⩨ Negando quién soy. ❪ Yeongyu.. ❫ -COMPLETADA

Un mal día lleno de sorpresas

[Flash back]

una mujer se paró enfrenté de nosotros, Yeonjun la vió primero, lo que hizo que dejará de jugar, el me observaba confundido, lo que causó que llevará mí vista hacia la mujer de vestido blanco y bolso rosado, quién era mí madre, la cual hacían meses había desaparecido en busca de su felicidad y que por consecuencia me abandonará.

La estabilidad en mí cuerpo dejo de existir, sentía como si no tuviera fuerza alguna, mí respiración se cortaba, el cuerpo se me iba, Yeonjun me sostuvo con sus manos en mis hombros, y solo deseaba que fuera un sueño para poder despertar de tal pesadilla.

Ella se acercaba cada vez más, cada vez que sentía sus pasos venir, era como si me asfixiaran, odiaba ser tan débil cuando se trataba de las personas que me trajeron a la vida, me consumían tanto, al punto de perder la fuerza qué mantenía mí cuerpo parado.

-Debes tranquilizarte Gyunnie, tienes que luchar contra la ansiedad.- Susurró.

Pero aunque intenté, no puedo controlar mis emociones, volver a ver a mí madre después de meses solo me causaba un mal emocional, no quería verla, mucho menos hablarle, la conmoción fue demasiado para mí, mis piernas no soportaban el peso de mí cuerpo, todo a mí alrededor me daba vueltas, mí cabeza explotaba y solo sentía angustia.

Solo quería salir de esa situación antes de escuchar su voz, cada paso que daba me causaba ansiedad, desesperación, e incluso miedo, era difícil de entender porque estaba aquí.

En un momento todo se distorsionaba a mí vista, no sé cómo fue que caí al suelo, pero Yeonjun era el único que se veía preocupado por mí, ella simplemente se quedó observando como colapsaba en ese lugar.
[ Fin del flash back]

Estaba tan inquietó al recordar lo que sucedió, que mojaba mí rostro desesperadamente con agua como si pudiera borrar aquella situación de mí cabeza como por arte de magia, realmente odiaba saber que colapse en frente de esa mujer.

Odiaba el echo de que Soñé algo que inconcientemente deseaba que fuera real, que ella se disculpara por haberse ido lejos, que viniera por mí, porqué me extrañaba, pero todo era una estúpida esperanza, que murió hoy, porqué no era real, y ella jamás volvería por mí.
—¿Gyunnie puedes salir? Estás ahí dentro hace más de 20 minutos.— preguntó Yeonjun, quién estaba detrás de la puerta.

—¿Necesitas usar el baño?

—No, pero necesito saber cómo estás, sal así hablamos y comes algo.

—Si no necesitas el baño, entonces no saldré.

—Gyunnie se que te cuesta asimilar lo que sucedió hoy, pero no tienes qué estar ahí dentro solo, estoy aquí, ni siquiera necesitas buscarme, solo tienes que salir.

El estaba en lo cierto, no puedo controlar mis emociones aquí solo, ya no podía seguir huyendo de mis problemas, si quería desaserme de ellos de verdad, tenía que enfrentarlos. Abrí la puerta lentamente y lo miré haciendo puchero.

—Te haré café, ¿Quieres? Tal vez te suba el ánimo.—dijo con una sonrisa.

—Jjunie, aprendí que debemos demostrar lo que sentimos por los demás, mientras están en nuestras vidas, y realmente me preguntó si lo estoy haciendo bien contigo, me cuidas demasiado y no estoy seguro de merecerlo.

—Gyunnie, lo estás haciendo bien, solo tenemos maneras distintas de mostrarle al otro cuánto lo apreciamos, pero al final nos sacrificamos de la misma forma, vamos, bajemos a comer algo.— dijo tomando mí mano para bajar a la cocina.

Yeonjun preparaba su tan amado ramen, aún que se veía su deseó de deborar teokbokkie, pero eso sería una traición al no estar los demás, ya que era casi tradición comer los 5 teokbokkie.
En lo que lo observaba preparar su comida, el agua de la tetera ya está lista, así que procedí a servirla en la taza, todo iba bien, hasta que mí celular el cual estaba en la mesa, comenzó a sonar, y para alimentar mí ansiedad, mamá era quien llamaba, cuándo leí su nombre me altere tanto que sin darme cuenta el agua hirviendo calló en mí mano, porque al estar distraído no veía en donde caía el agua, sentí dolor al instante, lo que me hizo volver, terminando agachado mientras tomaba mí mano con la otra instintivamente, mientras me quejaba por el ardor qué me causaba, no puedo explicar cómo era el dolor, pero la piel estaba roja a explotar, y no podía mover los dedos, simplemente un día para pensar.

Momentos después Yeonjun estaba envolviendo mí mano con una toalla de agua fría, —Te ves demasiado calmado, ¿Estas seguro de que estás bien?— preguntó.

—No lo se, tal vez debería volver a casa y descansar.

—Escribeme cuándo llegues, y come algo, ¿Si?—Comento abrazándome.

Me despedí, y seguí mí camino, extrañaba mí cama, solo quería dormir, olvidarme de todo, excepto Yeonjun claro.

Al llegar a casa, fui por un vaso de agua, para luego subir las escaleras, pero mí padre pidió verme en su oficina. Toqué la puerta y entré luego de escucharlo dar su aprobación.

—¿Estas enfermó? Te ves pálido y agotado.— dijo observándome con atención.

—Estoy bien, ¿Porqué querías verme?

—Se que tu madre fue a verte, supongo que no deseabas verla.

—¿Como te enteraste de eso? ¿Me espías?

—¿Ahora también bromeas? Ella vino aquí, por temas del divorcio, me contó lo que sucedió, y que no estabas solo, Choi Yeonjun estaba contigo, el hijo del accionista, ¿son tan amigos?— preguntó moviendo su lapicero entre sus dedos.

—No, lo encontré de casualidad camino a la academia, no entiendo porqué quiso verme.

—Pareces odiarla más que a mí.

—Las malas acciones duelen más que los golpes padre.— contesté para subir a mí cuarto al fin.

El preguntaba más seguido sobré Yeonjun, lo que me pareció extraño, ya qué no sabría que pasó tiempo con el a no ser de que alguien se lo dijera, sabía de lo que era capaz mí padre, y el sentir todos los días que alguien me sigue o observa no es coincidencia, tendré que tener más cuidado al respecto.

Trataba de no pensar en lo inocente que fui al creer que había una oportunidad de que mí madre me extrañara o se arrepintiese de lo que hizo, pero no era así, ella había venido para firmar los papeles del estúpido divorcio, ¡Por supuesto que el egoísmo venía de familia! Nosotros lo llevábamos en el ADN.