Pablizza: Asi soy

Final

2 meses después...
 
Sonia golpeó la puerta del cuarto de Marizza y aguantó unos segundos. No recibió respuesta de parte de su hija. "Marizza! Levantense!" Golpeó más fuerte.
 
Adentro, estaba la castaña dormida abrazada a Pablo. Hacía poco que lo habían dejado a él quedarse a dormir con ella, pero con la regla de que no hicieran nada. Y la mayoría de las veces lo cumplian. Él se removió debido a la insistencia de Sonia.
 
"Marizza... tu mamá..." Murmuró sabiendo que su novia lo escuchaba.
 
"Ya sé..." Le contestó con el mismo tono de irritación. A ninguno de los dos les gustaba levantarse temprano. Con fatiga se levantó y abrió la puerta. "Si?" Con cansancio, colocó un brazo en la cintura y apoyandose en la puerta.
 
"Cómo que qué Marizzita? Van a llegar tarde mi ciela" Su hija tiró la cabeza hacia atrás resongando. "Los esperamos abajo, no se demoren" La amenazó y ella volteó cerrando la puerta. Volvió a la cama y se acostó como si nada hubiese ocurrido. Se acostó mirando a Pablo, que este miraba para arriba.
 
"Hola" Suspiró, se acomodó y le respondió.
 
"Hola" Se giró quedando frente a frente. Le dio un suave beso en los labios y quedaron en silencio. "Es el último día" Él asintió. "Y hay que levantarse" Él volvió a asentir. "Y no quiero"
 
"Yo tampoco" Ambos rieron. Marizza se levantó y comenzó a vestirse ante la atenta mirada de su novio.
 
"Te me vas a quedar viendo?"

Pablo negó con la cabeza sonriendo. "Aunque me encantaría..." La abrazó por detrás dándole un beso en el cachete. "... si tu mamá nos ve, nos mata"

Luego de cambiarse, bajaron al comedor y solo se encontraba Hilda. Ella les dijo que Mia, Sonia, Franco y Manuel ya se habían ido. Esa semana sus padres les habían dado la noticia de que adoptarían a Luján, por lo que pronto se mudaría con ellos. Marizza quedó fascinada con la noticia, ahora estaría con su amiga más tiempo. O más bien hermana.

Juntos fueron al colegio, solo tendrían una clase y luego el acto de fin de año. La pareja al llegar se separó para ir a su habitación a recoger sus últimas pertenencias. Marizza cuando entró vio a Laura llorando en la cama de Luján, con ella al lado.

"Qué pasó?" Se acercó a sus amigas, y se sentó al frente suyo.

"Luján..." Sollozó la rubia y Marizza frunció el ceño. "... se va"

"Qué?" Laura volvió a llorar y la castaña estaba más confundida que nunca. Respiró hondo y miró a su compañera de cuarto. "Lau, Nos podes dejar un momento a solas?"

Ella asintió y se retiró de allí. La petisa cruzó los brazos.

"Te queres explicar? Cómo que te vas?"

"Hay algo que no te conte. Marcos no volvió para quedarse, sino que a buscarme. Su viejo sigue allá y nos vamos los dos con él"

"Pero por qué? No entiendo nada"

Luján suspiró. "Allá Marcos tiene un trabajo pequeño, pero le pagan muy bien y es una buena oportunidad. Trabaja cuando tiene tiempo libre y además va al colegio"

"Pero Sonia y Franco te acaban de adoptar y ellos tienen..."

"Marizza yo no quiero depender de ellos. Estoy muy agradecida porque me adoptaran, pero es lo que decidí, por Marcos"

"Y yo?" Dijo ya enojada Marizza. Tenía lágrimas en los ojos que contenía con mucha fuerza. "Me vas a dejar así como así?"

"Sé que es difícil de entender pero si fuera Pablo te irías sin problemas" No respondió a eso. Si se lo ponía a pensar, tenía razón, pero dudaría también en hacerlo. No solo por Luján, sino también por Mia, Manuel y sus papás...

"Hace cuánto lo decidiste?"

"Unas semanas" Ella abrió los ojos enormemente.

"Tanto? Osea que cando te adoptamos, ya lo sabías"