SEULGI PARTE 5

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Tal como dijo la esperó, estaba ansiosa, aunque no sabía cómo debía actuar para enamorarla, al oírla tan determinantemente decir que no estaba interesada en tener pareja temía declarar sus intenciones con ella y que Irene la rechazara también, si así fuese tal vez ya no querría verla y perdería por completo su oportunidad. Pero recordar lo insistente que se mostró Suho con ella la empujaba a querer cortejarla abiertamente, para que aquel muchacho no la buscase más.

- Disculpe por hacerla esperar Señorita Seulgi... - la sorprendió ella mientras ella la esperaba en una banca leyendo.

- No te disculpes, después de todo soy yo quien interrumpió tu rutina.

- ¿Nos vamos?

- Claro, vamos - dijo por último ella y caminaron por el pueblo.

Irene le mostró alegre todos sus lugares favoritos, Seulgi decidió dejar que la situación simplemente fluyese, se sentía tan bien en su compañía que casi lograba olvidar por completo sus deberes en el Infierno.
Mientras lo recorrían la joven le relataba sus anécdotas de pequeña allí, la Diabla estaba complacida, le encantaba poder conocer cada detalle de su pasado, después de todo no era común tener la oportunidad de hablar con una Diabla que se las arregló para vivir entre los humanos.
Pero había un detalle que la incomodaba y no podía ignorarlo y es que Irene traía con ella la rosa de Suho.

Cuando la tarde empezó a caer llegaron hasta el parque del pueblo, ese era su lugar favorito de todos, a la joven le encantaba ver a los niños jugar, poder compartir tiempo con ellos.
Ambos tomaron asiento en una banca de allí

- Me gusta mucho venir aquí, escuchar la risa de los niños es contagiosa - sonrió.

- Veo que te agradan mucho, y tú a ellos.

- Sí, son muy especiales... Creo que a veces deseamos mucho lo que no podemos tener...

- ¿Por qué lo dices?

- Porque yo no puedo tener hijos Señorita Seulgi... es parte de la maldición... - respondió con pesar.

- Así que eso es verdad...

- Sí, la diosa nos hizo infértiles... pero eso no me impedirá que ame a los niños - comentó con una sonrisa - Me gustan tanto, que deseo ser maestra.

- ¿Maestra? ¿Te refieres a quienes imparten conocimiento en los niños humanos?

- Así es, sé que algún día lo seré, no es fácil, pero lo conseguiré.

- Bueno, uno de mis trabajos es similar...

- ¿De verdad?

- Sí, estoy a cargo de educar a mis hermanos menores.

- ¡¿En serio?! - se emocionó ella - ¿Tiene hermanos pequeños?

- Así es, tengo cinco hermanos pequeños. Los otros príncipes del Infierno, sus nombres son Kai, Lisa, Lia, Jackson y Mark.

- increíble ¿Y cómo son?

- Tienen personalidades bastante particulares, Kai y Lisa se la pasan peleando, afortunadamente Lia y Jackson son tranquilos, pero Mark es demasiado travieso, aun así, me las he arreglado para que me obedezcan.

- ¿Y a que se refiere con educarlos?

- Les enseño todo lo que deben saber para ser príncipes, aprender magia, saber pelear, las responsabilidades que tendrán una vez que los reinos se dividan entre ellos.

- ¿Así que cuando crezcan cada uno tendrá a cargo un Reino?

- Así es, estoy ansiosa por que eso suceda, así ya no tendré que lidiar con tantos problemas, es agotador encargarse de todos los infiernos, no siempre tengo la oportunidad de escaparme un rato.

El Demonio Que Se Enamoro Del Angel  | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora