Capítulo 27

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-Porque no te afecta la sangre de ángel? - le preguntó Tobías zarandeándolo.

-Mi creador es el mismísimo ángel portador de la luz. El lucero del alba. Nos a protegido de vosotros los cazadores.

-Lucifer ya no es un ángel. - le dijo Ángel. - Es el rey del Infierno.

-Idiota..Lucifer sigue siendo un ángel. Lo llaman ángel caído, pero es tan ángel como cualquier otro. Y mucho más fuerte que ese arrogante y pecador de Miguel.

-Pero...entonces cómo vamos a liberar a mi Joseph? - preguntó Mery.

-No te lo voy a devolver nunca. Los pocos años de vida que le quedan los pasara conmigo. - dijo diabólicamente.

Entonces Mery salió corriendo en medio de un ataque de ansiedad.

-Ir con ella.Yo le vigilo. - dijo Sam mientras Ángel y Tobías la siguieron intentando calmarla.

-¿Porque haces eso? - le pregunto cuando se quedaron a solas. - Porque haces sufrir a un hombre que no te ha hecho nada.

-Este hombre ha matado a cientos de los míos.

- Vosotros habéis matado miles de los suyos.

-Es la guerra. En la guerra siempre muere gente. Tu lo sabras bien.. - le insinuo.

-¿Que has querido decir?

-No eres tonta. Sabes que vendrán más y más demonios a buscarte. Por cada diez cazadores que vengan a ayudaros Lucifer enviara veinte demonios y así hasta que todos los que te protejan mueran. ¿La cuestión es quién morirá antes? Ángel? Mery? o Tobías?

-Yo no le he hecho nada a Lucifer. - grito Sam frustrada.

- Es lo mismo que con Joseph, Joseph no me ha hecho nada a mi, pero es parte de esta guerra. Yo podría tragarme su lengua ahora mismo o dejar de respirar voluntariamente y ninguno podríais impedirlo. Solo mirar y llorar. - le dijo amenazadoramente - O, también podrías salvarlo. No solo a Joseph, sino también a Mery, a Ángel, a Tobías, a esos estúpidos cazadores e incluso no nos comeríamos a tu amiga Beth.

Sam paró en seco al escuchar el nombre de su amiga Beth, hacía semanas que no sabía nada de ella.

Nunca pasaban tanto tiempo sin hablarse, siempre se llamaban o se presentaba en su casa con comida china.

¿Y si es verdad y la tienen? ¿Y si le han hecho daño?

Corriendo cogió su móvil y marcó su número, al segundo timbre contestó la voz de Enrique.

-Queridisima Samara. No esperaba tu llamada tan pronto. ¿Quieres pedir perdón por mi ojo? ¿Negociar tu contrato en el hospital?¿O vas a entregarte a mi para que te pueda torturar como te mereces?

-¿Donde esta Beth? - exigió saber Sam.

-Tu amiga policía está aquí. Ha venido a tomar el té. - le dijo irónicamente - Has sido muy desconsiderada Sam. Beth lleva más de una semana secuestrada y tu ni te enteras. En cambio cuando la llamé para decirle que había desaparecido vino corriendo al hospital. Pobre amiga tuya.

-Suéltala. Ella no tiene nada que ver en esto. - dijo furiosa.

-Todos tenemos algo que ver, Sam. Es una guerra, hay peones como Beth o alfileres como Tobías. Tu eliges a quien quieres sacrificar primero. Pero la verdad es que al final todos mueren, solo queda la reina y el rey. Y en tu caso, no eres ninguno de los dos. - dijo riendo diabólicamente.

-Entonces me sacrificó yo. - dijo mirando al padre de Tobías atado y sangrando por culpa de ella - Pero con una condición. Libera a Joseph y a Beth.

-El papa cazador puedo liberarlo ahora, pero Beth solo será libre cuando vengas a buscarla. Y te aviso, si no vienes sola todo el que venga contigo morirá.

Todos estaban sufriendo mucho por su culpa, Tobías había sido herido, Beth secuestrada, Joseph poseído,¿que sería lo próximo algún muerto? 

Sam no podía permitir eso, no por su culpa.

Quería mucho a Tobías y le gustaba su familia, la habían tratado como una hija más, no podía permitir que sufrieran más. Ya habían sufrido bastante.

-Dime la dirección y ahí estaré.

¿Ángel o Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora