Capítulo 11. Cada loco con su cuento

23 8 17
                                    

Eileen estaba completamente dormida y soñando con cosas agradables cuando el tono de su celular la despertó de un sobresalto.

Restregó sus ojos con fuerza y soltó un gruñido desde el fondo de su garganta. Al mirar su reloj digital que se hallaba en la mesita al lado de su cama arrugó el entrecejo.

¿Quién demonios llamaba a las 3 de la mañana? Soltó un cansado suspiro y al ver que su celular seguía sonando decidió tomarlo y atender la llamada, la cual provenía de un número desconocido.

—¡Hola, Eileen! —le saludó la escandalosa voz de Liliane al otro lado de la línea.

Oh, perfecto.

Eileen pensó en cortar la llamada sin dar lugar a ninguna excusa o conversación, es decir, vamos, lo único que quería en ese momento era volver a dormir y no saber nada del mundo hasta que fuera el día siguiente, y sin embargo optó por responder, si se trataba de un asunto ridículo cortaría la llamaba, pero quién sabe, bien podía tratarse de algo importante.

—¿Qué sucede, Liliane? —preguntó sin evitar el cansancio que emitían sus palabras.

—¡Me voy a casar este sábado!

Eileen se sentó en su cama al oírla.

—¿Qué?

—Ya lo oíste, me caso en dos días, hemos decidido adelantar la fecha, todo es tan emocionante, estoy tan feliz.

—Espera, espera, ¿realmente este sábado? ¿Por qué?

—¡Porque Edward y yo no queremos esperar!

—Okey... Pero, ¿por qué me llamas a esta hora sólo para contarme eso?

—¿Qué hora es?

—Las 3 de la mañana, ¿acaso no tienes reloj?

—Oh, creía que era más tarde. Hum, no importa. Pero te llamo porque quiero que estés ahí y seas una de mis damas de honor.

—¿Dama de honor? —Eileen se preguntó en silencio si acaso seguía soñando y su sueño se había tornado en una clase de extraña pesadilla.

—¡Sí! Eres mi prima favorita, ¿sabías? No eres como las demás y aunque a veces eres algo rara sigues siendo más genial, aceptarás, ¿verdad? Tienes que hacerlo.

—No lo sé, Eileen, es algo grande, ni siquiera tengo un vestido y...

—¡No te preocupes por eso! Me encargaré de todo.

—... Y está la cosa de Math, sabes que no me gustaría asistir si él no está.

—¿Desde cuándo tú y él son tan unidos?

—Desde que somos hermanos.

—Mmm... Pues entonces Math puede estar, no es como si se fuera volver a pelear con Edward, ¿cierto?

Eileen soltó un suspiro, lamentándose por que las excusas para negar su oferta se estuvieran acabando.

Su madre seguro la mataba si se le ocurría decir que no. Pellizcó el puente de su nariz y mordió el interior de su mejilla con fuerza tratando de pensar qué hacer.

—Está bien —respondió tras unos minutos en silencio—, seré tu dama de honor.

—¡Gracias, Eileen! Ven conmigo después de tu escuela para probar que el vestido te quede, y trae a Fox y a su amigo, quiero verlos a ellos también. Una hora antes te mando la dirección.

—Ahí estaremos —bostezó ella, y tras oír que Liliane cortaba se recostó sobre su cama y miró al techo con la mente en blanco unos minutos.

Fuera De Guión © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora