"Cita sorpresa"

407 21 2
                                    

Había pasado una semana desde que habían encerrado a Iván Lavanda y a todo su equipo. Y aunque era un alivio, la sensación de preocupación aún seguía en los cuerpos de todos los implicados.

Es por ello que intentaban distraerse con cualquier cosa. Hugo había querido sorprender a su novio con una cita. Solo le dijo que se preparase, pero no le dijo a dónde iban ni que harían.

El rubio había estado gran parte de la tarde preparándolo todo, así que dejó a Flavio solo bastante tiempo, nervioso y curioso.

Hugo se mordió el labio mirando a Flavio de arriba abajo. Él se estaba acabando de colocar bien la chaqueta que se había puesto. El rubio acababa de llegar y se había encontrado a su novio arreglándose en la habitación que compartían.

Cuando Flavio se dio cuenta de que estaba siendo observado se rió.- ¿Qué?¿Admirado las vistas?-

Se sonrojó, pero aún así le dió una sonrisa pícara.- Pues sí.-

Volvió a reírse.- Me alegro de que te guste. ¿Nos vamos?-

Hugo hizo una mueca por no poder seguir observando, pero asintió.

-¿A dónde iremos?- Preguntó mientras veía como cerraba la puerta.

-Si te lo dijera dejaría de ser una sorpresa.- Rió viendo el puchero de Flavio.- Anda, ten un poco de paciencia.- Le dio un beso en la mejilla.

Flavio lo seguía sin decir nada.

-¿Iremos en coche?- Hugo le abrió la puerta del copiloto.

-¿Por algo estamos aquí, no?-

-Mmm...- Musitó.- Me pregunto qué es lo que tienes montado...-

Hugo sonrió emocionado.- Toma. Póntelo.-

Le tendió una venda. Bueno, más bien eran como esas telas que usa la gente para dormir.

Flavio no dudo ni un momento en ponérselo.

-¿Tardaremos mucho?-

-Tú tranquilo, valdrá la pena esperar.-

Puso música para llenar el silencio mientras conducía. Flavio intentaba identificar cada lugar por donde pasaban sabiendo que sería inútil.

Veinte minutos después el coche paró. Cuando iba a quitarse la venda, Hugo puso sus manos encima para impedirlo.

-No te la quites aún. Falta una cosa, espera un minuto.-

Pudo oír como el maletero se abría y se cerraba dos minutos después. Segundos después, la puerta a su derecha se abrió y Hugo le ayudó a que pudiese salir. Lo guío cogiéndolo por los hombros.

La música había parado, así que solo podía escuchar las risitas de Hugo por la emoción y algún que otro grillo dando sus típicos cantos. El viento no soplaba muy fuerte, era agradable.

Cuando pararon dejó de sentir las manos en sus hombros.

-Vale, te puedes quitar la venda.- Le avisó.

Lo primero que vio fue a su novio con una gran sonrisa en su cara. Después se fijó en el mantel que había en el césped, encima había una cesta de picnic. Lo siguiente que vio fueron las luces que había colocadas por los árboles que los, rodeaban, probablemente era la razón por la que Hugo había estado desaparecido esa tarde. Lo último fue la vista de fondo, era de noche, luna llena y se podían ver todas las lucecitas que venían de la ciudad. Sonrió por lo cursi que era aquello. Volvió a mirar a Hugo.

-¿Te gusta?- Se acercó.

Le dio un tierno beso en los labios.- Es perfecto.-

Hugo lo estiró para que se sentara en el suelo.

-¿Qué has preparado?- Preguntó señalando la cesta.

-A ver, sobre eso... Intenté preparar una cosa, pero... Fue un poco, ya sabes.-

-Fue un desastre.- Concluyó.

-Exacto. Se que es cutre, pero pedí pizza antes de venir. Espero que no estén muy frías.-

Flavio rió.- De verdad que no sabes lo mucho que te quiero.- Pasó su mano por la mejilla del rubio dándole cariñitos.- Eres la persona más adorable que he conocido en mi vida.- Hugo rodó los ojos sonrojado.

La cena pasó sin prisa, entre charlas cariñosas, caricias, besos y algún que otro tonteo o juego entre ellos.

Cuando terminaron, Flavio se quedó un rato observando las vistas con Hugo apoyado en su pecho y sentado entre sus piernas, él tenía sus brazos rodeando el cuerpo del mayor en un abrazo.

Hugo miró hacia arriba observándolo. Observó cada rincón de su cara que podía apreciar, su nariz, sus labios, sus mejillas, sus ojos brillantes... Flavio no tardó en darse cuenta.

Le dio un rápido apretón en los costados de su novio haciendo que saltase.

-¡Para!¡No!- Apartó las manos Flavio, se giró sobre si mismo y empujó a Flavio para posicionarse encima suyo.- Qué sepas que has estropeado el momento.-

Flavio soltó una risita. Cogió la cara de Hugo entre sus manos para acercarlo y poder besarle. No pudo evitar sonreír entre medio del beso.

-Te quiero.- Le susurró Hugo.

Flavio invirtió rápidamente las posiciones dejando al más bajo debajo.

-Y yo quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí. Haber estado en cada momento para apoyarme y ayudarme aún cuando yo no confíe por ti. Espero poder compensarte eso algún día.-

-Tú no tienes que compensarme nada.-

-Sí debo. Te juro que no voy a permitirme volver a hacer lo que te hice.- Dijo observando los ojos de Hugo.- Voy a cuidarte todo lo que haga falta y más.-

-Tú no tienes que jurarme nada. Se que me quieres, con eso basta.- Trató de acercarse, Flavio al ver sus intenciones lo empujó para que se estirara bien y acercó más su rostro haciendo que se sonrojara. Estaban tan cerca que podía respirar el mismo aire, de hecho, su narices rozaban.- Vamos a dejar lo malo del pasado atrás para centrarnos en el ahora, ¿Sí?- Susurró.

Se besaron lentamente para poder disfrutarlo como si fuera último.

Cuando se separaron se quedaron rozando sus labios.

-Te amo.- Flavio lo susurró.

"Quererte Hasta El Final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora