⚡Charla de cuñada

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― Vaya que si gastamos galeones.

― Para eso trabajan nuestros maridos - Hermione y Ginny sonrieron.

― Debo pensar en buscar trabajo, por cierto - Comenzó Ginny.

― ¿Para qué? tú no lo necesitas - Dijo contrariada Hermione.

― Claro que sí, mucho más ahora - Hermione la miró con ternura como quiso en esos momentos tener a Harry enfrente y mandarle una cachetada digna de ser recordada por toda su vida. Incluso antes de aquel golpe que le propinara a Malfoy en su tercer año.

― Me parece que Harry no dejará que su familia pase necesidades...

― Yo ya no formo parte de su familia ― La atajó Ginny rápidamente ― la única preocupación para él son sus hijos y la mía es de llevar esta casa.

― Pero cuñada...

― Pretendes que vaya a su nidito de amor y le diga: "Cielos, Harry necesito unos galeones para comprar unas toallas higiénicas y una poción para el maldito dolor de panza, lamento molestar" Claro que no Hermione.

― Pero él podría darte una indemnización para tus gastos, de hecho para los Muggles es completamente legal cuando un matrimonio se divorcia...

― Una mierda la ley Muggle Hermione, no quiero ser "Legalmente humillada" ya tuve demasiado con que él me dijera que era una reverenda cornuda durante un año, aparecer en corazón de bruja como "Se acaba la tortura del salvador" todos creían que atrapaba a Harry cuando quedé embarazada de James ya no me humillaré más Hermione mucho menos mendigarle dinero a Harry - Los ojos de Ginny brillaron algunas lágrimas extrañaba a horrores a su esposo, cada momento que vivió con él, cada mirada, cada sonrisa, cada caricia, cada beso, cada vez que hacían el amor con tanta pasión que parecía una obra de arte, un cuadro con pinceladas celestiales, una verdadera estadía en lo divino. De solo pensarlo se estremeció y se entristeció profundamente esos momentos ya no volverían cada palabra que Harry le había dicho aquella tarde era la triste confirmación de todos sus miedos. Era la aceptación que él ya tenía otra familia una razón más que se añadía a la lista inalcanzable en la que estaba su, por ahora, esposo.

― ¡Ya está en marcha nuestro plan para festejar tu cumpleaños!― Exclamó Hermione mientras Ginny se quedaba sumida en sus pensamientos la observó detenidamente, su cuñada estaba sufriendo mucho y era comprensible, pero ella se sentía con la necesidad de alzar el ánimo de Ginny.

― Claro que no, no tengo...

― ¿Ánimos? ¡te los tienes que dar tú mujer! La fiesta de disfraces será genial...

― Claro que no ¿se te olvida que para esas fechas los chicos aún estarán en casa? - Hermione sonrió con autosuficiencia.

― Rose y Hugo también. Tus padres cuidarán de sus nietos mientras ellos organizan una "Junta exclusiva de primos" y los disfraces ya están alquilados, el salón de eventos también no tienes impedimentos - Ginny enarcó una ceja.

― ¿Por qué soy la última en saber todo?

― ¡Vamos Ginny! Mereces distenderte.

― ¿Cuál es el disfraz?

― Ambas nos disfrazaremos de odaliscas - Ginny la miró horrorizada y Hermione soltó una carcajada.

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora