"Sin salida"

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Viernes, 18:00

Durante este corto tiempo, que por cierto, se les había hecho eterno, no pasó nada realmente interesante, pues el caso no avanzó en nada.

Por suerte, ese mismo viernes por la tarde, como ya habían dicho, habían traído a Andrea Vilallonga a la comisaría. Nada más verla entrar, Nick avisó a Flavio, Samantha y Eva para que viniesen. María había seguido rondando por la comisaría, así que no había hecho falta llamarla.

Cuando llegaron se pusieron detrás del cristal para poder observar el interrogatorio.

-Andrea Villalonga... Por fin te conozco...- Comentó Noemí sentándose frente a ella.

-Ya... Lo mismo digo.- Le dio una falsa sonrisa.

-¿Conoce a esta mujer?- Le pasó una foto de Beatriz.

-Lamento decirte que jamás la había visto.-

-¿Enserio?¿Me explicas entonces porque había cámaras y micrófonos con tus huellas en su apartamento?-

-Sí, yo coloque esas cámaras. Casi me dedico a ello.- Confesó.- Pero nunca llegué a ver a la muchacha.-

-¿Puedes explicar el que te dediques a colocar cámaras y cosas de vigilancia?-

-Bueno, ya ves. El cliente te dice un lugar, te da las cosas y yo simplemente lo coloco. No conocía el lugar ni a la mujer, simplemente fui contratada para ponerlas allí y en otro apartamento.- Explicó Andrea.

-¿Quién era su cliente?-

-No lo sé. Ni lo vi ni me dio ningún nombre. Me llamó, todo fue anónimo, incluso usó un distorsionador de voz.-

-¿Trabajaste para alguien quién era poco confiable? Quiero decir, no sabías ni quién era.- Dijo muy confundida.

-No le tomé importancia, pagaba bien.- Aclaró.- Me pareció un buen trabajo.-

-¿Entonces no lo conoces de nada?¿No podrías contactar con él?-

-Imposible, él me encontró a mi.-

-¿Y por qué huiste de la ciudad si no lo conocías?- Insistió.

-Me surgió un trabajo en otro lugar, me pagaron el avión.-

-Comprobaremos eso.- Informó mirando hacia la pared desde donde las veían. Asintió y Nick se fue a comprobarlo.- Aún así, ¿Sabes que tienes otros cargos?-

-¿Cuáles, Inspectora?-

-Allanamiento de morada, por ejemplo.- Suspiró al no notar preocupación en la mujer.- Entonces, ¿Me está diciendo que no sabía para que quería la vigilancia tu cliente?-

-Premio para ti.- Le dio una falsa sonrisa.

Noemí se levantó para marcharse.

-Sí, eh... Gracias por su colaboración.- Salió de la habitación.

Todos la miraron expectantes.

-Seguimos sin tener nada para continuar.- Se dirigió hasta Nick, quién ya se acercaba.- ¿Y?-

-No miente. Si le pagaron ese viaje. Aunque no hay constancia del pago del asesino, si dice la verdad le pagó en metálico.-

-¿Entonces no tenemos nada?-

-Nada no. Han encontrado a Brian Sellei, uno de los tres hombres de la fiesta sospechosos. Lo traen para aquí.-

Noemí lo miró confundido.- Llevan preparando esto muy bien. ¿Como es posible que se equivoquen ahora?-

-La gente tiene fallos.-.Dijo Eva tratando de darle una solución.

-No... Esto es distinto.-

En ese instante entraron por la puerta de la comisaría unos policías con Brian. Después de darse una breve mirada con la inspectora, se lo llevaron a la sala de interrogatorios.

-¿Quieres que alguno entre contigo?- Propuso Mamen.

-No, con este prefiero estar yo sola.-

Entró a paso rápido en la sala, ni siquiera se sentó.

-Brian Sellei.- Dijo a modo de saludo.

-Inspectora Noemí.- Dijo él de igual forma.- ¿Por qué no se sienta conmigo?- Preguntó burlonamente.

-Seré directa, ¿Reconoce a esta mujer?-

-No.-

-¿Estás seguro? Fue a la misma fiesta que tú.-

-¿Qué fiesta?-

-Miki Núñez, ¿Te suena ese nombre?-

-Ah, ya recuerdo esa fiesta. Pero lamento decirte que había mucha gente allí, no paré a hablar con esta mujer.- Dijo tranquilamente.

-¿Y conoces a Iván Lavanda o a Cesc Escolà?-

-Sí, los conozco.-

Noemí elevó una ceja.- ¿De que, exactamente?-

-Ellos me contrataron.- Confesó.

Frunció el ceño.- ¿Para qué?-

-Para que fuese a la fiesta y después desapareciera por un tiempo.-

-Y tú aceptaste porque pagaban bien.- Intuyó pasándose una mano por la frente.

-Exactamente. No se lo que hicieron en esa fiesta, pero me han ido dando instrucciones.-

-¿Te escondías con ellos?-

-Como casi todo el mundo implicado.-

-¿Dónde está ese escondite?-

-Está bien, te lo diré, pero te aviso que ya se habrán ido.-

Veinte minutos después, pudo comprobar que el hombre no mentía. Allí no había nadie, incluso parecía que nunca hubiera habido nadie.

-Volvemos a estar en un callejón sin salida.-

"Quererte Hasta El Final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora