Capítulo 17

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Maratón 2/3♠

Taehyung

—¿Y en dónde queda la diversión si te lo digo ahora? —ríe nuevamente apartándome con delicadeza de su cuerpo— Empecemos por el pequeño. Tienes hasta que finalice la velada para encontrarlo, de lo contrario será entregado al mejor postor.

Esas palabras retumbaban en mi mente a la vez que caminaba en busca de Jungkook, no me importo a cuantas personas empuje, ni sus estúpidas quejas, quería encontrarlo lo más rápido posible. Mi cuerpo tembló cuando de imprevisto sujetaron mi brazo llevándome fuera de la pista de baile. Me calme al reconocer a la persona.

—¿Qué fue lo que te dijo? —preguntó mientras me tomaba por los hombros.

—Él sabe que estamos aquí y me dejó en claro que mis hermanos están aquí —lo miré nervioso— Debemos darnos prisa si los queremos de vuelta, el muy enfermo los vendió, nos dio hasta que terminé la fiesta para encontrarlos.

—Calma, mandaré un mensaje a los demás para que me confirmen si encontraron algo.

—Hay que subir, es más que obvio que ahí los encontraremos —dije caminando al elevador, pero se interpuso en mi camino.

—Si, por eso mismo debemos esperar a los demás, dudo que no elaborarán alguna que otra trampa. Nosotros solos no seremos capaces de acabarlos.

—No creí que fueras un cobarde —empujó su lengua contra la mejilla, haciendo un sensual gesto que me demostró que herí su ego.

—Vamos, pero de igual forma les diré que nos alcancen —envío un rápido mensaje.

Las puertas metálicas se cerraron, en la pantalla del elevador se marco el número de cada piso, como una cuenta regresiva a un suceso del que podríamos arrepentirnos el resto de nuestras vidas. En el penúltimo piso el pelinegro se preparo con su arma, listo para atacar aquello desconocido.

Último piso.

Lo primero que hizo fue asomar su cabeza despacio, asegurándose de que el pasillo estuviese vacío.

—Mantente cerca.

Sin peros caminé detrás de él, alerta, con los nervios a flor de piel. En este momento, todo puede pasar y no habrá vuelta atrás.

—Lo que buscamos esta en el antepenúltimo cuarto del pasillo —Jungkook giró su cabeza confundido— Cuando salieron del elevador Soohyun guardaba un papel en su bolsillo trasero donde tenía una clave y número de habitación, así que al bailar...la robé —pude notar una pequeña sonrisa burlona en su rostro.

—No es tan listo como cree.

Estando fuera del cuarto, hizo que me recargara en la pared al igual que él, golpeo la puerta suavemente con sus nudillos esperando que abrieran. Al no recibir respuesta saque de mis bolsillos el papel para luego entregarlo.

—Sabes que existe la posibilidad de que haya hombres armados hasta los dientes, listos para disparar en el momento en que abra esta puerta.

—Estoy muy consciente de ello, por eso te quedarás justo aquí y me avisaras si vez algo fuera de lugar —fruncí el ceño.

—¿Estas loco? Iré contigo, mis hermanos están involucrados en esto.

—Por eso no dejaré que mueras. No tomare el riesgo, obedece —cerré los ojos asintiendo frustrado.

—Si tardas o pasa algo entraré por ti —se acercó para besar mi frente para proceder a poner el código y sin más entrar, no sin antes guiñar un ojo.

A partir de eso, solo fue silencio. No lograba escuchar voces, pasos, golpes o lo que más temía disparos. Solo silencio.

Todo estaba anormalmente tranquilo, esto es demasiado fácil, alguien tan poderoso como ellos pondría seguridad hasta el tope, tanto que ni siquiera hubiésemos salido del elevador con vida, algo malo pasará. Saque mi celular llamando al de Jimin, cuatro tonos y nada. Suspiré comenzando a morder mis labios con nerviosismo. Di un respingo cuando la puerta se abrió de golpe, era la Parca sosteniendo a un pequeño niño entre sus brazos.

—¿Tete? —mire sin creer—¡TETE!

Grito mi pequeño hermano saltando de los brazos del contrario para correr a mí, sin dudarlo me puse de rodillas para recibirlo en un reconfortante abrazo. Al sentirlo entre mis brazos una paz inundó mi ser y sin evitarlo solté un par de lágrimas, besé su cabeza antes de acunar su rostro entre mis manos. Pude observarlo mejor como sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar y tenía unas pequeñas bolsas oscuras debajo de ellos, sus labios estaban resecos y pálidos, su cabello opaco, más largo y lo delgado que se ha puesto, también no pasé desapercibido los moretones en sus muñecas.

—Lamento mucho haber tardado tanto —dije con voz rota.

—No importa. Ya estás aquí —mostró una tímida sonrisa— Hice lo que pidió Hyoyeon y no le tuve miedo a esos tipos malos —asentí orgulloso.

♤Jungkook♤

—No quiero interrumpir este lindo momento, pero hay que irnos.

—Trate de localizar a Jimin, pero no respondió —comentó mientras se ponía de pie y sujetaba la mano del mini castaño.

La puerta que va a las escaleras se abrió abruptamente y sin previo aviso salieron hombres armados, disparando a matar. Intentando escapar corrimos a uno de los elevadores, pero tuvimos de detenernos cuando salieron cinco hombres más apuntando, bloqueando que llegáramos al segundo. No lo dude y dispare para acabar con ellos rápidamente. Taehyung acciono el botón, pero las puertas no abrían y como si no fuera más de esos tipos salieron de algunas habitaciones.
No podía con ellos, si trataba de eliminar a los del lado derecho, los del lado izquierdo se acercarán con más velocidad.

Estamos acabados.

Sentí como quitaron el arma que escondía en el cinturón, giré para ver como mi castaño puso a su hermano entre los dos para cubrirlo y empezaba a disparar a los que salían de las habitaciones, sonriendo un poco hice lo mismo del lado contrario. En el piso no se escuchaba otra cosa que no fuera el sonido estruendoso de los disparos y cuerpos cayendo a peso muerto, nos quedábamos sin balas y las puertas de metal seguían sin querer abrirse. Retrocedí en el momento en que una bala impacto en mi brazo, Taehyung alarmado dejo de disparar cubriéndose.

—Toma —dijo entregando su arma.

—¿Por qué me la das?

—Tengo una idea. Sé que estas herido, pero necesito que me cubras y dispares al cerrojo de la habitación —apuntó a la que teníamos enfrente para luego mirar a su hermano— Me alejaré un momento, no te separes del hombre bueno —asintió obediente sujetando mi saco.

—Explica que es lo que quieres hacer. ¡Ahora!

—Estos hombres están más armados que nosotros, tienen granadas con ellos, estamos acorralados y se acaban las balas —disparé al cerrojo abriendo la puerta— No nos queda de otra. Cuando ocurra la explosión protege a Yeonjun, por favor.

Sin darme tiempo de responder avanzó mientras yo disparaba a ambos lados del corredor, vi como esté se agacho tomando las granadas de un cadáver.

Se escuchó un leve clic.

Rápidamente fueron lanzadas a sus costados y entró a la habitación. En ese momento el elevador se abrió y aproveche a entrar cubriendo con mi cuerpo al pequeño del fuego y escombros.

𝔹𝕝𝕠𝕠𝕕 𝕝𝕚𝕟𝕖: 𝔽𝕒𝕝𝕝𝕖𝕟 𝔼𝕞𝕡𝕚𝕣𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora