― ¡Feliz cumpleaños mamá! - Exclamaron James y Albus mientras una Ginny perezosa se movía en la cama, abrió sus ojos lentamente y justo allí moría de amor. James sostenía una torta de chocolate con unas cuantas velas y las llamas bailaban y soltaban unas chispas alegres en frente de sus ojos, Albus sostenía de unos hilos unos cuantos globos de colores y un paquete envuelto en llamativos tonos rojizos inevitablemente derramó lágrimas esperando ver a Harry en cualquier momento sonriéndole como lo había hecho hasta el año anterior, tarde comprendió que ella jamás volvería a despertar viendo la sonrisa de Harry, nunca más.
― ¡Debes apagar las velas mamá y pedir los tres deseos! - Sonrió Albus. James se acercó hasta donde estaba su mamá y le sonrió.
― Pide los tres deseos - Dijo él también Ginny se sentó y pensó en los tres deseos, uno, que sus hijos siempre tuviesen motivos para reír y jamás les faltara nada. Dos, que James olvidara ese orgullo y fuese la misma relación de padre e hijo que siempre fue y tres, que Albus fuese un alumno responsable y no siguiera los pasos de sus tíos gemelos eso era lo que más temía miró recelosa a su hijo menor.
― ¿Qué? no es necesario que gastes tus deseos en mí mamá seré un alumno ejemplar - Bromeó Albus y Ginny rió resignada luego apagó las velas y James dejó la torta sobre la mesa de noche de su madre y él y su hermano abrazaron fuertemente a Ginny.
― Gracias niños - Susurró ella emocionada Albus se separó y ambos le entregaron el obsequio a su madre ella sonrió y destrozó el envoltorio como una niña mientras sus hijos la observaban riendo. Era un vestido verde ajustado que seguramente le llegara hasta las rodillas ― ¡Es hermoso me encanta! - "Sí mamá supiera que fue papá el que escogió el vestido" Pensó James sonriendo.
― Tú día será el siguiente... - Comenzó Al.
― No te molestaremos durante toda la noche y tendrás que festejar con tus amigos - Interrumpió James.
― Así es y no procures volver por nosotros a media noche hoy tendremos reunión con el resto de los primos - Finalizó Albus con esa sonrisa en sus labios que le recordaba tanto a la de Harry. Suspiró resignada.
― ¡Vaya! Planearon apartarme del camino ¿eh?
― Claro que no mamá.
― Por cierto vino tía Hermione y trajo tu disfraz ― James le lanzó una mirada pícara muy parecidas a las de su padre ― harás que muchos hombres suelten suspiros de solo verte - Sonrió de solo imaginar a su madre.
― ¿Ustedes confabularon con Hermione? ¡están locos si piensan que me pondré un disfraz que no cubre nada! - James y Albus compusieron una carita de profundo dolor e hicieron pucheros. Esa artimaña tan poderosa sobre su madre fue heredada de su padre ella tampoco se resistía a las morisquetas que su marido le hiciera y en ese momento odió el parecido de sus hijos con su esposo como nunca.
...
― ¿Cómo pude dejar convencerme por ese par de embaucadores? ― Preguntó Ginny incómoda.
― ¡Oh vamos Ginny! ese par de embaucadores son tus hijos y deberías alegrarte que quieran que la pases bien.
― Hermione casi desnuda no seré feliz - Hermione soltó una carcajada al tiempo que entraban a un salón completamente mientras las dos iban disfrazadas de odaliscas. El traje de Hermione era una especie de sostén con una tela de satén celeste con unas cuantas moneditas doradas colgando por los costados y el centro del busto, el vientre plano cubierto por una tela caída de seda desde la parte baja de los pechos. Unas telas celestes de seda con corte disparejo caían desde las caderas acentuando sus largas piernas, se veía preciosa. El cabello estaba completamente liso y el maquillaje era casi imperceptible. Sin embargo Ginny estaba maquillada para resaltar más sus facciones. Una fina línea negra cubrían los párpados y las pestañas tenían una fina capa de máscara negra resaltaba como nunca la mirada intensa de Ginny. Las pecas parecían más hermosas que nunca en la nariz y alrededor de ésta equilibraba la sensualidad y dulzura a la vez, sus labios emanaban un suave brillo rojo deslumbrante. El sostén se parecía al de Hermione, pero el de Ginny era de un rojo fuego dejando la espalda cubierta solo por su larga y ondulante cabellera, el faldón solo eran unos pañuelos de seda y otros translúcidos que caían desordenadamente todos en tonos rojos y para finalizar el conjunto llevaba una tobillera con unos rubíes tan brillantes y pequeños que la hacían aún más una joya sofisticada. Ginevra Potter esa noche era innegablemente hermosa y sensual con esas curvas que más que nunca se evidenciaban con ese disfraz que solo fueron creadas para la tortura masculina - No puedo creer que me prestara al juego tuyo al de tu esposo y al de mis hijos.
― Te aseguro que esta noche será inolvidable - Ginny podía vislumbrar un umbral gracias a la escasa luz que llegaba desde los faroles de la calle entrecerró los ojos para vislumbrar en medio de la oscuridad ― ¡Ginny ya llegamos! - Exclamó Hermione elevando bruscamente la voz Ginny la miró alterada mientras fruncía el ceño
- ¡Me asustaste! ¿por qué hay poca luz...? - De pronto el salón quedo visible y una luz potente la encegueció por unos segundos hasta que pudo adaptarse a la luz.
― ¡FELICIDADES GINNY! - Gritó un grupo de personas que Ginny vio, a todas sin excepción, disfrazadas. De pronto se vio rodeadas por sus hermanos y algunos amigos.
― Gracias - Sonreía mientras sus hermanos la abrazaban cariñosamente.
― ¡Te ves preciosa pecosa! - Sonrió George vestido de pirata al igual que su hermano gemelo.
― ¿Cuántos años cumples Ginevra? ¿veinte? - Bromeó Bill que sin duda era un marinero y su esposa Fleur una flamante sirena pelirroja.
― Claro que no cumple dieciocho - Sonrió Charlie quien representaba a un elfo doméstico con orejas gigantes incluidas.
― Son treinta y dos modestamente - Sonrió Ginny.
― Ni los representas - Dijo el sultán Ronald todos los hermanos Weasley soltaron una carcajada.
― Treinta y dos y es toda una diosa árabe - Continuó Fred. Más tarde Ginny fue abrazada por todos sus invitados vestidos con los disfraces más extravagantes jamás antes visto. Incluso vio a Dean Thomas como mortífago. Hubieron princesas y reinas con sus respectivos reyes y unos muggles que ella no conocía vestidos de ogros verdes o de toreros otros como gatos gigantes y hasta un bebé de más o menos treinta y cinco años, incluso un dinosaurio llamado "Barney" Todos ya bailaban animadamente mientras la anfitriona hablaba con Luna disfrazada de dama antigua y Parvati de enfermera. Esta última envidiaba la exuberante figura de Ginny.
― Es increíble... Merlín Ginny seguro que sigues una dieta - Ginny sonrió.
― No, de hecho como bastante...
― Entonces son los torposoplos se meten en tus oídos mientras duermes entonces expulsan un brillo de sus alas que adelgaza y moldea la figura debiste ser atacada por una bandada - Aseguró Luna sin asomo de envidia y con una fe tremenda en sus creencias. Ginny soltó una carcajada y Parvati le lanzó una mirada contrariada a Luna.
― Feliz cumpleaños, Ginevra - Dijo una chillona voz
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Comenzar de Nuevo (HxG)✔
FanfictionUna vida perfecta se ve derrotada ante los ojos de la familia Potter a causa de la infidelidad, el amor se ha ido para no volver jamás a Ginevra Potter ¿qué hará ella para comenzar de nuevo? • Es importante leer la aclaración. • No apto para persona...