LIA PARTE 4

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Los días fueron pasando, todo iba bien para la joven, no había sido víctima de ningún otro ataque por parte de su padre y eso le daba cierta tranquilidad a la Diabla.
Una de esas noches, ya casi sobre el amanecer, después de mucho esfuerzo de su parte Ryujin había logrado terminar de leer junto a Lia aquel libro sobre las estrellas y constelaciones, se sentía orgullosa de sí misma, llena de confianza

- Muchas gracias Lia... me siento tan feliz... nunca creí que pudiese lograr hacerlo... - dijo sonriente.

- No me lo agradezcas... el mérito es solo tuyo... fue por tu propia voluntad...- respondió Lia, quería dejarle en claro que si se lo proponía podía hacer cualquier cosa, aún seguía inamovible su deseo de hacerla desistir de ese matrimonio.

- Ya va a amanecer... debo regresar.

- Lo sé, puedes llevártelo si quieres - trató de darle el libro.

- Me encantaría, pero si me ven con algo así podrían castigarme... - respondió ella.

- Entiendo... - a ella todavía le costaba acostumbrarse a la realidad de la vida que llevaba.

Ambas se encontraban de pie, uno frente al otro, a punto de despedirse, cuando sorpresivamente Ryujin la abrazó con fuerza, Lia no esperó ese gesto - Discúlpame Lia... pero me haces tan feliz que aún necesito tocarte para saber que eres real...

- Ryujin...- susurró ella.

Apenas se separaron se miraron intensamente, se podía sentir una gran pasión entre ellas y suavemente la joven tomó con ambas manos el rostro de Lia y le dio un tímido, pero inolvidable beso, de esos que esconden profundos sentimientos...

- Perdón Lia... pero, aunque yo no sea dueña de mi vida, egoístamente quise que tú fueses mi primer beso... eres especial para mí...

- Ryujin tu tamb-

- Perdona, pero ahora siento mucha pena -dijo sonriente y ruborizada - ¡Nos vemos! - terminó mientras se iba corriendo.

La Diabla sentía el pecho a punto de estallar, la cabeza le daba vueltas, al final aunque ella era quien estaba decidida a enamorarla fue ella quien terminó por enloquecerla tomando la iniciativa con aquel beso.
Cada vez la deseaba más, apenas y lograba controlar los impulsos que nacían de ella con sólo pensarla.
No sabía cuánto tiempo más podría simular tranquilidad cada vez que la veía partir, pero decidió seguir siendo paciente, después de todo aquello estaba dando frutos.
Aun así tomó la determinación de que la noche siguiente le confesaría todo su amor, quería ser directa y no que las cosas quedasen como algo implícito entre las dos.

Pero nada lo preparó para ver lo que encontraría al regresar al valle...

En aquella oportunidad Lia había demorado por estar buscando un libro especial para ella. Y al irse acercando podía escuchar débilmente la voz de Ryujin cantando, cuando finalmente llegó a aquel árbol la vio...

- Ryujin... - murmuró perpleja, ella estaba recostada contra el tronco, seriamente herida, y con su cabeza sangrando.

Lia no lo sabía, pero aquello sólo sería en inicio del despertar de algo desconocido dentro suyo, incluso para ella misma. +

- ¡Ryujin! - se desesperó la Diabla y se acercó a ella.

- Lia... lo siento...

- Tranquila, no digas nada. déjame curarte...- le dijo, suavemente la tomó en sus brazos y una por una, en silencio, sanó sus heridas.
Luego la mantuvo presionada contra su pecho y una vez que se tranquilizó le preguntó

El Demonio Que Se Enamoro Del Angel  | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora