Carrera Décimo primera

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— Aún recuerdo cuando Jungkook quedó tan impresionado de que un hyung de la universidad fuera tu amigo, estuvo todo el día hostigandome con preguntas para viejos - los dos soltaron una risa.

Llevaba casi una hora hablando, el entrenamiento estaba por acabar.

— ¿Cómo están los chicos? — Heechul se encogió de hombros.

— Tan bien como pueden estarlo —  Yoongi asintió, mirando el pie de Heechul moverse inquietamente, suspiró levemente.

—¿Qué tienes que decirme? — el chico de pelo oscuro soltó una risa rendido.

— Nunca he podido ocultarte nada...

El silencio reinó por unos segundos.

— Yoongi... Yo no volví por la promesa que te hice — el pálido mantuvo sus ojos en el piso — la verdad es que después de salir de Seúl me di cuenta de muchas cosas.

— Me imaginó que muchas de esas cosas es que no eres gay — el silencio volvió de nuevo.

— Yoongi...

— Te dije que no me prometieras algo no podías cumplir, sin embargo lo hiciste — Heechul jaló su cabello hacia atrás, mirando estresado al suelo — ¿la razón de que estés en Seúl tiene nombre?.

— ... Momo — el pálido soltó una risa.

Y después de tragarse todos esos sentimientos negativos pudo levantar la cabeza; mirar con una sonrisa falsa a Heechul.

— ¿Por qué suenas tan afligido? Vamos hyung, lo que pasó entre nosotros no tiene tanto significado — el mayor lo miró con ilusión.

— ¿Hablas en serio, Yoongi?

— Si, deja de estar tan preocupado, no es como si te hubiera esperado por seis años, la verdad — Heechul suspiró, mirando alegre al pálido.

— ¡Que susto! Sigues siendo todo un capullo, pensé que me odiabas — Yoongi sonrió a medias.

— No puedo odiarte, hyung.

Yoongi revisó la hora en su celular.

— ¿Que hora es? — el pálido le mostró la pantalla — las seis... Tengo que irme.

El pálido asintió levemente.

— No hay problema ¿Te quedas más días en Seúl?.

— Tengo una agenda algo apretada, pero a penas tenga tiempo prometo llamarte.

Se despidieron con un abrazo, unas cuantas palabras, Heechul se fue dejando a Yoongi solo en las graderías.

Casi sólo.

Yoongi se quedó de pie, viendo como su hyung se alejaba lentamente.

Pudo sentir su corazón siendo lastimado, otra vez.

Se dio la vuelta para recoger su maleta e irse, pero se topó con una sombra, la sombra de Jung.

Se miraron por unos segundos sin decir nada.

— Explicame algo ¿como es posible que ese tipo se vaya así de sonriente, cuando en tus ojos se puede ver lo triste que estás?

Polos Opuestos - Hopega - Yoonseok - sopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora