Alguna verdad

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Sirius analizaba cada detalle de la situación. No podían sorprenderlo con la guardia baja, se estaba arrepintiendo de haber ido a la casa de los Malfoy. Lulu era una desgraciada por no haberle dicho más detalles del lugar al que lo enviaban, ahora tendría que pensar muy bien sus siguientes pasos para evitar perjudicar a Harry.

Abraxas se consideraba un hombre que siempre tenía una solución para cada problema desde una pequeña suma de dinero hasta la posible desaparición del individuo pero por primera vez no sabía exactamente como proseguir, era obvio que contra el hombre que acababa de llegar no podría hacer nada, despues de todo era un amigo y antiguo maestro. Lo mejor seria mantener la calma para evitar posibles... Ataques.

Lucius y Remus eran simples espectadores ante la escena que se desarrollaba ante ellos, el pequeño Draco seguía en brazos de su "madre" y miraba atento como el hombre misterioso tenía a su amigo en brazos. ¿También sería su mami?

Tom estaba más confundido que cuando llegó y aquella bolita de pelos se estampó contra él. Si bien sabía que Abraxas tendría visitas nunca se imaginó que serían dos leones. Las cosas si que habían cambiado mucho desde su visita a los Potter.

-Nunca imaginé ver un perro en tu casa, Abraxas, ¿es una nueva colección?-. Conocía el gusto extraño del Malfoy por coleccionar criaturas increíbles o poco usuales, prueba eran los pavos albinos que tenia adornando su jardín como si fuera lo más normal del mundo.

El grito indignado de Sirius sobresaltó a todos en el salón, con el entrecejo fruncido quitó a su ahijado de los brazos del señor oscuro para después acercarse a Remus y pegarsele lo más posible, tratando de encontrar algo de cordura con todo lo que estaba sucediendo. Que día tan largo.

-Nada de eso, Tom, el pequeño perrito que tenías en brazos es nada más y nada menos que Harry Potter-. Dijo como si nada el Malfoy mayor.

La información que le había proporcionado su amigo lo dejó sin palabras. Harry Potter se encontraba convertido en perrito... Mucho antes de tiempo. No se suponía que las cosas sucedieran de aquella manera. Necesitaba todos los detalles desde su "muerte" para saber cuál sería su próximo movimiento... Aunque podría sacrificar un poco de su tiempo para pasar tiempo con el padrino del niño y descubrir las cosas de una manera más... Placentera.

-Eso es una completa sorpresa, teniendo en cuenta que su transformación debía de darse hasta dentro de unos años-. Tom seguía observando al perrito en brazos de Black, sin duda era igual que su padre.

-¿Qué?-. Pregunto Remus ante la mudez de los demás asistentes en la sala-.¿A qué te refieres con que no era el momento?

-Sencillo, su herencia de lobo se supone, debía manifestarse poco antes de entrar a Hogwarts, parece que algo aceleró el proceso y es por eso que logró la transformación completa-. Dijo Riddle como si diera una catedra-. Caso contrario con tu hijo que al parecer completara su proceso hasta dentro de unos años.

Eso no era una lluvia de información, era una tormenta que claramente no sabian cómo calmar. ¿Herencia de lobo? Nunca habían escuchado nada de eso, sabían que el gen podía heredarse pero se mantendría como una maldición. Lo que había comenzado como una pequeña reunión para crear lazos y recomponer los que viejos se había convertido en pequeños problemas que tenían que resolver en ese mismo día para saber como porceder en el futuro.

-Tal vez encontremos todas las respuestas en Gringotts-. La voz de Severus sacó a todos de sus pensamientos. La expresión en la cara del hombre no había cambiado pero la ansiedad se podía notar en sus ojos. ¿Qué trama?, pensaba Sirius despues de observar detenidamente a su exenemigo-. La hora de la cita en el banco se acerca y creo recordar que los duendes no son muy pacientes.

SerleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora