Los hombres se paseaban por la habitación con paso arrastrado y lento, haciendo que la curiosidad e incluso el terror de Abraham aumentaran.
—¿Quiénes son ustedes? —preguntó por segunda ocasión, obligándose a mantener su voz firme y sin temblar. Lo habían traído desde la escuela alegando que lo habían visto actuar en su obra escolar y que querían ofrecerle una gran oportunidad que no se repetiría. Y ahora resultaba que ambos hombres estaban tan callados como un búho a medio día.
Uno de ellos, el más alto y que usaba un par de lentes de pasta gris, carraspeó y acomodó su corbata.
—Lo que sucede —empezó— es que tenemos un trabajo para ti. Si estás dispuesto a tomarlo te otorgará grandes beneficios.
—¿Trabajo? —preguntó Abraham, enarcando una ceja—, ¿qué tipo de trabajo?
—No podemos darte muchos detalles —habló el otro hombre, cuyos ojos estaban clavados en los suyos—, pero básicamente consiste en usar tus dotes del teatro y actuación.
Abraham se incorporó en la silla en la que estaba sentando, acercándose hacia el escritorio sobre el que habían montones de papeles y del cuál detrás se hallaban sentados los hombres.
—Eso suena bien, ¿qué debo hacer? ¿Será alguna obra o algo así?
—Más que eso —respondió el de lentes—. Necesitamos que te ganes la confianza y la amistad de un niño, de tu edad realmente.
Abraham frunció el ceño y cruzó sus brazos.
—¿Qué clase de trabajo es ése?
—Harás lo que te pedimos y conforme pase el tiempo te daremos más instrucciones. ¿Conoces el término espionaje? Te encargarás de algo similar.
—¿Espiar? ¿Voy a espiar a alguien? ¿A cambio de qué? ¿Qué les diré a mis padres?
El hombre de lentes soltó un suspiro frustrado y pellizcó el puente de su nariz.
—Tenemos todo bajo control, vendrás con nosotros a Liverpool...
—¡¿Liverpool?! No puedo ir a Liverpool... Eso queda a como cuatro horas de aquí.
—... Vendrás con la excusa de haber obtenido una beca en una escuela en Liverpool, hicimos los trámites y te la conseguimos así que todo es legítimo y legal. Te quedarás con una mujer que se hará pasar por tu tía lejana, y tú te harás pasar como un huérfano cuyos padres murieron en un accidente automovilístico, cuyo nombre es Charles Hall.
—Tiempo fuera, tiempo fuera —interrumpió Abraham, formando con sus manos la letra "T"—, ¿todo eso para que yo sea amigo de alguien y lo espíe? ¿No creen que están exagerando?
El hombre sin lentes —esta era la única forma en la que los podía clasificar, pues ambos eran muy parecidos. Quizá eran hermanos— soltó algo similar a un gruñido.
—No —contestó con tono mordaz—. Sabemos lo que hacemos y no lo haríamos de no ser porque es importante. No necesitamos que lo entiendas, sólo que accedas a hacerlo. Si no lo haces simplemente buscaremos a otro que lo haga.
—Es sólo... Es mucho para procesar —murmuró Abraham, con el desconcierto plasmado en sus ojos—, ¿me piden que me mude a Liverpool? No creo que mis padres me dejen...
—Lo harán cuando les digas que es una gran oportunidad para ti, que llegará semanalmente un pago a ellos como parte de la beca y que te quedarás con una confiable pareja de ancianos que aceptó alojarte.
—¿Eso pasará?
—Por supuesto. Excepto lo de la pareja, eso es sólo inventado.
Abraham mordió su labio inferior, sin estar del todo seguro de la oferta. Prácticamente le pedían que le mintiera a sus padres, a sus hermanas y a un niño que nunca antes había conocido. Pero lo que le daban a cambio era demasiado bueno para simplemente dejarlo ir: Le daban una beca en una escuela —y la verdad era que en múltiples ocasiones oyó a sus padres discutir este aspecto—, dinero para su familia que apenas estaba en condiciones para mantenerse... No podía ser egoísta y simplemente negarse. Debía hacer algo por su familia, ¿verdad?
Pasaron varios minutos en total silencio, hasta que Abraham decidió romperlo.
—Bien, lo haré —dijo—. Por más extraño y raro que sea el asunto.
El hombre de lentes sonrió.
—Sabía que aceptarías.
—¿Entonces tendré un guión o algo así?
—Sí, pero sólo para que tengas una idea de lo que harás y dirás, pero lo demás debe ser improvisado y natural. Nada de sospechas.
Abraham asintió con la cabeza.
—Bien... No creo que sea tan difícil hacerlo. Aunque, realmente debe valer la pena a donde quieran llegar con esto para esforzarse tanto.
—Lo hará, créeme. Lo hará.
ESTÁS LEYENDO
Fuera De Guión © [COMPLETA]
Teen FictionLa familia Foster puede definirse en una sola palabra: Solitaria. Los tres hijos de la familia son afamados por no tener amigos. Sin embargo la llegada de particular niño marcará el inicio de una serie de sucesos que los Foster nunca antes habían ex...