Pablizza: Asi soy

Espacio

Claro que no pensaba eso. Solo estaba celoso por verla tan feliz, cuando él sufría. No le gustaba la idea de verla contenta con otra persona que no sea él mismo. Pero se dio cuenta que ella también sufría. Nunca se hubiera imaginado que le había afectado tanto. La cantidad para que explote así.

Se sentía un estúpido, como siempre. La había cagado, como siempre. Pero ésta vez era diferente. No podía encararla, necesitaba espacio, era claro. Durante los días siguientes, eso hizo. Ella tenía que ser feliz, por más que no fuera con él. No lo miraba en clases, ni en los ensayos, era como si no existiera.

Mientras, él se ponía al día con las clases y no daba abasto. También observaba, de lejos, como Marizza se entretenía con aquel chico que había visto el primer día que llegó. Lo llenaba de celos, pero no podía hacer nada, no tenía derecho. Por eso, cada vez que los veía, iba en dirección opuesta.

...

La pasaba bien con Bruno, pero no podía dejar de pensar en la mini pelea que tuvo con él. Se la había contado sólo a Mia y Luján. Por supuesto, Luján estaba de su lado, al igual que Mia, pero no mucho en la forma. "Era completamente necesario la forma. No quedaba otra" Le explicó Luján.

"Sí que había otra manera"

"No, no había" Replicó Marizza. "Además, así me salió, que se yo"

La rubia sacudió la cabeza en desaprobación. Marizza a veces era muy impulsiva, o casi siempre, pero no había nada ni nadie que la hiciera reconsiderar lo que había hecho. Se retiró con la excusa de tener que ir al baño.

"Ahora, En serio le dijiste eso?"

"Si" Contestó segura ella. Su amiga le sonrió y chocaron los cinco.

"Así se hace"

Marizza le sonrió, pero en el fondo no sabía si estaba muy contenta con eso. Si se lo merecía, pero no sabía si había sido lo que realmente quería. Lo que en verdad quería hacer ese día, era explicarle todo lo ocurrido, preguntarle porque se había quedado más tiempo, como estaba su mamá y arreglar las cosas, pero como saben, eso no pasó.

Los días para ella también transcurrieron, hasta que uno de ellos, no lo pudo esquivar más. Ensayo de la banda. Estaban en la sala de lavado, cuando Manuel detuvo el ensayo.

"Cortemos acá, me tengo que ir" Se paró, pero alguien lo detuvo.

"Para, A dónde vas?"

"Vení" Manuel se llevó a su novia afuera de la sala.

"Sabes qué pasó?"

"No" Contestó cortante ella mirando hacia otra parte. En ese momento entraron los chicos y Marizza levantó la vista. "Qué pasó?"

"Les tenemos que decir algo" Mia sonó seria.

"Mi mamá necesita que vaya a México para hacer unos trámites" Informó Manuel.

"Y yo lo voy a acompañar"

"Y cuánto te vas?" Preguntó Pablo parándose.

"Dos meses, más o menos"

"Y la banda? Teníamos planeado tocar en unas semanas. Qué hacemos?" Se quedaron en silencio. Qué hacían ahora? No ensayar y estar ausente dos meses les afectaría.

Mia estuvo a punto de decir algo, pero miró a su media hermana, no muy convencida de decirlo. "Podrían... Tocar ustedes en el show"

"Solos?" Preguntó él confundido.

"No" Respondió de inmediato la castaña. "Además, somos cuatro, no es lo mismo"

"Pero es mejor que no presentarse. La gente ya compró las entradas, alguien va a tener que cantar. Lo van a entender"

"Bueno, yo no voy a cantar"

"Marizza..." La llamó Mia, le dio una mirada pidiendo que lo haga.

"No voy a cantar con él y punto" A Pablo le dolió. Por más que entendía porque era así, era sólo cantar. "Que cante solo"

"Marizza, dos son mejor que uno. No tienen que mirarse ni nada. Por favor, dejen sus problemas de lado, es por la banda" Suplicó la rubia.

Ella pensó. Cantar con él no solo era no verse. Lo sabía muy bien. Tendrían que charlar sobre cómo sería el show, ensayar juntos y demás. "Está bien. Por la banda"

Se retiró del lugar. Los chicos lo vieron a Pablo y amagó a irse. "No decís nada?"

"Qué queres que diga? Ella ya decidió"

Marizza realmente no quería cantar con él. Era como si lo hicieran a propósito.

...

"Podemos tocar estos temas" Le puso las canciones al frente suyo. Eran 5: Tiempo, Vas a salvarte, Sera de Dios, Que estés y Dije adiós.

A ella le hizo ruido la última. Era de él. Se la había escrito para ella. Pablo no se lo había dicho, pero si Manuel. Antes de irse a Europa, en el aeropuerto. Sabia.

"No, la última no. Sería mejor cerrar con Sweet Baby" Mierda. Esa tampoco quería, pero era mejor que la de Pablo.

"Por qué no? Sweet Baby es vieja, esta es nueva"

Si él se enteraba que ella sabía que la canción era para ella, la situación se volvería incomoda. Lo tuvo que aceptar. "Bueno, está bien"

"Y el orden? Cuál hacemos primero?"

"Como quieras, no me importa el orden Pablo" Marizza estaba leyendo una letra para no tener que verlo a él.

Pablo sabía que le pasaba. Pero no iba a preguntar, sería mostrar que es más tarado de lo usual. Siguieron arreglando así las cosas, o él, porque ella lo evitaba.