que podrían tener una persona, siempre mantuvieron con que era una enfermedad mental hasta hace unos años, si te condenaban, las leyes eran injustas y mas duras por amar a alguien de tu mismo generó, eran castigados con más dureza que los demás delincuentes.
Puede que el tema haya sido siempre tan delicado, y amar no sea algo tan rosa y romántico, también era peligroso y arriesgado, el amor era así, un balance entré ser feliz y tu única razón de vivir, cómo también el arma letal que rompe en pedasos tu corazón y deja una herida enorme a lo largo de tu vida, el amor era lo que te hacía respirar, y también era lo que te asfixiaba, podía darte oxígeno y poder quitártelo.

Llendo caminó a ver a Yeonjun, no podía dejar de pensar en todo lo que podía pasar, supongo que era inevitable al ser ansioso, pero verme a escondidas me hacía sentir como un criminal escondiendo su delito y escapando de la policía. Llegue antes asique le escribí para saber si estaba cerca, pero me quitaron el celular de las manos.- ¿Sigues teniéndome agendado solo como "Choi Daniel"? Gyunnie eres tan cruel, pensé que me tendrías con un nombré lindo.- exclamó decepcionado haciendo puchero. El estaba aquí, había llegado, y se veía tan reluciente como siempre, se veían tan malditamente bien, -¿No dices nada? ¿te deje sin aliento?- dijo acercando su rostro lo más que pudo al mío. El realmente amaba ponerme nervioso.

-Deberías venir con un cartel en tu frente que diga "Cuidado, viene Choi Yeonjun a coquetear" y talvez así reaccionaria antes.

-Sólo admite que te traigo loco.- dijo riéndose.

-Tienes razón, me vuelves loco, hiciste que rompiera todas las reglas que estaba acostumbrado a seguir hasta ahora, me volviste un criminal Choi Yeonjun.

-¡Tu también estás coqueteando conmigo!- exclamó tímido ante mi inesperado comentario.

Caminamos un poco, ya que aún faltaba tiempo para el atardecer, Yeonjun quiso ir por helado, el pidió su tan amado polémico chocolate con menta, mientras que yo pedi uno sabor vainilla, nuestros gustos en helado eran tan distintos como nosotros.

-Gyunnie, tienes helado fuera del labio.- dijo limpiándolo, mi corazón tenía miedo de salirse, Yeonjun tenía la habilidad natural de tomarme desprevenido y hacerme entrar en un shock constante.

⩨ Negando quién soy.    ❪ Yeongyu.. ❫ -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora