⸻Finalizada⸻
El imperio Choi se ve obligado a salir en busca de los mejores criminales cuando el imperio Kim trata de robar mercancía y destruir sus territorios.
Comenzando así una guerra donde habrá amor, pasión, traición y sobre todo muerte.
⸻🃏⸻�...
Kim Seokjin mejor conocido como Jin. Veintidós años, vive en Daegu. Su familia murió en un accidente automovilístico, lo que provocó que se quedara solo. En su infancia estuvo en más de tres orfanatos ya que consideraban su actitud inapropiada.
Estudió tres años medicina.
Hasta donde se sabe trabaja vendiendo información o ayuda a realizar planes para atracos. Tiene informantes en la policía por lo cual sabe por dónde transitan.
Nunca hay fallos en sus elaborados planes.
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♤Jungkook♤
La luz del sol golpeaba como mil martillos mi rostro, provocando un dolor punzante en mi cien. Por el movimiento constante y el ruido de la bocina supuse que estaba en un auto, lentamente me incorporé y abrí mis ojos completamente, encontrándome con los avellanas del castaño.
—¡Que bueno que despiertas! Por un momento creí que estabas muerto —dijo para después pasarme una botella de agua.
—¿Dónde estamos?¿En qué parte de Busan estamos? —el auto se detuvo y el chico pelirosa se giró.
—Estamos es Daegu —abrí mis ojos a más no poder para luego fruncir el ceño.
—¡Oye! No nos mires así, no sabíamos a donde ir y tu estabas inconsciente —levante una ceja sin dejar de mirarlos fijamente— A mitad de caminó despertaste, intentamos preguntarte a donde debíamos de ir, pero tu solo te portaste como idiota...Más idiota de lo usual —Taehyung me miro de la misma forma.
—Incluso te querías desnudar para mostrarnos tus tatuajes —se burló el bailarín— ¡Oh, casi lo olvidó! Tampoco dejaste de mencionar lo hermoso que es TaeTae —me puse algo nervioso, hice una mueca en un intento de disimular.
—¡Pero Jimin! Prometiste que no mencionarías eso nunca más, es vergonzoso...
—¡Cierren la puta boca! —bufé molesto— ¿Qué pasó anoche?
—Una extraña droga entró en tu sistema, luego de eso lo tipos malos nos atacaron —suspiro el castaño— Y aquí estamos, ¿Buscaremos a alguien más?
—Lamentablemente faltan cuatro de ustedes.
—¿Y para qué nos necesitan?, si nos persigue gente con armas debe de ser importante ¿no?
—De nada sirve que le preguntes, no te dirá...solo frunce el ceño y se queda callado —rodé los ojos.
—Yo conduciré, anda baja del auto.
Obedeció bajando y dejarme libre el asiento del conductor. Arranque paseando por las calles mientras buscaba mi teléfono, aunque me cueste decirlo necesito llamar a Minjae, me niego a pedirle ayuda al hacker que tengo a mi lado. Mi teléfono empezó a vibrar, fue como si ese chico hubiese leído mi mente.
