Un muñeco al margen

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Esperando a que llegarán los accionistas, no podía dejar de pensar en las palabras de mamá, ella dijo que era hora de tomar decisiones y que iba a apoyarme en todas, supongo que esta motivándome a romper los hilos que sostienen al muñeco y dejarlo actuar por si mismo, ¿pero como debía hacerlo? Tenía que ser cauteloso, eso era obvió, pero, ¿cual fue el inició de todo? Necesitó saber eso con claridad para poder determinar cierto final.

Las personas que esperaban mis padrés al fin habian aparecido, todo se veía muy común y normal, nos saludaron con un apretón de manos, pero minutos después estra... ¡¡¡¿¿¿CHOI YEONJUN???!!!, el entró, saludó a mis padres y esas personas lo presentaron como su hijo, creó que ya nada puede salir peor, estaba al bordé del colapso pero aún asi no podía negar lo bien que se veía en traje, pero las fantasías duran poco y darme cuenta de la situación en la que estoy es un desastre.

Mis padres estaban haciendo negocios con los padres de la persona que estoy enamorado, si esto no es un caos yo no se que podría ser, si ellos supiesen lo que sentimos el uno por el otro, enloquecerian. Trataba de evitar la mirada intensa de Yeonjun, manteniendo un perfil bajo,
-¿Entonces eres su único hijo? - preguntó mi madre a Yeonjun.

-Asi es, soy hijo único.- asintió con una sonrisa.

-Oh Beomgyu, supe de tu padre que eres de los alumnos modelos de la academia, debe ser difícil mantener un promedio tan bueno.- dijo el padre de yeonjun.

-Si, es difícil.-dije manteniendome al margen.

-De hecho, siempre lo veo en la biblioteca, me agota el solo verlo leer y escribir tanto.- dijo yeonjun.

-¿Se conocen?- preguntó mi padre.

-Así es, estoy en el consejo estudiantil, y Beomgyu es el presidente de su clase asi que nos mantenemos en constante contacto, nos hicimos buenos amigos.- contestó.

Debo admitir que esto no me gustaba nada, sólo quería que esto terminará pronto, estaba incómodo, nervioso, angustiado y bajó presión, ver a Yeonjun llevando una conversacion con mi padre era algo que mis ojos e oídos rechazaban, me sentía fuera de lugar, quería huir, huir lejos, donde nadie sepa absolutamente nada sobre mi y volver a comenzar, libremente, sin miedos o preocupaciones.

Cuándo me preguntaban algo mi padre respondía en mi lugar, me reprochaba que hacía y que no hacía, cuando al fin decia una palabra el me decía al oido que no hablara para decir estupideces. Asique procedi a mantenerme al margen toda la maldita cena, odiaba mirar a la cara a yeonjun y que supiera lo que estaba sintiendo, odiaba que tuviera que ver lo que era mi família.

Estaba tan fastidiado por todo que no podía ni tragar, mi cabeza explotaba de tanto pensar, la conversacion no tenía más que cosas superficiales, Yeonjun tenía la capacidad de manejar la conversacion hacía donde el quisiera, y admiraba eso, porque yo no era capaz ni de hablar si no me lo piden. -Con permiso, necesitó ir al bañó. - dije levantándome de la mesa.

Casi que corría al bañó huyendo, al llegar no pude evitar vomitar, estaba colapsando, mi cuerpo cobraba factura de mis emociones desastrosas, esto era tan frustrante, estaba cansado de ser un muñeco, porque no era mas que eso, no podía expresarme, no podía hacer nada, sentía que estaba muriendo, estaban matándome, la persona del espejo me causaba repulsión, pero podía sentir tu desesperación y no podía culparla, asi que solo me quedaba aceptar la realidad y llorar solo, en un bañó lujoso pero infeliz.

Al secar mi rostro después de haberme dicho a mi mismo que podia con esto llorando, tome valor para seguir con el desastre que tanto me llamaba, pero Yeonjun estaba ahí, atrás de la puerta esperando a que saliera.-Sabía que no estabas bien, y no pude evitar seguirte.- dijo cerrando la puerta de aquel infeliz bañó para que nadie entrara.

-¿Porque no me dijiste que tus padrés eran los accionistas?- pregunté serió.

-Sabía que no era buena idea.

-Yeonjun, ¿sabes que esto puede arruinar la única posibilidad que teníamos?

-Gyunnie, cálmate, ¿si? Estas pálido y tus manos tiemblan.- dijo tomandolas.

-Tu tampoco lo entiendes.-dije soltando su agarre.

-Gyunnie escuchame, no te dije porque se que pensarías demasiado y no quería que te preocuparás, yo quería conocer a tu família, y saber porqué te agobiaba tanto.

-Te dije que me dieras tiempo, pero nuestras familias se involucraron, ¿acaso sabés cuanto odio eso? No son compatibles, tu família es amorosa y unida, y la mía solo tiene dinero y salud, son egoístas, y no les importa los demás, cuándo me enamoré de ti me costó muchísimo aceptar lo diferentes que éramos.

-Beomgyu tu no eres como tus padrés.

-¿Eso crees? Acaso no ves que estoy convirtiéndome en un maldito monstruo al igual que ellos, estoy echándote la culpa de que tus padrés hagan negocios con los míos, ¿porque querías a alguien así?

El tomo mis hombros y me hacerco a el,-Beomgyu mírame, estás teniendo un ataqué nervioso, escuchame, no me importa que digas, no se porque, pero daría mi vida por ti, asi que porfavor deja de hacerte esto ¿si? Deja de pelear contigo mismo, por favor se fuerte por mí.

Perdí el control, de absolutamente todo, me sentía un cuerpo sin alma, estaba cansado emocionalmente de ser controlado por todos, pero me aliviaba tanto saber que era Yeonjun quien controlaba mi corazón, sin el, talvez no abría resistido tanto, sin el, podría haberme convertido en uno de ellos.

Cuando estamos al bordé, no tenemos tiempo de pensar, porque ya lo pensamos todo, solo queremos huir y soltar todo lo que tenemos guardado, porque ya no resistimos, necesitamos un respiro, algo que nos haga sentir vivos, o algo que nos de esperanza para no rendirnos y poder continuar por más doloroso que sea, por mas sufrimiento que debamos soportar, podemos gracias a cosas simples, la simplicidad es algo que aprendemos a valorar cuando mirar el cielo o las solitarias estrellas por la noche, nos hacen sentir menos solos, empezamos a adorarla y a querer mas cosas simples como respirar el aire frio de la mañana es algo tan hermoso que no se compara con absolutamente nada.

Yeonjun era el único deseó o anheló que tuve en mi vida, crecí sabiendo que no podía tener las cosas que deseaba porque mi vida no era mía, pero desdé que conocí a Yeonjun todo es mas fácil, porque lo tengo a el, y siempre me lo recuerda.

El era la manzana prohibida, que me tentaba todos los dias, por mas que trataba de no caer, mas lo quería, sabía que si la cortaba y me la quedaba, sería castigado y desterrado, pero seria capaz de darlo todo por yeonjun, y cada dia estaba mas seguro de eso.

⩨ Negando quién soy.    ❪ Yeongyu.. ❫ -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora