La elegancia de una falsa sonrisa llena de dolor

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Al día siguiente, la clase llegaba a su fin, pero solo pensé en quedarme a dormir en el salón durante la hora del almuerzo debido a que no había dormido bien por la noche. Esta mañana en el desayuno papa me dijo que programo una cena para conocer a la hija su amigo, el actuaba rápido para causarme mas presión.

—¿Estas despierto? Taehyun me dijo que te quedaste en el salón.— dijo Yeonjun sentándose en el pupitre de al lado.—¿No tienes hambre? Es hora del almuerzo.

—Deberías almorzar sin mi hoy, no estoy de ánimos lo siento.

—¿Es por lo de anoche? Podemos hablarlo si quieres.— dijo recostando su cabeza en aquella mesa al igual que yo.

—Yeonjun... ¿Me seguirías amando si me convierto en un monstruo?— pregunte observándolo.

—Sabes que si, es imposible para mi pensar negativamente de ti, estas en mi cabeza todo el tiempo, seria difícil no hacerlo.— respondió con una brillante sonrisa mientras jugaba con mi cabello, pero esas dulces palabras me apuñalaban mas fuertes que un cuchillo. Solo pude abrazarlo fuertemente sin parar de repetir "lo siento" mientras lloraba discretamente en su hombro.
—¿Porque te disculpas Gyunnie?— comento confundido.

—Lo entenderás pronto.

Al finalizar el horario escolar el chófer estaba ahí, esperando a que saliera. El día estaba húmedo, llovía de manera fina, con gotas livianas pero filosas capases de golpear tu piel y hacerte sentir dolor suficiente para decir que la odiabas, justo como pensaba hacer con Yeonjun, quien consideraba la lluvia lo mas hermoso de la naturaleza, tanto que lo hacia saltar de la felicidad en los charcos de agua fría formados por la misma.

—¡No puedo creerlo esta lloviendo!— exclamo emocionado.— ¿No es preciosa?— pregunto.

—La odio porque me recuerda al día en el que me confesaste tus sentimientos.— susurre.

—¿Vamos juntos?

—Vinieron a buscarme, vuelve a casa con cuidado.— dije yendo al auto, para subirme e irme.

Al llegue a casa entre, en la sala habían personas, un hombre que no vi antes y una chica elegante de cabello largo y negro, cachetes rosados, con una sonrisa forzada en su tierno rostro, quien supuse era de la  persona que hablaba mi padre, en ese momento entendí que no era el único, que deseaba no estar ahí.

—Hijo ven, el es mi amigo, el señor Yoo, y ella es su hija quien te mencione antes, Subiremos a mi oficina por un momento, espero puedan llevarse bien,.— dijo mi padre dejándonos solos.

—Hola, soy Choi Beomgyu, es un gusto conocerte.— me presente estrechando la mano.

—Yo soy Yoo Garin, pero no es un gusto para mi conocerte.— dijo negando su mano, vaya interesante inicio.

—Creí que al menos fingirías que si.

—¿De que sirve fingir en frente de quien ya lo sabe? Ninguno de los dos desea este encuentro pero aquí estamos.

—No eres muy diferente a mi ¿cierto?

—Los hijos prisioneros de sus padres existen, solo fingimos que no es así.— dijo separando los macarrones por colores.

—¿Puedo preguntar cuales son tus razones para que te trajeran aquí?— pregunte sentándome en el sofá.

—¿Si te dijera, tu me dirías las tuyas?— continuo comiendo uno de rosado.

—No lo se...

—Solo admite que no lo harías, es tan privado que no quieres hablar sobre ello, y lo entiendo, acabamos de conocernos, de todas formas tendremos tiempo suficiente para saber sobre el otro.

Y así fue como la conocí, a esa chica de mejillas rosadas, quien vivía y respiraba porque su padre se lo ordenaba. Los días pasaron, nosotros nos veíamos todos los días después de clase, bajo peticiones de nuestros padres claro, a veces nos la pasábamos hablando, yo hacia mi tarea diaria y ella se paseaba por mi cuarto observando todo curiosamente, no parecía una mala persona, cuando la miraba a los ojos solo podía ver a una niña inocente cuya alma era pura, una persona así no podría lastimar a nadie, incluso podría decir que su personalidad era bastante infantil, pero sabia ocultarlo, ella sabia como usar las palabras para lastimar a los demás, supongo que esa era su forma de protegerse del mundo.

—Oye Choi, ¿quien es el? —pregunto señalando la foto que estaba escondida detrás de muchos libros.

—Garin se supone que debo ayudarte con matemáticas pero solo husmeas entre mis cosas.— me queje caminando hacia el estante para ver a que se refería.

—Es que su sonrisa me llamo la atención, ¿es tu amigo? Se ven cercanos en la foto. — comento mostrándome la foto que sacamos en el viaje a japón con Yeonjun, la vez que fuimos a los cerezos. —¿Es en japón verdad?

—Si... Fue solo un viaje, anda vamos a terminar con la tarea o nos mataran.— insistí porque no quería hablar del tema, ver esa foto me recordó que hacia días no respondía sus mensajes, tampoco lo veía, pero aun así el me escribía para saber como estaba.

—¿Porque debo estudiar contra mi voluntad? ¿Matemáticas me salvara de mi padre? ¡Claro que no! Que ridículo.— dijo tumbándose en la cama mientras tapaba su rostro con la almohada para gritar.

—Estas loca, matemáticas no te salvara de tu padre, pero te ayudara a librarte de el en el futuro.— dije regresando a mi escritorio.

—No quiero pensar en futuro, solo quiero vivir el presente lo mejor que pueda.

—Garin... ¿Puedo preguntar que imagen tienes de mi?

—Eres diferente a como te imagine, la verdad pensé que serias egocéntrico, y para nada amigable, no lo se pero en mi cabeza eras de lo peor cuando me dijeron quien era tu padre, admito que te juzgue mal.

—Tu honestidad me sorprende demasiado, no pensé que conocería a otra persona así de directa en mi vida.— dije riendo.

—¿Quien fue la primera? ¿Tu primer amor?— dijo mientras se acercaba curiosa.

—¿Ya hay esa confianza entre nosotros?, haces demasiadas preguntas pero yo solo se lo básico de ti, no puedes hacer preguntas si tu no las respondes Yoo.— conteste burlón.

—¡Oh vamos! ¡Beomgyu es de mala educación no responder a las preguntas que te hagan los demás!— dijo lanzándome una almohada debido a su enojo.

—¡Soy mayor que tu!, es de mala educación golpearme con una almohada cuando apenas nos conocemos, ¡vaya que entras en confianza rápido! Dime como lo haces en serio tengo curiosidad.— respondí risueño.

—Esta bien tu lo pediste.— dijo lanzándome todas las almohadas que podía, realmente me sorprendía ver la fuerza de sus delicados brazos, y lo hiperactiva que ella era, todo el tiempo hacia preguntas, caminaba por toda la habitación sin sentido alguno, a veces bailaba y claramente le gustaba hablar, era una chica llena de energía, no tenia prejuicios y entraba en confianza bastante rápido, habría sido genial poder presentarla a Yeonjun, seguro se harían amigos al instante, pero debido a la situación quizás el la odie cuando se entere del papel que le asignaron en mi vida, aunque era obvio que ella solo me veía porque la obligaban, al igual que a mi, y se esforzaba por hacer que el ambiente entre nosotros sea agradable.

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Hola a todos, como están? perdón por la tardanza, cada vez que escribía el cap no me gustaba y lo volvía a escribir, estuve así toda la semana pasada, y hoy creo que al fin me agrada un poco mas lo que salio, espero que les guste, dejen en los comentarios que les pareció el nuevo personaje de Yoo Garin, los voy a leer encantada, que tengan una linda noche!!!

⩨ Negando quién soy.    ❪ Yeongyu.. ❫ -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora