Ahogado en mis mentiras

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Al estar días en el hospital para poder recuperarme, por fin me dieron de alta, sentir el aire libre era fenomenal,  solo quería comer una deliciosa comida hecha en casa y dormir en mi propia cama, nada se comparaba con eso, de solo pensar en toda la tarea atrasada me estresaba, aunque no debía hacerlo porque afectaba mi salud, pero era tan inevitable...

Al llegar a casa me duche con agua super caliente, —¿Le preparo algo de comer?— pregunto la señora Min.

—Si por favor.— respondí.

—Por ciento, su padre quiere verlo.— dijo sonriendo.

Que gracioso, estuve casi 5 días en un hospital y el no se apareció ni una sola vez, pero ahora quiere verme.
Baje a su oficina y solo entre pateando levemente la puerta.

—¿Que quieres?— hable.

—Bien hecho, felicidades por acabar con el muchacho, pensé que no serias capaz de hacerlo porque eres bastante débil cuando se trata de los demás, te subestime.— dijo sonando orgulloso.

—Pense que yo era patético, pero tu necesitas ayuda.— conteste.

—No arruines el ambiente, todavía no acabe, te hice un regalo para que comiences a capacitarte en la compañía.— dijo señalando afuera, donde había un auto de ultimo modelo rojo.

—Que superficial, ¿quieres compararme con eso? ¿¡Esto es lo que gano por arruinarle la estabilidad emocional a alguien!? ¿¡Un maldito auto!?— dije lleno de ira.

—Es un modelo limitado, disfrútalo.—contesto.

—Si, claro que lo haré.— dije tomando  su palo de golf para ir donde estaba el auto.
Lo sujete bien, tome impulso, y empece a destruirlo, golpe tras golpe, jugando como si estuviera en un patio de golf, le di al espejo de adelante haciendo que volara completo, luego me subí encima del auto y no pude detenerme, ver como los vidrios se hacia pedazos era simplemente genial, tenia 19 años, pero nunca había hecho algo como esto antes, se sentía como si me librara de todo lo que oprimí esos años, un auto de ultimo modelo no podía reemplazar a Yeonjun jamas, su valor era muchísimo mas grande, el hecho de que mi padre quisiera premiarme por hacer sufrir a alguien era inaceptable. Probablemente parecía un loco destruyendo un auto que valía millones, pero nada me causo tanta euforia como eso, era la manera de demostrarle a ese viejo sin consciencia que no estaba tratando con un niño, ya nada me causaba miedo, porque ya no me quedaba que perder, podía destruir a mi padre si eso quería, y estaba decidido a hacerlo.
Aprendí que ser débil al inicio me volvía el mas fuerte al final, no volveré a ser una victima nunca mas, porque me convertiría en el enemigo mas respetable, nadie se atrevería a herir a los que amaba.
Fue hasta que no quedo como salvarlo, que me detuve porque mi cuerpo no resistía, la sonrisa de satisfacción en mi rostro era increíble, estaba cansado y el aire me faltaba pero la adrenalina fue la mejor sensación que tuve en años.
Me baje del auto dando un salto, camine a donde estaba mi padre, tire su palo de golf en sus pies y me fui a comer con una sonrisa que irritaba su rostro.

—Tu me enseñaste a disfrutar las cosas de esa manera.—le dije al ver que no dejaba de verme.

Taehyun me mando los apuntes de las clases por pdf, lo que me mantuvo ocupado toda la tarde, y sin darme cuenta la noche llegó, con una compañía bastante polémica llamada lluvia, era tan tranquilizador escuchar las gotas caer, ¿cómo pude odiar algo tan hermoso? La lluvia me recordaba a el, me hacia preguntarme como estará, ¿comerá bien? ¿A quien llamará cuando se sienta sólo? ¿Me odiara? ¿Me extrañará? Aunque no merecía saber las respuestas, cuando estaba a su lado sólo me preocupaba que mi padre nos descubriera, pensaba en sus sentimientos escasas veces, no fui lo mejor, mucho menos lo que mereció.

⩨ Negando quién soy.    ❪ Yeongyu.. ❫ -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora