sᴏʟᴏ ᴛᴇ ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴀ ᴛɪ • ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

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ꕤ ᴛ/ɴ, ᴛᴜ́ ɴᴏᴍʙʀᴇ ꕤ

Ambos teníamos una sonrisa en nuestros rostros, nos abrazamos, era uno de esos abrazos en los que no te quieres separar nunca de esa persona, yo era tan feliz de tenerlo en mis brazos, por primera vez valoraba al ser humano que tenía como mejor amigo y posiblemente como pareja. Inclusive tenía ganas de llorar de la felicidad, todo lo que había deseado decirle desde que entré en aquel coma por fin pude confesarlo, soltarlo de mi pecho.

—Seamos felices, ¿quieres? —preguntó ansioso

—Por supuesto que quiero...

Nos recostamos en el sofá/cama, mirando el cielo, tan precioso con sus billones de estrellas, un color azul obscuro, junto a la preciosa y enorme luna color blanca, Aidan me abrazó por la cintura y recostó su cabeza en mi pecho, yo coloqué mi mano en su cabello y una pierna encima de la suya, no necesitábamos de nada más para que este momento fuera de los mejores.

Sentí la respiración tranquila de mi mejor amigo, se había dormido, yo no podía dejar de presenciar el maravilloso cielo que tenía frente a mi, tenía una media sonrisa, no sabía como reaccionar, por fin pude decirle mis sentimientos a Aidan pero, ¿y si esto solo es un capricho mío para que no este con Mackenzie? Realmente lo quiero pero lo que menos deseaba era que si algo salía mal entre nosotros podía terminar cualquier tipo de relación entre nosotros.

Mil pensamientos negativos se comenzaron a apoderar de mi mente, ¿cómo algo tan lindo se podría arruinar en cualquier momento? Era una realidad que sinceramente no quería afrontar, no podía con esta sensación, incluso fue imposible que no salieran un par de lágrimas, no quería arruinar nuestra maravillosa amistad por un noviazgo, era el ser humano más maravilloso que pudiera existir en la faz de la tierra, pero no podríamos estar juntos, no podía, ni quería lastimarlo... Por muy increíble que sea este momento, no quiere decir que así sera siempre, lo mejor era que fuera feliz... Pero no conmigo.

———☀———

Amaneció, yo desperté por los rayos del sol, a mi lado tenía un tierno Aidan con su boca entreabierta, sus ojos cerrados mostrándome de mejor manera sus pestañas, miré detalladamente aquel rostro, con pequeñas pecas que ligeramente se le notaban, un lunar y su ligera respiración tan pacífica, fue inevitable no tomarme una foto.

Comencé a acariciar su mejilla para que poco a poco comenzará a despertar, lentamente comenzó a abrir sus ojos, al verme frente a él, me dio una gran sonrisa.

—Me encanta que tú seas lo primero que vea al despertar.

Yo sonreí ampliamente, algo que debía de reconocer es que Aidan era un gran fanático del romanticismo y eso me lo estaba demostrando en estos momentos.
Se acercó a mi para dejar un cálido y corto beso en mis labios, sonreímos en medio de este para después levantarnos, nos dirigimos a la cocina donde se encontraban mi madre y hermano, mejor dicho, mellizo.

—Justamente le estaba diciendo a tu hermano que los fuera a despertar, pero que bueno que ya lo hicieron sin necesidad de molestarlos. —dijo mi madre sonriendo

No contestamos a eso, solo le regalamos una amplía sonrisa a mi madre, nos sentamos para comenzar a desayunar, entre pláticas y risas fue como transcurrió el desayunó, al terminar tanto mi madre como Noah se fueron de la mesa dejándonos a Aidan y a mi solos.

—¿Qué te gustaría hacer el día de hoy pequeña? —dijo mostrándome su tierna sonrisa

—Pues... ¿Te parece si... —iba a continuar hablando pero me interrumpió el timbre de mi casa, me levanté —¿quién podrá ser?

—Investigemoslo. —contestó Aidan sonriendo

Ambos nos dirigimos a la puerta, la abrí y mostrándome del otro lado a Mackenzie, mierda.

—¿Se puede saber que haces en mi casa Mackenzie? —pregunté con los brazos cruzados

—Oh, no creí encontrarlos a los dos juntos pero me alegró porque así podre hablar mejor con ambos. —contestó con una sonrisa amable —¿puedo pasar?

—Amm, supongo que si. —dije confundida

Me hice a un lado para dejar pasar a Mackenzie, Aidan al verla me miró confundido, yo únicamente me encogí de hombros. Nos quedamos parados sin decir nada, al menos para mi aquel silecio era bastante incómodo, pero por lo que notaba para Mackenzie no lo era.

—Bueno, pues antes que nada quería pedirte una disculpa por lo que sucedió ayer entre nosotras. Ninguna debió comportarse de esa manera ¿si?

—Claro... Supongo que yo también te pido perdón por haberte dado aquella bofetada...

—Pero olvidemos eso ¿si? Ayer Aidan me hizo recapacitar que si en algún momento él y yo nos hacemos novios, tú y yo tendremos que convivir, al final de todo eres su mejor amiga, por lo que para comenzar desde cero quería invitarlos a una fiesta ¿qué opinan?

—Aceptamos ir a la fiesta pero antes que nada quería decirte algo Mackenzie... —dijo Aidan mirándome

—Tendrá que ser en otro momento cariño, tengo que irme porque Madie me esta esperando en su auto. Los veo hoy, la fiesta comenzará a partir de las 8:30, será en casa de Jhonny Orlando.

Mackenzie se acercó a mi para darme un beso en la mejilla de forma de despedida, mientras que con Aidan se acercó para darle un corto beso en los labios, sin más salió de mi casa.

—¿Qué demonios acaba de suceder aquí? —pregunté confundida

—Al parecer saldremos de fiesta hoy por la noche.