11.- Barco

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 2465.

11.- Barco

AURORA había reproducido más de veinte veces cada uno de los cinco vídeos que Kitty Section tenía colgados en su sitio web. Con una libreta y un bolígrafo junto a ella pulsó de nuevo el icono de play de su primer single. Las notas, los colores, los movimientos... empezaba a entender por qué Jagged Stone estaba jugándose el trasero, eran diferentes, no espectaculares, pero con algo más de trabajo y, sobre todo, con asesoramiento funcionarían a la perfección.

En la parte inferior de la web saltó una ventana emergente anunciando una actualización de su blog. AURORA olvidó por un instante su exhaustivo análisis de los videoclips y pinchó en el aviso: Damos la bienvenida a nuestro nuevo miembro, Adrien Agreste.

—Oh, apostáis fuerte.

El hijo de un piano solista y de una primer violín, a parte de la fama que ya acarreaba con su carrera como modelo, era un fichaje sobresaliente.

Sabía por experiencia que si salían un par de veces por la tele alguien se fijaría en ellos y, si tenían suerte, llegarían lejos; si no, un mánager negligente les dejaría en la ruina. Tamborileó con las uñas sobre el escritorio y tomó el teléfono. Buscó aquel contacto que la iba a obligar a romper su forma de trabajar.

Luka acabó de cenar y se dejó caer en el sofá, estaba cansadísimo, pero debía admitir que había sido un día provechoso. La integración de Adrien al conjunto parecía que funcionaría bien y Marinette no parecía incómoda con su presencia, cosa que le tranquilizaba.

—¿Has perdido el móvil? —preguntó Juleka con el ceño fruncido.

—Está en mi cuarto, ¿por qué? —contestó.

—Toma, es Marinette —musitó la muchacha tendiéndole el suyo.

Se incorporó en el sofá y se apresuró a tomarlo.

—Mari, ¿pasa algo? —preguntó preocupado.

—¡Luka! ¡Por fin!

—Perdona, me he dejado el móvil en el cuarto cuando me he duchado, ¿necesitas que vaya a buscarte? ¿Estás bien?

—¿Qué? No. Estoy en casa, estoy bien, tranquilo.

Juleka se dejó caer a su lado con una sonrisa burlona.

—Si hubiera estado en problemas no hubieras llegado ni de broma —susurró. Luka la empujó derribándola en el sofá mientras se reía.

—¿A qué hora es el ensayo de mañana?

—Hemos quedado a las nueve y media, ¿por qué?

—¿Adrien estará?

—Marinette, ¿qué pasa?

—Bueno, puede que alguien pase para veros ensayar mañana.

—¿Alguien?

—Lo siento, tengo que colgar, mi padre me llama. Te quiero.

Una canción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora