Wooyoung y yo nos miramos alarmados al oír "Boss Bitch" de Doja Cat sonar desde nuestro dormitorio.
Aquel cuarto de hotel sólo contaba con una habitación, un baño y una mini cocina, por lo que nada más dar un paso fuera de dicha cocina, tuvimos la vista completa del dormitorio.La chica seguía en la misma posición de antes, sobre la silla y con la cabeza caída hacia delante. Su melena ondulada, teñida de un castaño claro, reposaba sobre el respaldo de la silla.
La única diferencia es que la pantalla de su móvil estaba prendida, y el aparato vibraba y emitía una melodía desde su bolsillo.El rubio se acercó con cuidado, como si de verdad fuese a despertarse si hacía ruido, y cogió el móvil.
–¿Quién es? –dije.
–Taeyong dos corazones rojos.
–Ostia.
Levantó la vista de la pantalla para fijarla en mis ojos.
–¿Cuelgo?
–No, idiota. No hagas nada. Oye...
Un movimiento acalló mis palabras.
Sus párpados se esforzaban por abrirse y su cabeza se irguió lentamente. Wooyoung saltó en el sitio, dejó caer el móvil sobre la moqueta y corrió hacia la cocina, para volver empuñando un cuchillo.–¿Estás demente? –grité en un susurro. Le hice exageradas señas para que dejase el cuchillo, y finalmente lo tiró sobre la cama.
Cerré los ojos intentando mantener la paciencia con aquel chico, y cuando les abrí de nuevo me encontré con otro par de orbes color miel que me miraban intensamente.
Un chillido perforó mis tímpanos cuando conectamos miradas, e instintivamente me lancé sobre ella cubriéndole la boca con la mano. Caímos los dos al suelo, con silla de por medio incluida.
Mordió la palma de mi mano con fuerza y ahora grité yo, apartándola de inmediato.–¿¡Qué queréis!? –exclamó.
–¡Nada!
–¿¡Entonces qué coño hago aquí!?
–¡Ni yo lo sé!
–¿¡Perdona!? ¡Vosotros me habéis secuestrado! Primero pintáis el coche de mi novio, luego me secuestráis... ¿Qué queréis de nosotros?
Suspiré notando indignación en su voz.
Me puse de pie frotándome la dolorida mano y la levanté del suelo, dejando la silla como antes.
Le coloqué un poco el flequillo, sin delicadeza alguna, e ignoré su ceño fruncido.
Wooyoung se limitó a observar sentado en la esquina de la cama, pero podía notar sus nervios desde aquí.–Has dicho... ¿tu novio? ¿Taeyong es tu novio, entonces? –dije, ahora más calmado. O más bien, fingiendo calma.
La chica se tranquilizó un poco y soltó una risa sarcástica.
–Seh. Bueno, lo era. El muy gilipollas no confía en mí... ¿Por qué os estoy contando esto? Desatadme ahora mismo. Esta cuerda de mierda me corta la circulación de las manos.
–¿Por qué no confía en ti?
–No es asunto tuyo.
–Mi compañero tiene un cuchillo.
–Estáis pirados. ¿Me oís? Mal de la olla. Madre mía...
–Sí, sí. Muy locos y todo lo que tú quieras, pero en estos momentos estás aquí y vas a hacerme caso, ¿bien?
Ella puso los ojos en blanco. No se mostraba asustada, todo lo contrario, más bien enfadada, quizá hasta tenía un toque de vacilona. En una situación así, eso era de lo más raro, pues cualquiera hubiese entrado en pánico.
–¿Y qué se supone que quieres saber?
–¿Cómo te llamas?
–Cheng Xiao.
–Muy bien, Xiao. ¿Por qué Taeyong no confía en ti?
–Mira, no sé qué tipo de relación tendrás con él, pero...
–Responde.
–El muy imbécil piensa que le he puesto los cuernos –bufó, sarcástica– ¿Y qué si lo he hecho? Él también lo hizo.
Recordé aquel día saliendo de la fiesta del pelirrojo, cuando le vimos salir del baño acalorado con aquella chica... la cual, definitivamente, no era la que yo tenía delante.
–Entonces no te quejes de que no confía en ti –se hizo notar Wooyoung.
Xiao soltó una risita.
–Sois raros. Y no me asustáis. No sois unos asesinos, pero me hace gracia que intentéis serlo.
Ambos nos miramos un poco desconcertados por su cambio de actitud.
Se levantó de la silla y la pateó, tirándola al suelo, pues no tenía ningún tipo de sujección en las piernas.–Sinceramente, me parecíais unos gamberros que iban pintando coches sin ton ni son, y de verdad que iba a llamar a la policía, pero... creo que sois interesantes.
Enarqué una ceja y dejé que continuara hablando.
–Oh, vamos, me habéis secuestrado. Si habéis llegado a este punto, ¿quién sabe lo que seríais capaces de hacer? No sé qué tenéis en contra de mi ex, pero estoy segura de una cosa, y es que va a ser divertido.
–¿Divertido?
–Sí. Seré una simple espectadora. Encantada de haberos conocido, par de locos. Ahora, rubito, quítame esta mierda.
Se dio la vuelta dejando la atadura de sus muñecas a merced de Wooyoung, quien tenía una expresión de duda, y cortó los cordones con el cuchillo.
Una vez libre, recogió su teléfono móvil del suelo y peinó su pelo con los dedos.–No os rayéis, no diré nada. Con sólo miraros a los ojos, puedo ver que sois inofensivos.
Anduvo dos pasos hacia la puerta pero la detuve.
–¡Espera! Dices que eres su novia, pero no estabas en su fiesta. Ni aquel día en la terraza...
–Te he dicho que lo hemos dejado. No voy a estar de un día para otro yendo a sus fiestas.
Se cruzó de brazos.
–En fin, que os divirtáis. Au revoir.
Cerró la puerta al salir.
El rubio y yo cruzamos miradas y él se llevó las manos a la cabeza.
–No sé si esta tía está más loca que nosotros, o que simplemente es rara, pero me da mala espina. Muy mala espina –tragó saliva– Si hubiese reaccionado de forma diferente, hubiéramos tenido que...
Dejó la frase en el aire.
–Matarla –finalicé yo.
![](https://img.wattpad.com/cover/223132412-288-k301902.jpg)
ESTÁS LEYENDO
INCIPIENTE - woosan
أدب الهواة"Tú nunca supiste lo que era tener a ese idiota al lado. Lo que era que te sonriese cada tres segundos, sin importar qué. Esos ojos de cachorrito que encerraban la actitud de una fiera. Ese cabrón de rizos rubios". -Finalizada.