VIII.
— ¡Freaky! —gritaba Annette por el pasillo hacia la clase de Filosofía avanzada tratando de alcanzar a Savannah pero ella no la oía, tenía los audífonos puestos y escuchaba a Chopin.
— ¡Savannah! —La llamó fatigada quitándole un audífono del oído para que la escuchara — ¿Estas sorda?
Savannah se rio por lo bajo.
— ¿Hiciste la investigación de la filosofía moderna? —Preguntó Annette angustiada.
Savannah asintió entrando al salón.
— ¡Préstamela! —Apresuró Annette —Si no la entrego hoy me sacaran de la clase.
Annette copio la tarea lo que más pudo mientras Savannah navegaba en su celular, al llegar el profesor Annette le paso la tarea disimuladamente mientras Savannah guardaba su artefacto.
Todos dejaron sus trabajos en la mesa del profesor y regresaron a sus puestos.
—Buenos días. Hoy repasaremos la filosofía mo…
El profesor fue interrumpido por el chirrido de la puerta abriéndose y dando paso a Noha. Se excusó con el profesor por la tardanza y se sentó en el mismo puesto de siempre. Savannah lo miro por encima del hombro, él levanto la vista y le devolvió la mirada sosteniéndosela un rato, fríamente Savannah volvió a fijarse en el profesor.
Eso es, ignóralo…
—Como decía, hoy haremos un breve repaso de la filosofía moderna…
A la cabeza de Savannah llego el recuerdo de la noche que Noha la había llevado a ver la ciudad, había sido todo muy bello. Savannah sacudió la cabeza para espantar el recuerdo. Concéntrate.
—Savannah ¿Nos acompañas a las canchas? —preguntó Megara después de almorzar.
Savannah hizo un gesto de negación con el dedo mientras se dirigía hacia el bosque.
— ¿A dónde vas? —cuestionó Annette.
—Daré un paseo, eso es todo.
En realidad Savannah no se sentía muy bien, le estaba dando uno de sus episodios de locura donde escuchaba la voz de Samantha por todas partes ¿Acaso eso nunca terminaría? Desearía simplemente sacarse las voces de la cabeza o comenzaría a creer que sufría de algún trastorno mental. Por suerte, Savannah había aprendido a manejarlos e iba mejorando; solo necesitaba practicar Qi Gong, esto reducía las voces y el vacío en su pecho.
Se internó en el bosque hasta que ya no pudo ver las canchas y respiro profundo llenando sus pulmones por completo de aire puro. Espero que nadie me vea haciendo esto. Savannah comenzó a moverse sigilosamente consciente de cada movimiento que hacía, sentía su respiración al igual que cada una de sus extremidades como si la energía se extendiera por su cuerpo. Sentía como poco a poco recuperaba el control de su mente y de alguna forma, ahuyentaba las voces de Samantha.
Savannah estaba tranquila, en paz, pero su tranquilidad fue interrumpida por su celular. Savannah abrió los ojos irritada por la interrupción y saco su celular del bolsillo.
Noha: Que bien “bailas”.
Arrugo el ceño, era un chat de Noha y parecía estarla vigilando. Savannah se molestó inmediatamente y comenzó a observar detenidamente a su alrededor, intentando dar con él.
— ¿Qué haces aquí? —espeto Savannah odiosamente al distinguirlo cerca de un árbol.
—Suelo caminar por el bosque —explico él—. ¿Qué haces TÚ aquí?
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The redhead
RomanceElla es pelirroja, sus ojos son azules y su piel demasiado blanca. No es de la ciudad, eso es seguro. Jamas ha usado un celular en su vida, ni una laptop ni una TV. Es reservada, no habla mucho y se limita a observar. Nunca se ha enamorado, en re...