Epílogo

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[Narración Taehyung]

Tres años más tarde llega el día esperado, el día que todo universitario anhela desde que pisa la facultad, el día que no esperaba que llegara para mí: el día de la promoción. El auditorio donde se va a celebrar el acto está minuciosamente preparado para este momento, en todo el local se percibe la tensión y la emoción de los graduados. Estoy hablando animadamente con los chicos cuando, repentinamente, aparece un coche en la entrada del auditorio. De él se bajan mis suegros y, tras ellos, una T/N preciosa ataviada con un vestido color lavanda que parece eclipsar todo lo demás. Una sonrisa se instala en mi rostro casi de forma automática, verla así me hace reafirmarme en lo que quiero hacer, porque hoy no es un día cualquiera. Hoy es un día especial y no solamente por la promoción. Es un día especial para T/N y para mí, solamente que ella no lo sabe.

La última persona en bajar del coche es la pequeña Haneul. Mientras se van aproximando agradezco enormemente haber mejorado mi nivel de español. La madre de T/N se acerca y me da dos besos, a veces me cuesta recordar estas tradiciones. El padre me estrecha firmemente la mano, sus ojos emiten un brillo significativo, él también sabe lo que va a suceder hoy. Él y los chicos, que me miran expectantes todo el tiempo.

La pequeña Haneul se acerca y me da un cálido abrazo, tengo que agacharme para corresponderlo. En este tiempo, esta pequeña se ha ganado un lugar en mi corazón, y sospecho que yo también en el de ella.

T/N se acerca poco a poco con una enorme sonrisa postrada en la cara, es tan bonita que me lo contagia. Al llegar a mi altura me regala un suave beso en los labios frente a la atenta mirada de todos nuestros conocidos y seres queridos. Las cosas no han podido ir mejor entre nosotros en este tiempo, ella sigue trabajando para papá y parece que próximamente va a conseguir un ascenso. Por mi parte, he conseguido una prometedora oferta para después de graduarme. T/N me mira de forma conciliadora, yo carraspeo consciente de que este íntimo momento se está alargando demasiado y no faltará mucho para que los chicos empiecen a burlarse.

- Estás preciosa -reconozco.

- Muchas gracias, tú tampoco te quedas atrás -amplía su sonrisa.

- ¿Estás nerviosa? -pregunto repentinamente.

- ¿Por el discurso? Un poco, pero tú vas a estar a mi lado.

- Lo haremos genial -emito una sonrisa de seguridad.

Nuestras miradas se quedan conectadas durante unos segundos, pero el sonido de las puertas del auditorio abriéndose me obligan a apartar la atención de esos hermosos ojos. T/N se va con Iseul y Hana, mientras que yo me adentro a las instalaciones con los chicos. Jimin da suaves palmadas en mi hombro para transmitirme seguridad, sabe lo importante que es esto para mí. Hoy T/N y yo vamos a oficiar el discurso de clausura.

Ocupamos nuestras butacas atendiendo a las palabras de todos los docentes, pasamos a recoger las orlas y, por supuesto, la mención honorífica es para T/N. Nada más y nada menos. Se proyectan algunos vídeos emotivos de nuestro paso por la facultad, pero yo no soy capaz de pensar en otra cosa, los nervios me comen por dentro. Hoseok me mira y suelta una risilla que me hace sobresaltar.

- Tranquilo, va a salir bien -asegura.

- Ojalá tengas razón -admito soltando un resoplido y moviendo mis hombros de forma circular en un intento de aliviar los nervios.

Entonces, cuando todavía no estoy muy seguro de estar preparado, nos llega el momento de hacer el discurso. Sonrío para mí mismo por mi ingenuidad, ¿se está preparado en algún momento para esto? Los chicos me dan ánimos nuevamente mientras me levanto de la butaca tras la presentación del rector y los aplausos de nuestros compañeros. T/N y yo subimos por escaleras diferentes, pero nos dirigimos al mismo atril. Al llegar ella me regala, una vez más, una sonrisa con la que me intenta transmitir fuerza y ánimos. T/N comienza su discurso y yo espero pacientemente, aunque con el corazón martilleando mi pecho con violencia. Entre el público vislumbro a mi familia, me parece identificar una sonrisa orgullosa en el rostro de papá. Este impulso es suficiente para conseguir que me llene de fuerzas y seguridad para emitir mi discurso. Cuando T/N finaliza retrocede unos pasos, dejándome posicionarme frente al micrófono.

- Buenas tardes a todos -comienzo.

Tras un suspiro profundo dirijo mi mirada nuevamente a T/N, el brillo orgulloso de sus ojos me renueva la energía que me faltaba. Vuelvo a mirar al público acercándome al micrófono un poco más.

- La facultad nos aporta experiencias inexplicables e irremplazables, esta es la clausura de una etapa que sin duda nos va a marcar para siempre. Pero lo que más nos va a marcar y lo más valioso que nos aporta la facultad son las personas. A mí me ha regalado buenos compañeros, buenos amigos, buenos docentes y una buena novia.

El público parece ensimismado, confundido por la situación, pero expectante. Cuando miro a T/N sus mejillas emiten ese típico color rojizo de cuando se ruboriza. Su ceño está fruncido y, claramente, puedo leer en sus labios un mudo '¿qué haces?'. Sonrío después de su interrogante.

- Las personas no siempre se quedan en nuestras vidas eternamente, aunque algunas sí lo hacen y evolucionan en tu vida, cambian la forma de llamarse. Los compañeros pasan a ser amigos y los amantes a ser casados. De todas las formas posibles, nunca pensé que intentaría comprometerme de esta manera -dirijo mi mirada a T/N, que está todavía más estupefacta-, pero no me arrepiento en absoluto.

Me alejo ligeramente del micrófono y rebusco en el bolsillo de mi pantalón una pequeña caja. Me relamo observando a T/N directamente a los ojos y cuando consigo localizar la caja me apoyo sobre una de mis rodillas, ignorando todo lo que puedo el ruido del público murmurando entre sí. Abro la caja mostrando un reluciente anillo, se me forma un nudo en la garganta al ver a T/N tan emocionada como yo, con sus manos tapando su boca debido a la sorpresa del momento.

- ¿Quieres casarte conmigo?

Emito por fin la pregunta con tres sencillas palabras, pero que puede implicar el mayor cambio de nuestras vidas. Entre lágrimas, T/N se abalanza sobre mí y atrapa mis labios con los suyos, regalándome un beso ovacionado por los aplausos del público. Tras unos segundos nos separamos y vislumbro su rostro enrojecido, esta vez por el llanto.

- Sí, claro que sí -declara finalmente.

[Fin narración Taehyung]

Imagina con Taehyung: vida universitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora