XII.
Lunes de Lenguas Extranjeras. Savannah caminaba por el corredor junto a los demás estudiantes hacia sus respectivas clases, parecía un zombi, no hacia ningún gesto o expresión. No sacaba de su mente la imagen de aquel chico rubio impotente ante ella mientras disfrutaba de hacerlo sufrir. Y si no hubiera entrado en razón, ¿Qué hubiese pasado? Tal vez hubiera matado al chico. Subió las escaleras del bloque C y antes de entrar al salón unos brazos la rodearon por la cintura.
—Hola, linda —le susurro Noha al oído mientras los demás estudiantes pasaban a su lado.
El dulce sonido de su voz y su calor humano la hacían volver a la vida.
Savannah se empino y beso dulcemente los labios de Noha.
— ¡Que te ha pasado! —exclamó alarmado al ver el rostro y las manos de Savannah cubiertas con pequeñas curitas.
Savannah no quería tener que mentirle a Noha pero era más importante proteger su secreto, así que invento una excusa rápido, aunque tal vez no muy creíble. Una mentira piadosa.
—Yo… Me caí cuesta abajo.
¡Cuesta abajo en donde! Tonta.
Noha debito un momento analizando su rosto. —Te lastimaste mucho —para Noha no parecía creíble su respuesta pero no le dio más rodeos al asunto.
Acaricio su demacrado rostro y se dirigieron al salón.
—Guten Morgen —Saludo el profesor al entrar al salón. Savannah reconoció el idioma inmediatamente, era alemán—. Espero que todos hayan aprobado los exámenes trimestrales, lo que respecta a mi materia, la hoja de resultados estará pegada en la pancarta de información la siguiente semana.
Savannah miro de reojo a Noha, tenía sus ojos sobre ella, se sonrojo y puso atención a la clase.
—Este trimestre nos centraremos en la introducción al alemán. El libro de este trimestre será El lobo estepario, de Hermann Hesse —el profesor pasó por cada puesto dejando el libro sobre el pupitre.
Der Steppenwolf. Leyó Savannah como título en la pasta dura del libro. Esto será interesante, a pesar de que detesto el alemán.
—Así que Noha, ¿No es así? —Le preguntó Annette en modo interrogación dirigiéndose al comedor con Savannah—. De todos los hombres del instituto no podías elegir a nadie más.
— ¿Qué tiene de malo?
—Es raro —aseguró Annette arrugando el ceño—. Tiene una mirada seductora pero es muy reservado. Parece todo un galán en su moto, pero no habla casi con nadie. Es muy solitario y no lo conozco ¡Yo conozco a todos los estudiantes de este instituto! Solo sé que su madre lo abandono y le encantan las peleas —hizo una pausa—. A demás, Megara llevaba tiempo intentando ligárselo, lo cual lo hace más extraño aún.
Savannah sonrió, era exactamente como ella lo veía, pero a diferencia de Annette, para ella él era un encanto.
—Lo sé —resumió Savannah, todo aquello ya lo sabía.
Agarro una ensalada de frutas del buffet y un trozo de carne, luego se dirigió a una mesa esperando a Annette.
—Por cierto, ¿Qué sucedió con tu cara? —preguntó Annette sentándose.
—Fue tu amiguito –espeto en tono acusador—. El rubio con el que tienen es cuentas pendientes. El mismo que golpeo a Roman.
Annette se sorprendió y puso cara de horror.
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The redhead
RomanceElla es pelirroja, sus ojos son azules y su piel demasiado blanca. No es de la ciudad, eso es seguro. Jamas ha usado un celular en su vida, ni una laptop ni una TV. Es reservada, no habla mucho y se limita a observar. Nunca se ha enamorado, en re...