"Quererte Hasta El Final"

"Muertos"

Los siete cerraron los ojos con fuerza durante un minuto, esperando su muerte.

Pasado ese tiempo, Flavio abrió con miedo uno de sus ojos. Luego abrió el otro para poder analizar la situación.

Él tenía un montón de cables en la mano, el contador a cero y el resto estaban como estatuas, sin embargo, la bomba estaba en perfecto estado.

-Eh... Chicos, ya está, creo...-

-¿Hemos muerto?- Preguntó Samantha sin abrir los ojos.

-No... Creo que no.- Contestó aún demasiado aturdido.

Noemí observó todo y vio Flavio con todos los cables. Abrió mucho los ojos al poder comprobar que estaban vivos.

-¿Pero tú sabes lo peligrosos que podría haber sido eso?¡Eres un imprudente!- Exclamó alarmada y a forma de regaño.

-¿Más peligroso que la bomba? Esa nos hubiera matado. Además, seguimos vivos.- Le recordó.

-¿Estamos vivos?- Preguntó Eva. Luego se lanzó a Samantha para abrazarla.

-Gracias, Flavio. Aunque te sigo diciendo que ha sido demasiado arriesgado.-

-Pero ha funcionado.- Le reprochó María.- Gracias, Fla. Ahora puedo volver a casa con mi novio.-

-Espera.- Dijo Eva.- Si estamos vivos eso significa... Hugo debe seguir en casa.- Concluyó.

-¿Tú no le habías enviado un mensaje a Hugo?- Le recordó Nick a Flavio.- ¿Qué le has enviado?-

Flavio desbloqueó su móvil y vio que su mensaje había sido leído.- Mierda, me tengo que ir.- Anunció.

Luego se echó a correr para salir de allí.

-Nos vamos con él.- Samantha y Eva lo siguieron.

-Voy a avisar al resto de policías.- Dijo Mamen y se alejó un poco colocándose el móvil en la oreja.

-Yo avisaré al profesional para que le eche un vistazo a la bomba.- Noemí hizo lo mismo.

-¿Como estás? Supongo que es la primera vez que te pasa esto.- Preguntó Nick después de un rato.

-La verdad es que sí. Esto no es mi día a día. Pero bueno, me alegro de que todo haya salido bien. Después de hacer el papeleo podré volver a casa.- Explicó María.

-¿Con tu novio?- Preguntó elevando una ceja.

-Y con la cerveza.- Nick asintió.- ¿Y tú qué?¿Has estado muchas veces en esta situación?-

-Jamás. Es la primera vez que veo la muerte desde tan de cerca.-

-¿Y qué tal?-

-¿Sinceramente? Creo que me falta algo.-

-¿... Dónde?-

-En la vida.-

María asintió viéndolo pensativo.- Pues espero que puedas encontralo.- Le pasó la mano por le hombro.- Pero yo también tendría que salir, ya no pinto nada aquí.-

Flavio abrió la puerta con rapidez, fallando varias veces por los nervios. Al abrirla se encontraron con que no había nadie delante. Después de diez segundos decidió preguntar.

-¡Hugo!¿Estás aquí?- Dijo Flavio elevando la voz para que se le escuchase.

Oyeron unos ruidos al fondo. Después vieron a Hugo correr hasta ellos. Se lanzó a Flavio con un abrazo.

Fue con tanta fuerza que tuvo que retroceder unos pasos. Nadie dijo nada, solo se oía el llanto incontrolado de Hugo. Flavio le acariciaba el pelo para calmarlo.

Cuando se separaron se quedaron mirándose a los ojos, Flavio iba a hablar, pero Hugo lo besó. Un beso salado por las lágrimas, desesperado por el miedo que habían pasado y apasionado por el tiempo que llevaban sin besarse.

Ambas chicas sonrieron enternecidas viéndoles. Luego se dieron la mano y se acurrucaron un poco.

Hugo fue el primero en separarse y el primero en hablar.

Le dio un golpe en el pecho.- ¡Como se te ocurre!¿Eres idiota o que?¡Joder, Flavio!-

Empezó a pegarle con desesperación pero sin demasiada fuerza. Flavio lo bloqueó cogiéndole de las manos y abrazándole. Hugo enterró su cara en el pecho del menor.

-¿Tú sabes lo mal que lo he pasado? Joder, tengo que esperar cada día solo en casa sabiendo que estás persiguiendo a un asesino. Hoy te vas y me dices que habéis encontrado la bomba y que vais a desactivarla.- Dijo entre lágrimas y sollozos.- Y lo último que sé de ti es el último mensaje que me has mandado, "Te quiero", ¡Pensaba que estabas muerto!¡Muerto!¿Tú sabes lo que es eso? Y encima no podía ir a por ti porque me tenía que quedar aquí. Es que enserio, ¡Eres idiota!¿Tú sabes que te has puesto en peligro?-

Flavio le dio un beso en la nuca.- Pero estoy aquí.- Cogió su barbilla para que le mirase. Pudo ver sus ojos completamente  cristalizados e hinchados de tanto llorar.- Eso es lo que importa.- Lo besó suavemente.