Lo recuerdo tan bien que creo que todavía puedo ver aquellas amarillas palabras impresas frente a mí. «¿Qué está pasando dentro de Waterhunt? Jackson Riever y Alessio Bianchi, ¿más que compañeros?».
No éramos la portada de aquella revista, pero el texto era tan grande que no importaba. Raphael la dejó en nuestro estudio apenas un par de días después del incidente en el programa; él no se encontraba en el lugar, sin embargo, no era necesario ser un genio para intuir quién y por qué la dejó ahí, colocada especialmente para que no pasase desapercibida a nuestros ojos. La tomé como si se tratase del objeto más frágil del mundo, con miedo, y repasé el papel durante un par de segundos. Mi corazón latió con violencia mientras yo me esforzaba por decidir si acaso debería abrirla y leer el artículo o no. Jackson, que entró detrás de mí, se asomó por encima de mi hombro e hizo un gesto de disgusto al leer lo mismo que yo. Le bastó un instante antes de tomar la revista de mis manos para lanzarla a un lado, como para no darle ninguna clase de importancia.
―No le hagas caso a eso, mejor concéntrate en lo que tenemos que hacer.
Debería conocerme lo suficientemente bien como para saber que era imposible que yo no comenzase a darle vueltas, una y otra vez sin cesar hasta que se me arraigara en el pecho. A pesar de ello, sabía que él tenía razón y no contábamos con el tiempo suficiente como para que yo lo desperdiciara estresándome demasiado pronto; primero lo primero, que era mi trabajo; después podría comerme las uñas por todo lo demás.
Trabajar en ese álbum fue una experiencia novísima en todos los sentidos. A veces me gusta pensar en la creación de Royal Red in Vegas Strip como esculpir una estatua. Hallar nuestro tema fue como encontrar un bloque gigante de mármol rosa sin muchas manchas: costoso y complicado, pero, a final de cuentas, lo más sencillo de todo el proceso. Lo tedioso de labrar una buena escultura era cincelar con cuidado, pulir día y noche hasta lograr acabados imposibles y un brillo espectacular; planificar mucho, pensar y observar la obra desde distintos ángulos y todo eso mientras se ruega por no cometer algún error garrafal e incorregible.
Cada verso, cada palabra de cada canción, fue modelada de una forma precisa para contar la trama exterior de un hombre que despierta en un hotel de Las Vegas, sin saber si está agonizando o si ya murió y ahora está de vuelta en la vida; él recorre el boulevard principal de la ciudad del pecado topándose con todo lo que ha hecho bien y mal, en un camino para discernir si lo que hizo a lo largo de su existencia ha valido estar atrapado en aquel sitio que se asemeja más al infierno que a cualquier otra cosa. Un hombre que se cuestiona todo, si lo que le hizo feliz fue real, o si quizá sus tristezas más profundas no eran más que desintoxicaciones de falsas alegrías. Pero lo más importante, hablaba de un hombre que trata de resolver la pregunta de si vale la pena buscar un sitio mejor o está bien en el limbo donde se encuentra, incluso cuando de vez en cuando solo encuentra sufrimiento entre las callejuelas y avenidas.
Escribirlo fue una catarsis para mi persona por todo lo que tuve que ahondar en mi historia para crear algo nuevo que, de algún modo u otro, formase parte de mí, que hablase de mis dudas, miedos y caminos. Trabajar en los cuestionamientos de aquel protagonista misterioso significó empezar a discutir conmigo mismo sobre mi vida de formas en las que no hice nunca antes.
En algún punto durante el primer mes luego del lanzamiento de Moonlight, una revista de bastante renombre en aquel entonces se puso en contacto con Jackson, todo con el propósito de hablar más a profundidad sobre los rumores que habían estado corriendo por la industria en las últimas semanas. Ellos querían la exclusiva, y tú, dejar en claro que entre nosotros no existía nada más que no fuese una amistad; cercana, poderosa, pero amistad. «Con eso pararán y nos van a dejar trabajar tranquilos», esas fueron sus palabras, y yo pensé que eso me quitaría un peso de los hombros, pero no fue así.
ESTÁS LEYENDO
Al final te quedas | DISPONIBLE GRATIS
RomanceDurante los noventa, Alessio formó parte de la banda de rock más grande del mundo. Una década después, debe desenmarañar lo que lo llevó a abandonarla: una relación secreta con el vocalista. - Cuando Alessio abandonó Waterhunt, el mundo entero quedó...