25. THE END

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CAPITULO 25

Mientras tanto, en la tierra de los humanos, Nayeon esperaba nerviosa la llegada de Lisa. Su mente aún era un caos, miles de suposiciones pasaban por ella, pero ninguna lo preparó para enfrentar lo que finalmente vería en cuanto la Diabla apareció.
Lisa emergió desde la oscuridad del bosque, con la sangre aún brotando de su herida, y cargando a una Jennie en un estado lamentable, pálida y con sus alas totalmente negras - No puede ser...- murmuró angustiada la guardián - ¡¿Pero que rayos ocurrió?! - preguntó.
- Lo siento... no pude protegerla... Kai la maldijo, tratando de convertirla en un demonio, por eso está en este estado. Mi hermana Seulgi dijo que la maldición consumió su divinidad y buscando evitar que muriese le di la mitad de mi vida usando uno de mis cuernos... Pero aún así no sé si se salvará...- se disculpó Lisa.
Nayeon estaba impactada por la entrega de aquel Diabla - ¿Dices que sacrificaste la mitad de tus poderes por salvarla?...- preguntó.
- Ella me salvó de una brutal condena... le debo mi vida...- respondió.
El ángel se acercó a ella y tocó su rostro - es vedad... ya no siento su esencia de ángel - dijo aún impresionada.
- Seulgi dice que si sobrevive quedará como una humana, debido a que la maldición devoró su divinidad, pero si la llevas ahora mismo quizás tus superiores puedan restaurarlos -
- Eso no será posible - murmuró afligida Nayeon.
- ¿Qué? ¿Por qué no? -
- Los arcángeles no la quieren de regreso, han desistido de recuperarla... tengo la orden de matarla para que un nuevo sucesor aparezca...-
Lisa retrocedió abrazando con fuerza a la joven ángel - No te atreverías... - dijo con mirada desafiante.
- Tienes razón, soy incapaz de hacerle daño a mi hermana...-
- Entonces... ¿Qué sucederá con ella?...- preguntó angustiada la Diabla.
- Llevatela Lisa -
- ¿Qué? -
- Odio admitirlo, pero a la única que puedo confiarle la vida de Jennie es a ti. Ni siquiera yo puedo salvarla... -
Lisa estaba impactada, jamás espero que aquel poderosa guardián le dijese algo así, confiándole el bienestar de su hermana - Pero... cómo?... - dijo aún incrédula.
- Ahora que su divinidad a desaparecido seguramente el arcángel pensará que ella murió, tomaré una de sus plumas y lo convenceré de que murió cuando trataron de convertirla en un demonio, esa es mi única opción -
- ¿Y qué pasará con su familia? - preguntó Lisa sabiendo que era algo muy preciado para ella.
- Mientras mis superiores crean que ella está muerta nosotros estaremos bien, yo me encargaré de eso - respondió mientras nuevamente se acercaba para acariciar la cabeza de su hermana - Jennie... mi pequeña... ¿en qué momento te escapaste de mis manos?... Perdóname, te descuidé... fallé al proteger tu puro corazón y acabaste de esta forma...- y le dio un beso en su frente para luego tomar una de sus ahora negras plumas - por favor... sobrevive... sé feliz... - le susurró. Luego miró fijamente a la Diabla y continuó - Te entregó lo más preciado que tengo en mi vida... cuidala Diabla... - le pidió.
- Lo prometo - respondió segura Lisa.
- Ahora vete - dijo por último Nayeon y Lisa comenzó a caminar en dirección al pueblo cargando con su amada.
Su corazón era un torbellino de emociones, pero el pensamiento que prevalecía por sobre todos era el de que ella pudiese vivir.
Mientras avanzaba sorpresivamente fue atacado por aquel segundo ángel que había sido enviado, pero Nayeon lo repelió con una increíble velocidad, defendiendo así a Jennie y a Lisa - Vete Lisa, ahora, yo me encargo de esto - insistió.
La joven Diabla asintió con la cabeza y se marchó corriendo.
- ¿Qué crees que haces Nayeon? El amo tenía razón al no confiar en ti. No sólo ignoraste la orden que se te dio si no que además defiendes a una Diabla, eres una traidora - dijo aquel ángel.
- ¿Y tu crees que yo confió en ella?, podía imaginar que tramaba algo. Ella está muriendo, haga lo que haga ya no podrá ser un ángel, no tiene sentido matarla, déjala en paz -
- Sólo cumplo órdenes - respondió e intento ir tras ella de nuevo, pero Nayeon en sólo un instante logró reducirlo con su imponente habilidad, arrebatándole su arma y aprisionándolo contra el suelo con la propia - ¿Qué?, ¿Vas a matarme? - preguntó burlón el ángel.
- Si es necesario sí - respondió directamente la guardián.
- No te atreverías -
- ¿A no? ¿Quieres ponerme a prueba? - le dijo y refiló el cuello del ángel con su espada dejándole una fina herida.
- ¡¿Qué haces?!, ¡Estás loca! -
- No me provoques, porque no tienes idea de lo que soy capaz de hacer por Jennie - le advirtió con una mirada fría.
El ángel entendió que Nayeon no estaba bromeando y preguntó temeroso - ¿Que harás conmigo?...-
- Tú serás la prueba viviente de que cumplí con mi deber, le dirás al amo exactamente lo que te diré de lo contrario haré de tu vida un infierno... - lo amenazó.

El Demonio Que Se Enamoro Del Angel  | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora