"Dormir"

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Martes, 13:00

La puerta se abrió, lo que hizo que Eva y Hugo terminasen de golpe la conversación que mantenían. Esperaron atentamente para ver quién era. No les sorprendió mucho ver a Flavio, él y Hugo eran los únicos con llaves del piso.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Eva confundida.

-Eh... Samantha me dijo que quería hablar contigo, así que he venido a quedarme con Hugo.- Mintió.

Hugo lo notó, pero prefirió no decir nada sobre eso.

-No soy un niño, ¿Lo sabéis?- Se quejó ofendido.- Puedo estar en casa solo, no es como si fuera a liarla siempre.-

Los otros dos lo miraron acusadoramente, él suspiró en forma de derrota.

-Está bien, si te atreves a soportarlo.- Dijo cogiendo sus pertenencias.

-¡Ey! Ni que fuera tan malo estar conmigo.-

-Qué os divirtáis. Yo me voy.- Dijo ignorándole. Luego se marchó dejando a los otros dos en un incómodo silencio.

-¿No vas a decir nada?-

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Hugo.

-Vivo aquí.-

El rubio rodó los ojos.- ¿Por qué no estás en comisaría, investigando en el caso de tu hermana?-

-No te voy a mentir, Samantha me ha obligado a venir.-

-Ah, genial. Si es así, ya te puedes ir. Puedo estar solo perfectamente. No necesito que me vigilen.-

Suspiró.- Lo sé, pero a decir verdad, creo que tenemos que hablar.-

Hugo se levantó metiéndose en la cocina. Flavio no le siguió, solo se quedó en el salón.

-¡Hugo!¡Estás siendo muy infantil!-

-¿Qué pasa?¿Ya no puedo ni beber agua?- Se quejó, pero no volvió.

-Ya, claro... ¡Ven aquí!- Al no obtener respuesta se fue a la cocina, encontrándolo mirando fijamente a su vaso de agua.- Hugo, ¿Te das cuenta de que no puedes huir de mí? Al menos, no en mi propia casa.-

-No estoy huyendo.-

-¿Y qué haces?¿Jugar al escondite conmigo?- Ignoró la mala mirada que le dirigió Hugo.- Vamos, Hugo. Los dos sabemos que estás haciendo lo mismo que en aquel camping.-

-Bungalow.- Le corrigió.

Lo esquivó y se dirigió hasta el sofá del salón, siendo seguido por Flavio.

-Deja de seguirme.-

-Lo haría si hablases conmigo.-

Resopló.- ¿De que quieres hablar?-

-Hugo, sabes que yo no quería desconfiar de ti.-

-Pero lo hiciste.-

-Tenía mis razones.-

-Que tengas razones no te hace inocente. Que fuera tu hermana no significa que debas desconfiar de mi palabra. Soy tu... Era tu novio.- Se corrigió.

-Me dijiste que lo entendías.-

-Y lo entiendo, Flavio, claro que lo entiendo. Pero eso no significa que no me duela o que te dé la razón.- Intentó evitar llorar, pero una lágrima cayó por su mejilla.

Flavio se sintió mal.- Oye, yo... Lo siento.-

-Eso ya lo has dicho.-

-¿Qué puedo hacer para que me perdones?-

-Es que no tengo que perdonarte nada. ¿No lo entiendes? El problema es que ya no puedo confiar en ti igual que antes.-

-¿Por qué?-

-Porque tú no confiaste en mí. Y una relación se basa en la confianza.- Explicó.- Puedo entenderte, entender tus motivos, pero no voy a aceptarlos.-

-¿Entonces no vas a volver conmigo?-

-¿De verdad aún quieres seguir saliendo conmigo? Seguro que aún me ves como el asesino de tu hermana, aunque sea sin querer.-

-Hugo, eso no es cierto.-

Suspiró.- Déjalo así. Lo mejor ahora es que te centres en el caso. Luego habrá tiempo para hablar, pero ahora hay un asesino suelto.-

Se acercó a él en un intento de iniciar un beso, pero Hugo puso su mano en medio.

-No, Flavio, no caeré en esto.-

-Sé que echas de menos mis besos.-

-Pues no, la verdad.-

Soltó un risa.- Eres un mentiroso.-

-Ya, por cierto, hoy dormirás tú en el sofá.-

Elevó una ceja.- ¿Y eso quién lo ha decidido?-

-Yo. El sofá es incómodo.-

-Podemos dormir juntos en la cama.-

-Sabes que no voy a hacer eso.-

-¿Por qué?- Flavio hizo un puchero.

-Flavio, no voy a volver contigo ahora. Céntrate en el caso, ¿Sí?-

-Está bien. Pero sé que no quieres dormir conmigo porque no podrás contener el deseo de besarme.-

Hugo le tiró un cojín que le dió en la cara. Él solo se rió viendo cómo el mayor se metía de nuevo en la cocina.

El rubio sabía que no podría mantenerse demasiado tiempo enfadado con Flavio a pesar de lo que había hecho. Tenía claro que pronto caería en la tentación, pero decidió esperar el máximo tiempo posible, pues aún le dolía y que quería que lo supiese. Él lo estaba pasando mal y le estaba complicando las cosas, pero desde su punto de vista se lo merecía.

"Quererte Hasta El Final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora