"Sí quiero"

374 18 5
                                    


-Joder...-

-No me puedo creer que hoy sea el día... ¡Hoy te casas!- Exclamó Nick emocionado .- No sabes lo feliz que estoy por tí, prima.-

Había gente que había estado ayudando a Eva antes del gran momento, pero se fueron para darle un poco de privacidad con su primo. Él la observaba orgulloso.

-Vas hermosa. Aunque claro, eso no es muy difícil, tú ya eres hermosa.-

Iba con un vestido ancho pero caído, era largo y blanco, pero tenía algún que otro toque violeta. Iba con pelo suelto pero recogido, es decir, lo llevaba suelto pero cogido en un pequeño moño adornado con alguna flor violeta.

Eva rió.- Anda, calla. Te juro que me siento como en una película Disney. Esto es perfecto.-

-Me alegro por ti, ¿Supongo que entonces si habrá valido la pena esperar tanto, no?-

-Joder, han sido meses muy largos.- Suspiró.- Y por cierto.- Le dio un abrazo.

-Cuidado con el vestido.-

-Quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti.-

-¿Por qué?-

-Porque me acuerdo hace unos meses cuando estabas medio depre y decías que necesitabas algo mas. Me alegro muchísimo de que lo hayas encontrado.-

-Ah, ya. Es genial.-

-Es que de verdad demasiado buena persona. ¿Trabajar en una asociación de ayuda para gente que lo necesito? Realmente me siento muy orgullosa.- Le besó la mejilla dejando una marca de pintalabios.- Mierda, me van a matar por esto.-

Nick rió.- Gracias, pero hoy tienes que centrarte en ti. Es tu día.-

-A ver, tampoco es eso. Hoy es un día para estar todos felices.-

-Te aseguro que estaremos felices si tú eres feliz.-




-¿Enserio?¿Podéis traer pañuelos?- Pidió Flavio en voz alta.

-Ariadna te va a matar. Te va a tener que hacer todo el maquillaje de nuevo.- Dijo Hugo mirando a la rubia.

Samantha acaba de tener un "pequeño" bajón emocional. Se había puesto a llorar  estropeando así el maquillaje que su amiga le había hecho.

-Joder, lo siento, pero no puedo evitarlo.- Dijo entre sollozos.

-Ey, tranquila, es normal que estés emocionalmente inestable.- Le recordó Hugo.

-Es solo, que... Me parece increíble que este sucediendo esto.-

-Pero va a suceder en poco rato. Así que la mejor será que dejes de llorar, avises a Ari y acabes de prepararte, porque hoy, Samantha... Hoy te casas.-

-Suerte que le he pedido a Flavio que haga el discurso.-

Hugo frunció el ceño.- Por cierto, es injusto que yo tenga que llevaros los anillos. Voy a parecer un niño pequeño.- Hizo un puchero.

Flavio lo abrazó por la espalda pasando sus brazos por la cintura del más bajo.- Que va, lo harás genial.-




La boda había comenzado. La gente se había sentado en sus asientos. El viento había disminuido de golpe. Era una boda exterior.

En ese momento entró a la escena Samantha acompañada de su padre. Iba con una gran sonrisa mientras miraba algunos de los invitados. Había gente, mayoría familiares, a los cuales se les caía alguna que otra lágrima. Cuando subió al "altar" les dio una sonrisa a Anajú y Maialen, sus damas de honor.

Dos minutos que parecieron eternos después, la puerta de la casa se abrió para dejar ver a Eva acompañada de su padre.

El vestido caía al suelo dejándose arrastrar como si fuera una pequeña cola. Su pelo se agitaba por el viento,  tenía una sonrisa nerviosa y emocionada, y sus ojos parecían brillar de felicidad.

Ambas chicas se miraban ignorando a la gente que había ahí. Sentían que el mundo se había parado y solo existían ellas dos.

Pronto se paró frente a Samantha, no sin antes mirar a Anne y Nia, a quienes había escogido para ser sus damas de honor. Se mordió el labio tratando de no explotar de felicidad.

Empezó el discurso del cura y pronto procedió a qué dieran sus discursos. Primero fue Nick, quién fue escogido por Eva.

Ambas chicas tuvieron que desviar su atención para centrarla en el primo de la menor. Él dio un discurso precioso recordando momentos y anécdotas de tanto Eva como de ellas dos en sí.

Ella estaba apunto de llorar, así que Samantha la abrazó mientras Nick bajaba y subía Flavio.

Él habló de como se conocieron y de como acabaron. Comentó sobre muchas situaciones por las que pasaron haciendo reír a varía gente que había ahí. Después de darles un abrazo a cada una se bajó.

Y empezaron sus votos.

-Cuando te vi por primera vez me diste un susto de muerte, que lo sepas. Pero también supe que tú eras especial, no sabía por qué, pero lo eres. Aún cuando éramos solo amigas, tú siempre me apoyaste, me sonreíste, me ayudaste e intentaste ayudarme con mis problemas personales. Siempre me halagabas o me hacías ver lo que yo no veía en mi, y estoy más que agradecida por todo esto. Después de tantos años hemos pasado por millones de situaciones juntas, y bueno, ¿Seguimos aquí, no? Te quiero muchísimo y siempre te lo he dicho. Es por todo eso y más, que hoy estamos aquí, porque quiero seguir pasando contigo millones de momentos más.-

-Cuando te vi por primera vez, lo único que pensé era en lo adorable que te veías con tu carita de asustada. Y, sinceramente, no se cómo has aguantado tanto conmigo. Has estado aún con mis dramas, aún cuando era una mandona y aque me comportara como una niña pequeña. Tú siempre has estado y me has cuidado como nadie. ¿Te acuerdas cuando llevábamos nuestro amor en secreto? Lo odie con toda mi alma. Odiaba el tener que escondernos. Yo quiero que gritemos nuestro amor a los cuatro vientos, quiero pasear de la mano y darnos besos en público, quiero proclamar nuestro amor cada día y quiero poder decirte lo mucho que te amo sin necesidad de esconderlo. Quiero poder decir que estoy casada con el amor de mi vida.-

Entonces vino Hugo con los anillos. Por suerte no se tropezó ni nada.

Se los pusieron la una a la otra mientras el cura hablaba y daban los sí quiero.

-Pues yo os declaro esposas. Ya os podéis besar.-

"Quererte Hasta El Final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora