Primer ensayo

2.3K 109 8
                                    

Ese día se levantaron a la hora que debían, y luego de desayunar y prepararse, partieron hacia el lugar donde ensayarían, en el estadio. Practicaron canto, baile y las dos cosas juntas. Estuvieron así toda la mañana y para el almuerzo ya los dejaban libre con el resto del día.

"Mañana a la misma hora" Los cuatro asintieron y se despidieron de los productores y de los chicos que le armaron las coreos y demás. Mia y Marizza, fueron a los vestidores de las chicas a cambiarse, al igual que Pablo y Manuel.

"Estás bien?"

"Si, un poco cansada, Vos?" Marizza la vio.

"Yo también, pero no te preguntaba por eso" Su hermana la miró sin entender. "Te lo digo por lo que paso anoche en el ascensor"

"Ah, si, si estoy bien" Marizza se sacó la remera y se puso otra.

"Segura?"

"Me queres decir algo en concreto o no? No me banco este interrogatorio forzado"

"Queres concreto? Ok... Qué pasó con Pablo ahí adentro?"

"No pasó nada ahí adentro" Contestaron los dos al mismo tiempo.

"Parecía que pasaba algo" Manuel lo miraba con una sonrisa expectante.

"Parecía mal. Qué se yo, me di cuenta que era claustrofobuca y la ayude a calmarse"

"Claustrofóbica" Lo corrigió él.

"Es lo mismo" Pablo le quitó importancia.

"Chaparon?" Mia se rió ante la reacción de la castaña.

"Que chusma que sos. Y no, nos interrumpieron justo antes"

"En serio? Bueno perdón" Manuel sonrió y juntos salieron del vestidor y comenzaron a caminar, cuando en el camino se encontraron al resto de la banda, caminando hacia la misma dirección. Pablo buscó la mirada de Marizza y para su suerte, al encontró y se sonrieron.

Salieron del Orfeo y Mia y Manuel se adelantaron caminando y notando cosas de esa ciudad que todavía los seguía sorprendiendo. Pablo y Marizza iban más atrás, ella escribiéndole a Sonia como había sido su primer día de ensayo y que se quedara tranquila, a lo que se refería era que no la llamara tanto. Envió el mensaje y vio que su compañero al lado también estaba con el celular.

Cuando terminó de hacer lo que hacía, se animó a hablar. "Te quería volver a agradecer por lo de anoche, no me pasa muy seguido y muy pocas personas lo saben, ni Luján, imagínate" Él se rió, lo cual la contagió a ella.

"De nada. Pero Mia lo sabe"

"Si, un día me agarró en casa y bueno, se enteró. A lo que se preocupó mucho a mi sorpresa" Marizza la vio que caminaba muy entretenida viendo los locales y como hablaba la gente de ese lugar.

"A mí no me sorprende"

"Qué?"

"Que no me sorprende que se haya preocupado por vos, ella te quiere de verdad" Marizza suspiró y se rió levemente.

"Si, yo también. Pero no se lo digas a nadie, ni a ella, porque después se pone densa como mi vieja" Levantó el celular en modo de referencia. "Que me llama todo el tiempo" Contestó el celular y lo alejo rápidamente por los gritos de Sonia, que hasta Pablo los escuchó.

"Si Sonia, estamos bien... La ciudad es muy linda... Qué? Ya te lo contó la buchona de Mia?... Y es una tarada" Pablo rió, como le encantaba que ella sea así de mandada. "Si mamá, estoy bien, no estuve sola en ese momento" Miró a Pablo y los dos sonrieron. "Bueno, te corto porque estamos por llegar al hotel... Si Sonia, si... Bueno chau, chau"

"Por qué le mentiste? Faltan como 10 cuadras para llegar"

"No la aguantaba más con sus preguntas. Mia le contó y ahora está re preocupada por el tema"

"Vos no?" Pablo se sorprendió.

"No mucho, como te dije, no me agarran muy seguido y cuando estoy acompañada de alguien, en especial si sabe cómo calmarme, está todo bien" Se miraron y ambos sintieron de besarse.

"Así que tenes a alguien que sabe cómo calmarte?" Levantó una ceja atento y ella se maldijo mentalmente. No sabía exactamente porque lo había dicho, pero no se podía controlar, es como si las palabras salieran solas.

"Si, vos sabes calmarme" Su corazón comenzó a latir rápidamente. Lo único que quería hacer era partirle la boca de un beso. Seguían caminando y ya habían perdido de vista a Mia y Manuel, seguro estaban viendo algunas cosas. Iban en dirección al hotel y llegaron hablando de cómo se sentían con respecto al ensayo y los nervios que manejaban.

Subieron ésta vez por las escaleras, no querían volver a la misma situación de la noche anterior. Estaban en silencio, pues ninguno sabía muy bien que decir. En la mente de Marizza, no paraba de repetirse la escena en el ascensor o ne la calle donde los habían interrumpidos, y ahora estaban solos, sin nadie que los molestaba. Y él lo sabía muy bien. Ambos pensaban en lo mismo, que ella se comió un escalón y trastabilló, pero no alcanzó a caerse. Pablo la sujetó fuerte y la ayudó a reincorporarse.

"Gracias, soy re torpe" Se rió internamente y dejaron de subir.

"De nada" Se acercó muy sutilmente y miró su boca descaradamente. Marizza inconscientemente mojó sus labios y repitió la acción de él, para después volver a ver sus ojos y besarlo. Puso su mano en su cadera y ella en su nuca, profundizando el beso. Pablo la acercó más a él y empezaron a jugar con sus lenguas. Se separaron por falta de aire y se sonrieron. Se dieron vuelta y dejaron pasar a una señora que al parecer hace rato que los estaba llamando y no reaccionaban.

"Perdón" Se escuchó el ruido de la puerta y ambos se largaron a reír. La sorprendió dándole otro beso mientras ella continuaba riéndose. Rodeo de nuevo su cadera y cruzó las manos. "Tenes idea de donde pueden estar los chicos?"

"No, no sé, a ver" Se fijó en su celular y tenía un mensaje de Manuel diciendo:

"Fuimos a almorzar, volvemos a las 15:30" Se lo mostró a Pablo y él sacudió la cabeza.

"Entonces estamos solos?"

"Sip. Almorzamos?" Él asintió y fueron a almorzar juntos.

Pablizza: Asi soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora