"Cuartada"

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Ambas caminaban a paso rápido dirección a comisaría. Estaban decididas a que soltaran a Hugo. Pero cuando quedaban pocas calles para llegar, a Samantha se le ocurrió algo que podría cambiar todo.

-¡Espera!- Cogió a María del brazo.

Ella la miró enfadada.- ¿Qué te pasa? Tenemos prisa, ¿Te acuerdas?- Empezó a caminar otra vez.

-¡Para un momento!- Se puso delante suyo para frenarla.

Gruñó.- ¿Qué quieres?-

-Piensa esto.- Se acercó a su oído.- ¿Y si Hugo es el compañero?-

Rodó los ojos.- Las dos sabemos que no lo es.-

-Pero es lo que nos van a decir. Hugo sigue sin tener cuartada. Haciendo esto solo les estamos dando un motivo.-

Se mordió el labio.- Mierda, tiene razón. No podemos ir ahí.-

-Tenemos que averiguar dónde estaba Hugo en ese momento.-

-Está claro que le tendieron una trampa.-

-Tal vez su móvil nos puede decir dónde estuvo o que hizo.- Vio como María elevaba una ceja.- ¡Oye! Es mejor idea que nada.-

Suspiró.- Bien, ¿Y donde está?-

-Es muy probable que lo tenga Flavio, se lo debió dejar en su casa cuando lo arrestaron.-

-Pues no perdamos tiempo. Vámonos.-

-Una cosa, ¿Con lo que tenemos podemos intentar convencerlo de que Hugo es inocente? Podría ayudarnos.-

-¿Segura que quieres poner a más gente en riesgo?-

-Bueno, eso lo decidirá él.-

-Mira, haz lo que quieras cuando lleguemos ahí. Pero hay que irnos.-

-Sí, sí, vamos.-

Cambiaron el rumbo en dirección al piso de Flavio.

Tanto Eva como Flavio se sorprendieron mucho al verlas allí. Para empezar no conocían a María, y para seguir habían llegado sin avisar.

-¡Oye!¿Qué os pasa?- Exclamó Eva enfadada por la repentina intrusión.

-¿Y tú quien eres?- Preguntó Flavio mirando a María.

-Ahora os lo contará todo Samantha, pero lo primero es lo primero. Necesito que me des el móvil de Hugo.-

-¿El móvil de Hugo?¿Para- María le interrumpió.

-¡Rápido!¡No hay tiempo!- Exclamó María.

Él le hizo caso y entró a su habitación a buscar lo pedido.

Eva miró acusadoramente a Samantha.- ¿Qué es lo que está pasando?-

-Cuando le dé el móvil os lo cuento.-

-Ya está, ya está.- Dijo Flavio llegando.- Toma.- Se lo entregó.

-Yo busco, tú les explicas y si quieres les convences.- Dijo abriendo el móvil.- Contraseña.- Dijo mirando a Flavio. Él la puso sin rechistar.

-Ahora cuéntanos todo. ¿Para que queréis su móvil? El juicio era hoy.-

-Se ha atrasado.-

Eva frunció el ceño.- ¿Por qué?-

-Porque tenemos algo que hará que nos creáis.-

-¿Creeros en que?- Preguntó Flavio confundido.

-Hugo es inocente.-

-Y dale con eso.- Se quejó Eva.

-¡Es cierto! Tenemos pruebas.-

Eso llamó la atención de los dos.

Les explicó todo lo que sabían hasta el momento, les puso la conversación con Vicky y les contó las teorías que tenían.

-¿Y qué?- Preguntó Eva.- Esto no demuestra nada, solo son teorías. Ella pudo estar investigando a su novio por cualquier otra razón.-

-Además, Hugo pudo ser aquel compañero que dices.-

-¿Enserio, Flavio?¿Me estás diciendo que Hugo tenía salidas extrañas?- Él hizo una mueca.- Pues claro que no, solo tenía ojos para ti. Es un idiota enamorado que se la pasaba a tu lado.-

-Y aún así, ¿Qué tiene que ver todo esto con el móvil de Hugo?- Preguntó Eva.

-¡Lo encontré!¿Por qué las llamadas siempre son lo último que miramos? Parecemos idiotas.- María se regañó a sí misma.

-¿Qué es lo que has encontrado exactamente?- Preguntó Eva cansada de la conversación.

-La cuartada de Hugo.- Flavio y Eva la miraron con confusión.- Le llamaron justo a la hora del asesinato. Es imposible que él la matara.-

-La llamada duró poco.-

-Duró más de diez minutos. Para cuando acabó ella ya estaba muerta.- Explicó María.

-¿Y con quién hablaba?- Preguntó Samantha.

-No lo sé, era una llamada anónima.-

-Para que no tuviese cuartada.- Dedujo Samantha.

-Lo tenemos, vámonos ahora.-

-¿A donde? Esto sigue sin demostrar nada.- Insistió Eva.

Samantha bufó.- Ya me he cansado.-

La cogió del brazo.- Nos vamos los cuatro. Y Flavio.- Lo señaló.- Mas te vale venir por las buenas.-

Arrastró a Eva hasta la puerta.

María y Flavio se miraron.

-Yo de ti le haría caso.- Él asintió sin decir nada.- ¿Estás bien?-

-Sí, creo.- Suspiró.- Es solo que... Desconfíe de él, de mi novio.-

-Es normal, razones tenías.- Razonó la rubia.- Pero ahora hay que sacarlo de allí, así podrá volver contigo.-

Asintió y ambos salieron del lugar.

"Quererte Hasta El Final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora