⚡Confío en ti

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― No termino por acostumbrarme Dan. Primero fue James y comencé a llorar un mes ante de que él se fuera y ahora Albus, es tan pequeño y estaba tan asustado - Parloteó Ginny triste, Dan la miraba con ternura mientras la estrechaba entre sus fuertes brazos.

― No te angusties ya vuelven en tres meses...

― Y se van una vez más, es que nada más comienzan la escuela ya querrán largarse de casa cuando terminen, son solo siete años más y con James ya estoy perdida, me quedan cuatro años para mimar, para verlo despertar, para darle su leche favorita en las mañanas... para tenerlo junto a mí - Volvió a llorar y Dan le dio unos dulces besos en la frente, reconfortando tanto a ella como a su dolor. La entendía, su madre, Marcia, también le había hecho una perorata con respecto a dejar la casa familiar y continuar por si solo siendo tan joven, pero todas las madres debían entender que los hijos debían construir una vida al igual como lo habían hecho ellos y gracias al cielo su padre le había dado el primer voto de confianza.

― Ginny, James aún no tiene esos planes y aunque los tuviera él lo que más espera es tu apoyo, sé que no es fácil dejarlos ir, pero a mí me parece que te estás planteando un punto que aún es apresurado, James recién tiene trece años, cielo, además jamás estarás sola, no sientas temor.

― Lo sé - Sonrió ella. La seguridad que sintió en las palabras de Dan fueron tan fuertes que así como llegaron se fueron. Y lo miró a los ojos - ¿No estarás por filmar alguna película ahora, verdad? - Preguntó preocupada, se había acostumbrado con tanta rapidez a la compañía de él que el solo pensar en no verlo terminaba de sepultarla en vida. Al tardar la respuesta Ginny lloró y se aferró al cuerpo de su novio.

― Cariño, no es ahora.

― ¿No es ahora?

― Después de año nuevo comienza el rodaje de una película.

― ¿Aquí?

― No...

― ¿Dónde?

― Ginny... - Ella lo miró a los ojos y Dan no pudo evitar que se le rompiera el corazón al ver esas lágrimas caer, esos ojos castaños hecho añicos y esa boca hacer pucheros.

― Dime donde es Daniel Radcliffe.

― En Grecia - Ginny volvió a aferrarse una vez más a él y lloró desconsolada, Daniel respondió a ese fuerte abrazo, ella siempre le causaba una dulzura e infinita paz, pero ahora le parecía ver a una adolescente llorando por un capricho - Voy a estar contigo todos estos meses y cuando comience a grabar podría negociar los fines de semanas y seré completamente libre para estar contigo...

― Claro que no, eso no sería justo para ti, adoras tu profesión y no permitiré que hagas un trabajo a medias por venir a complacer mis caprichos.

― Pero...

― Nada de peros. No estaré sola. Comenzaré a trabajar y tal vez tiempo me faltará - Le sonrió, sabiendo que iba a decir. Quería serenar esa mirada de angustia que ahora había en los ojos de Daniel. En ese momento lo único que quería era estar con él, sentir que ya nadie la dejaría sola y sonrió - No conozco tu casa...

― Vivo en un departamento.

― ¿Podemos ir a tu departamento?

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora