¿Ángel o Demonio?

Capítulo 20

Sam atenida a Tobías lo mejor que podía, pero miles de pensamientos atravesaban su cabeza impidiéndole pensar con claridad.

No solo había descubierto que Enrique era un ser diabólico. También le había atravesado un ojo.

Su hermano, su pequeño Lucas, cabía la posibilidad de que estuviese vivo.

Y Ángel, el bueno de su vecino tenía un sótano lleno de armas y una mujer desconocida encadenada.

Por no hablar de Tobías quién se estaba desangrando delante de ella con una barra atravesando su corazón.

- Quién eres Ángel? - le preguntó Sam escéptica.

-Es difícil de explicar. -

-Pues mira de hacerlo fácil. -

-Primero Tobías. Hay que sacarle esa barra.-

-No puedo sacar la barra si lo hago se desangrara en cuestión de segundos. Una parte de su corazón está siendo atravesado por una barra, no entiendo ni cómo sigue latiendo, es imposible.

-¿Y qué hacemos?

-Necesita ir a quirófano con un cirujano, y seguramente un trasplante de corazón.

-Como verás no tenemos quirófano, ni un banco de sangre ni corazones de repuesto. Tendrás que apañarte con lo que hay.

-¿Estás loco? !Podría matarlo! Yo no soy cirujana, ni siquiera cardióloga .

-¿Qué crees que pasará si volvemos a ese hospital, Sam? Enrique nos mataran a los tres.No podemos llevarlo al hospital y no conozco ningún medico aparte de ti. Así que aprovecha esos años de facultad y salvale la vida.

-Está bien.Necesito mantas, lo más limpias posibles, agua caliente, algo de desinfectante, hilo, aguja. Esto servirá. - le dijo cogiendo algunas herramientas de tortura.

Cuando Ángel se alejó para buscar el material quirúrgico improvisado la mujer encadenada le dijo a Sam:

-Yo se como salvarlo.

-¿Eres médico? - le pregunto mientras hacía presión en la herida de Tobías.

-No exactamente. - le dijo riendo.- Soy Lucífugo Rofocale. -

-¿Debería sonarme el nombre?

-Seguramente no, ya que eres una inculta.- le dijo resignada- Puedes llamarme Lucy, y te interesará saber que yo puedo salvarle y tu no.

Entonces Sam se fijó en ella, tenía el pelo de un inmenso color azabache, igual que sus ojos, vestía ropa provocativa y la sangre manchaba su perfecta piel blanca.

No le había prestado demasiada atención hasta ahora, y mira que era raro teniendo en cuenta que había una mujer atada en un sótano escalofriante.

-¿Como vas a salvarle? - le pregunto Sam curiosa.

-Primero suéltame. - le propuso Lucy.

-Nadie te va soltar demonio. - dijo Ángel entrando por la puerta con el instrumental.

-¿Demonio? - jadeó Sam.

-Claro. ¿Que esperabas que ató a jóvenes inocentes en mi sótano? - declaró Ángel molesto mientras le daba todo el instrumental a Sam. - Está demonio es la culpable de que Tobías ya no sea humano. - dijo enfadado.

Sam corto la camiseta de Tobías dejando a la vista su hermoso torso ahora manchado de sangre y examinó la herida.

-¿Tienes el desinfectante?