𝔹𝕝𝕠𝕠𝕕 𝕝𝕚𝕟𝕖: 𝔽𝕒𝕝𝕝𝕖𝕟 𝔼𝕞𝕡𝕚𝕣𝕖

Capítulo 4

Park Jimin, diecinueve años. Vive en los mejores lugares de Busan, huérfano o bueno así se considera él.

Para ganarse la vida es bailarín de un club muy famoso llamado Lux, a él nunca le ha molestado bailar y provocar erecciones en sus espectadores. Es de un rango alto ya que gana mucho dinero.

Tiene el don especial del engañó utilizando sus habilidades y belleza como ventaja, es un ladrón profesional.

Ni si quiera te dará tiempo de reaccionar y si lo haces, tus bolsillos estarán vacíos para entonces.

♤Jungkook♤
El chico y yo pasamos una noche en aquel sintió espantoso, compré algo de ropa para ambos, lo suficientemente discreta para pasar desapercibidos, pero es realmente imposible cuando tu compañero es tan hiperactivo.

Había veces que simplemente quería meterle algo en la boca para que se callara.

—Y... ¿Cómo te llamas? —preguntó por octava vez.

—¿Qué dije que haría la próxima vez que me preguntarás eso? —pareció pensárselo un poco.

—Me meterías una bala en el culo por entrometido —lo miré levantando una ceja— Tengo derecho a preguntarte todo lo que quiera después de que secuestraras a mis hermanos, entrarás a mi hogar a la fuerza y luego simplemente lo destruyeras.

—Yo no provoque eso niño —levantó una ceja imitándome— Para ser tan "inteligente" actúas muy inmaduramente, estoy seguro de que eres un tonto y no puedes hacer la mitad de lo dices —se detuvo.

—No me subestimes...

—Como sea —le reste importancia— Tendremos que robar algunas entradas.

—¿A dónde iremos ahora?

—A reclutar a otro idiota como tú —este rodó los ojos— Iremos a un club que es muy famoso para las clases altas.

—¿El Lux? —mi atención se posó en él e hice una señal para que continuará hablando— Muchas personas llegan a mí pidiendo una entrada diciendo extasiados que es un lugar espectacular.

—¿Las robas y luego las vendes?

—No, yo las hago —sonrió— Se el diseño exacto, cada diminuto detalle...Ya sabes memoria fotográfica.

—Tienes que hacer algunas —asintió sentándose en el pavimento recargando su computador en sus exquisitos muslos— ¿Qué crees que haces?

—Amm...Trabajar —antes de que pudiese encender su computador lo tome del brazo para levantarlo— ¿Por qué me tocas? No me toques —se quejaba mientras comienzo a caminar, para nuestra suerte hay una cafetería así que nos adentramos al lugar para luego sentarnos— Gracias —murmuró después de que lo soltara y dejara sentarse.

—¿En cuánto terminaras?

—Si tienes tanta prisa hazlo tu... Pero si quieres que haga mi trabajo bien cierra la maldita boca —dijo para luego sumirse en ello.

Luego de exactamente una hora ya estaba todo listo, oprimió un botón haciendo que los boletos salieran del computador... Pero que mierda.
Me regalo una sonrisa totalmente falsa, levantándose de su asiento saliendo del lugar, lo imite.
Teníamos que apresurarnos más si no teníamos un medio de transporte.

¿Qué pasó con mi bello auto?
Bueno aquellos hombres nos atacaron dejándolo con un montón de hoyos y gracias al ingenió del estúpido chico nos salvamos de ser capturados.

Pasamos unas horas caminando y visualizando nuestro alrededor. ¿En qué lio me metí? Ya es la segunda vez que intentan matarme por un tonto capricho de mi jefe, luego de conseguir al hacker ahora vamos por un puto bailarín, esto es un error.

—Había escuchado tanto de este sitio, pero nunca vine, es asombroso —me quedé encantado al notar ese pequeño brillo que apareció en sus ojos, joder ¿me estaré volviendo loco? — Vam...

—Mierda —lo interrumpí al ver a los mismos hombres que querían eliminarnos.

Mire a todos lados buscando una salida o simplemente un lugar donde escondernos. Tome la mano de Taehyung llevándolo directo a un callejón a unos cuantos metros de la entrada. La cara de mi acompañante era de rotunda confusión.

—Sígueme el juego.

Cuando él estuvo a punto de replicar lo empujé a la pared acorralándolo, dirigí mi mano izquierda a su cintura mientras la otra la posee en la pared a la altura de su cabeza. ¿Me aprovecharía de la situación? Claro que lo haría.

Nuestros ojos se encontraron, le regalé una sonrisa coqueta para luego romper la distancia entre ambos juntando nuestros labios. Sentí como todo su cuerpo se tensó, pero poco a poco se relajó a medida que movíamos nuestros labios.

Me separe un poco supervisando que ya no estuvieran los hombres y cuando me asegure que desaparecieron, mire al chico frente a mi, ahora totalmente sonrojado que solo fue capas de murmurar "hay que entrar" y torpemente se alejó de mí.

Mostró su boleto a uno de los guardias dejándolo pasar, me apresuré haciendo lo mismo.
Este lugar realmente era grande y teníamos que darnos prisa si queríamos encontrarlo antes que aquellos hombres.

—¿A quién buscamos exactamente? —preguntó susurrando en mi oído ocasionando leves escalofríos.

—A él —saqué mi celular mostrándole una foto que tomé de la carpeta.

—Lindo —gruñí ante esa palabra.

—Camina.

Estuvimos paseando con cautela por el lugar hasta que vi como mi "compañero" había parado, lo miré con el ceño fruncido preguntándole el por qué de su acción, él solo miró al escenario apuntando.
Giré visualizando a un chico de cabellos rosados bailando con pasión a lo largo del tubo como si su vida dependiera de ello.

Lo encontramos...