Capítulo 7.

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—¡V— Lobo Nocturno! ¿Qué coño haces aquí?—gritó Rubius, completamente descompuesto. Estaba claramente hecho un manojo de nervios.

—Creo que como seguramente hayas escuchado quiénes somos, me parece justo que si quieres colaborar, sepamos quién eres.—propuso el búho.

—Nunca pensé que esta sería la situación, pero todo por Luzu.—Vegetta se quitó la máscara y estrechó la mano de Willy. Tenía los ojos morado intenso y el pelo negro con todos también morados en punta, bien peinado.

—Me esperaba que fueras tú con todo el morado del traje.

—Vege, ¿entonces el contrato se anula?—pidió Rubius.

—¿Y las otras cinco personas que no lo saben, qué?—espetó el otro.

—A ver, volvamos al tema. Luzu está desaparecido, Auron tiene que haber hecho algo, y Willy es mano derecha de Luzu.—resumió Fargan.

—Yo creo que va a hacer algo de la escala de matar a toda su familia.—Willy y Vegetta apartaron la vista, doloridos.

—¿Vamos a visitar a Luzu a casa?—sugirió el del gorro de oso.

—Son las 2am; vamos mejor por la mañana.

—Alexby quería venir también.—recordó el de la máscara de búho.

—Rubén, toca madrugar. Mañana a las 5 de la tarde?—propuso Vegetta.

—No prometo nada, pero venga.


Los hermanos oscuros volvieron por el mismo camino a sus casas.

—¿Entonces Vegetta lleva sabiendo que eras de nosotros dos meses?

—Sí, pero no quería decirlo porque yo sabía que él era Lobo Nocturno.

—Bueno, eso ya no importa. Aunque ya no podremos hacerle trastadas.—suspiró el de la boina verde.

—¿Crees que se esperaba que fuéramos nosotros?—preguntó Fargan.

—Pero si somos más buenos que el pan, por los Dioses.

—Me sorprende que no los haya pillado hasta ahora. De verdad, ¿cómo pueden ser escurridizos esos tres tontitos?

El mono Doblas soltó un chillido como respuesta.

—Ay de verdad, mejor que el original.

ℝ𝕖𝕒𝕔𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕕𝕖𝕟𝕒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora