Pláticas

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Nadie sabía que decir, en un momento tenían a un pequeño Harry junto a Draco y al siguiente un pequeño lobo corria alrededor de un sonriente Draco, quien parecia no importarle las caras de completa sorpresa de los adultos. Sin duda su nuevo amigo era muy divertido... Él también quería volverse un perrito.

-Eso sin duda es una completa sorpresa-. Expresó Abraxas saliendo de su asombro y observando detenidamente las expresiones que pasaban por la carita de su nieto. Aquello se estaba volviendo complicado.

-¿Sorpresa?, ¡¿sopresa?!-. Casi grito Sirius, él estaba completamente seguro de que su ahijado no podía hacer eso. Ni en su otra vida ni en ésta. ¿Qué diablos pasaba?

-Calma Sirius, esto probablemente tenga una simple explicación. Tal vez de parte de Lily había un gen sin evidenciarse y decidió hacerlo con Harry-. Dijo Remus tratando de calmar a su mejor amigo sin volverlo más loco.

Las palabras de Remus entraron en su mente y más que calmarlo lo inquietaron más. Todavía estaba ese pequeño detalle que no había comentado con su amigo y uno de las principales razones por las que había accedido a ir a la Mansión Malfoy, aunque en algún momento iba a tener que enfrentarlos si es que las miradas entre Moony y el peliteñido de Lucius significaban algo.

-Eso tendría sentido si Lily fuera la madre de Harry... Cosa que no es-. Si la transformación de Harry en lobo los habia sorprendido las palabras que salieron de la boca del animago los dejó mudos.

-¡¿Qué?!-. Gritaron Remus y Lucius, Abraxas sólo podía observar a Black pidiendo una explicación con la mirada.

-Hace un tiempo se leyó el testamento de James-. Sirius lanzó una mirada a Remus dandole una disculpa por no haberlo notificado y es que en ese tiempo contactar con el hombre lobo era imposible-. En el se me concedía la custodia de Harry y que bajo ninguna circunstancia debía quedar bajo el cuidado de la familia de Lily ya que ella no era la madre de Harry, no tengo idea quién sea la madre o si James lo es.

Las palabras del animago cayeron en un denso silencio, nadie esperaba esa información y sólo hacía que los acontecimientos del 31 de octubre se volvieran más confusos. Nadie sabia a ciencia cierta qué era lo que había pasado y cómo es que el pequeño seguía con vida. Tendrían que esperar a que llegara el invitado de Abraxas para que todo pudiera aclararse o eso esperaba.

-James nunca comentó sobre otro intereses amoroso, siempre hablaba de Lily y de como serían felices toda la vida-. La confusión en Moony era entendible, todos conocían el amor enfermizo que le profesaba a la pelirroja y como la seguía a todas partes tratando de conseguir su atención.

-Por eso mismo todo es extraño, pero no puedo concentrarme en eso ahora, mi prioridad es Harry y hasta que sienta que se ha adaptado a ésta nueva vida no puedo enfocarme en otros asuntos-. La voz de Sirius estaba teñida de seriedad, algo completamente diferente al Sirius que él conocia pero ya habría tiempo de hablar.

Draco observaba a su nuevo amiguito y la manera en que le lamia la cara le daba cosquillas. Con una idea en mente y con toda la determinacion que podría tener un pequeño de año y medio se acerco a su nuevo papá y pidió que lo cargara.

Remus no pudo evitar la sonrisa en su cara ante la petición del pequeño Draco, por Merlín era su hijo y habían estado bastante tiempo separados como para no cumplirle cada cosita que quisiera.

-Yo quedo pedito-. La voz sería de Draco sacó una sonrisa en los demás aunque serías estaban debatiendose entre reirse o indignarse ante la idea de que el pequeño Malfoy se quedará a su ahijado.

-Oh, Draco, Harry no es una mascota es tu nuevo amigo-. Remus estaba muy agradecido de que Draco no hubiera heredado su maldición, según le había informado Lucius, en ninguna luna llena se mostraron sintomas y mucho menos transformaciones.

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