- Maldita sea... - se mordió los labios la Diabla y saltó por el mismo balcón cayendo así al jardín del Palacio.
- ¡Irene! ¡Irene! - comenzó a llamarla - ¿Vieron a Irene? - preguntó a los sirvientes que andaban por ahí impactados por la situación.
- La Señora pasó hace un momento por aquí, se fue corriendo hacía la salida del Reino Señora - respondió uno de ellos.
- ¡¿Se fue del Reino?!, ¡Maldición! - exclamó Seulgi y salió tras ella.
Al verla irse en búsqueda de la joven uno de los consejeros comentó
- Está completamente hechizada por esa criatura. Si se deja llevar tan fácilmente por los encantos de esa Lamia entonces aún no está preparada para ser una digna sucesora...
Wendy no pudo evitar responder ante tal ofensa
- La Señorita Seulgi ha demostrado ser una digna líder de los siete reinos, ¿cuantas pruebas más tiene que pasar para que estén satisfechos?
Jimin la miró de reojo y respondió
- Cuida tus palabras Wendy, somos tus superiores, no nos desafíes...
- Lo lamento, pero mi lealtad es sólo con la Señorita Seulgi y nadie más... ni siquiera con su padre lo traicionaría - dijo inamovible la sirviente - con permiso - terminó y se retiró.
Mientras la buscaba, la Princesa trataba de pensar que decirle para hacerla volver, como podría borrar aquellas ofensas de los consejeros en su mente, pero en el fondo sentía que nada de lo que pudiese decir sería suficiente. La había llevado a su reino llenándola de ilusiones, de que sería su esposa, la señora de aquel palacio, pero al final resultaba que no podía ni siquiera protegerla de los insultos en su propio hogar, era una situación indignante para ella.
Fue hasta el Reino de la Pereza pero no la encontró en la cueva, al final todo indicaba que ella había regresado al mundo humano.
Sin pensarlo dos veces partió hacia el pueblo, llegó hasta su casa y nervioso tocó la puerta.
Nadie respondió, pero la misma estaba sin llave, la Diabla entró.- ¿Irene?... - preguntó mientras la buscaba con la mirada.
Y al avanzar la encontró sentada en el jardín, al verla se notaba su tristeza, pero a la vez transmitía cierta paz, como si allí estuviese tranquila.
- Irene... mi amor...
- Hola Seulgi... - lo saludó con una tímida sonrisa - perdóname, pero no podía quedarme después de lo que escuché...
- Pero Irene yo no pienso como ellos, yo te amo más que a nada, jamás me desharía de ti... créeme - le aseguró mientras se inclinaba a su lado.
- Lo sé Seulgi... ni por un momento dude de tu amor por mí.
- ¿Entonces por qué...
- Ya oíste a los consejeros de tu padre, ellos no me aceptarán... y si nuestro matrimonio depende de que pueda darte un hijo eso no pasará jamás...
La Diabla apenó su mirada mientras acariciaba sus manos y ella continuó
- Sé lo importante que es tu presencia allá, no quiero causarte problemas, no podemos casarnos... pero te amo tanto que estoy dispuesta a aceptar ser tu amante para poder estar contigo Seulgi...
- ¿Qué?
- Lo que oíste... aceptó ser tú amante, pero aquí, ya no quiero regresar al infierno...
La princesa se conmovió con sus palabras pero enseguida respondió
- Qué dices Irene... yo jamás aceptaría darte ese papel... no hay nadie más digna de ser mi esposa que tú...
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El Demonio Que Se Enamoro Del Angel | JenLisa
FanfictionEn donde Jennie Kim es un angel muy hermoso, que se siente atraida por la musica del mundo humano y su cultura, lo que no espera encontrar es aquella diabla llamada Lalisa Manoban que le dará un giro de 360° grados a su vida... sin querer, me encont...