Carrera Décimo Cuarta

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El sol se reflejaba en el cielo, un paisaje realmente agradable desde una azotea.

Yoongi observaba a Hoseok con curiosidad.

El chico podía tener tantas personalidades en un día, era alegre, luego se enfadada y al final terminaba triste; era tan sencillo leerlo que le daba miedo empezar a saber exactamente en qué estaba pensando.

Se acercó, observando el paisaje de las últimas horas de la tarde.

— Suelo venir muy seguido aquí; me concentro muy plácidamente — Yoongi asintió sonriendo.

— Yo suelo estar en los patios traseros, no están tan concurridos y son bastante silenciosos — el silencio se presentó, la verdad era que Yoongi se sentía raro después de haber besado a Hoseok, no sabía cómo hablarle.

— Vale... Mmm, creo que visitaré más los patios traseros desde ahora — eso salió tan de la nada, tomando con la guardia baja a Yoongi.

— ¿Puedo considerar eso como un coqueteo?.

— Cada palabra que sale de mi boca es un coqueteo para ti.

Los dos se miraron con vergüenza; el ambiente era tan raro.

— Ammm ¿cuál es la apuesta? — preguntó tratando de cambiar de tema.

Hoseok se río nervioso, rascando su nuca.

— La verdad es que no hay una apuesta, es solo que no se como más iniciar una conversación contigo, esto fue lo primero que se me ocurrió — Yoongi asintió timido; casi muere por la ternura que Hoseok le estaba causando.

— Puedes iniciar muy fácil una conversación conmigo, solo dime "hola" y yo me encargaré de hacer que fluya.

— Una conversación no puede depender de una persona.

— Entonces da de tu parte, dulzura.

Los dos se miraron incómodos.

Las mejillas de Hoseok se tiñeron de rojo ¿acaso había escuchado bien?.

— ¿Dulzura?...

— ¿Algún problema?.

Desde Pekin se podía oler la tensión sexual.

Polos Opuestos - Hopega - Yoonseok - sopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora