Amigos

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Se acostó en la cama súper cansada. Ese día tuvieron gimnasia y su mamá no las dejó descansar ni un segundo. Había sido un día muy largo y solo quería dormir. Pero no podía dejar de pensar, la cabeza le daba vueltas. Suspiró frustrada y se sentó. El cuarto estaba en silencio y a oscuras, sus compañeras dormían. Se puso los zapatos y sin hacer mucho ruido, salió de la habitación.

Abrió la puerta y rogó suyo que todos estuvieran dormidos. Se dirigió a la cama de Pablo y sonrió al verlo dormir pacíficamente. Le acarició el pelo mordiéndose el labio. "Pablo" Lo sacudió, pero sin respuesta. Volvió a intentar. "Pablo, despertate"

Él abrió lentamente los ojos y frunció el ceño. "Marizza?" Su voz era entrecortada. "Qué haces acá?" Vio a los costados para corroborar que sus amigos estén durmiendo.

"No puedo dormir y esperaba poder venir con vos. Me haces un lugar?"

Pablo sonrió y se hizo a un lado en la cama, ella se subió y se tapó con las mantas. "Y por qué no podes dormir?" Marizza se encogió de brazos.

"No sé, porque no estoy con vos. Desde que dormimos la otra vez juntos, me gusta más estar con vos que sola en mi cama" Pablo asintió y le dio un pequeño beso. Posó una de sus manos en su mejilla atrayéndolo más a su cuerpo. Se separaron y se volvieron a besar. "Tenes sueño?"

"Un poquito" Ambos rieron y ella le dio la espalda, haciendo que pase su brazo por su cadera, rodeándola. "Te amo Marizza"

Ella abrió los ojos impresionada, lo había dicho de nuevo, lo había soltado otra vez. No habló por un momento y cuando lo vio por encima de su hombro, él dormía. "Yo también te amo" Suspiró y cerró los ojos.

Cerró el lockers y se dio vuelta sosteniendo su carpeta. "No Luján" Dijo por décima vez. "No pasó nada, solo dormimos, nada más"

"Si, seguro" Marizza puso los ojos en blancos y juntas entraron en el salón de arte. Se colocaron al medio de la mesa donde estaban los demás.

Sintió los mismos brazos que la noche anterior la habían acompañado. "Hola" En ese momento entraron los alumnos restantes y su papá para empezar la clase, pero a la castaña no le importó.

"Hola, Como dormiste?" Dijo engañosamente, ya sabía la respuesta.

"Muy bien, me hiciste bien, o bueno siempre lo haces" Ella sonrió y le dio un beso, pero sin darse vuelta. Pero tuvieron que separarse debido a Martin.

"Bueno chicos, ya vamos a empezar la clase, asique..." Dijo mirando a los dos jóvenes que estaban muy pegados.

"Shh, vos seguí con la clase" Le dijo haciéndole señas de que se callara. Pablo rió y sin soltarla asintió con la cabeza.

"Está bien" Dijo el mayor dándose por vencido. Al terminar la clase de arte, la pareja se fue del colegio, sin importarles nada. Fueron a aquella plaza donde solían ir y se acostaron en el piso viendo al cielo. Éste estaba algo cubierto con nubes, con tonalidades distintas, pero seguía siendo hermoso a la vista de Marizza.

Y de pronto se acordó de lo que sucedió esa noche. Pablo le dijo que la amaba, pero no era la primera vez. Si, él se lo había dicho y sabía que la escuchó, pero era diferente ahora. Lo susurró pero más para ella, Pablo dormía. Se preguntaba si lo recordaba o había sido inconscientemente.

"Pablo anoche... Te acordas de lo que dijiste?" Ella ladeo la cabeza hacia sus ojos celestes. "Antes de dormirte"

Suspiró pero no le contestó en un rato. "Que te amo? Si lo recuerdo, las dos veces" Sus miradas se encontraron. "Y que vos no me lo dijiste también"

"Si te lo dije, mientras dormías"

"Sabes que si una persona está dormida no escucha, cierto?" Marizza asintió y rió.

Pablizza: Asi soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora