10.6

1.1K 33 6
                                    

Los fuertes golpes en la puerta la despertaron, sobresaltada miró la hora en su reloj pulsera y maldijo a todo el mundo. Era media noche, había tenido una semana de locos con la película, con sus hormonas y sentimientos. Por fin había terminado su trabajo y su vida volvería a la normalidad luego del huracán Radcliffe. Remoloneó en la cama unos segundos más y se levantó. Salió de la habitación refregándose los ojos, bostezando. Abrió la puerta de la habitación del hotel, aunque hubiese preferido no hacerlo, cerró sus ojos unos segundos y luego los abrió resignada.

― ¿Qué haces aquí?

― Necesito...

― Las horas de consulta son de vez en cuando de ocho a seis de la tarde, gracias por su atención...

― Es en serio Bonnie, no estoy para tus juegos.

― Se supone que me deberían avisar si quiero recibir visitas.

― Ser Daniel Radcliffe puede resultar beneficioso en algunos aspectos — Admitió él arrogante y Bonnie rodó los ojos.

― Me alegro por ti ― Se giró para ir a la alcena y sacar una botella de vino tinto, vertió un poco en una copa y tomó un sorbo. Dan entró en la habitación, cerró la puerta de manera brusca y ella lo miró frunciendo el ceño ― ¿No podías esperar hasta mañana para cerrar los detalles de la película?

― ¡Me importa una mierda la película!

― ¿Sabes? No sé por qué lo imaginaba, venir enojado en mitad de la noche no es por algún tema laboral ― Ironizó y él se exasperó más.

― No es divertido, no tiene una pizca de gracia lo que tengo que decir.

― ¡Pues dilo de una maldita vez! ― Dan lanzó sobre la mesa unos papeles.

― ¿Qué mierda significa esto? ¿Quién es ese viejo que te manosea el culo? ― Espetó furioso. Bonnie arqueó una ceja y tomó los papeles que Dan había dejado sobre la mesa. No eran papeles, eran fotografías. Varias fotografías por cierto.

― ¿En serio quieres una respuesta cuando es evidente en ésta fotos? ― Ironizó.

― ¿Por qué?

― No te entiendo.

― Si me entiendes, sabes qué quiero decir ― Replicó desesperado.

― La última vez que estuvimos juntos dejamos todo claro, tú cómo siempre escaparías luego de terminar con las grabaciones, yo no tengo nada, absolutamente nada que explicarte.

― Armaste un lío que no tenía justificación, comenzaste a insultar a una persona...

― Una persona que estaba besando al tipo que se suponía sentía algo por mi...

― ¡Te fuiste y no me dejaste explicar nada!

― No había otra explicación Daniel ― Repuso fastidiada esbozando una sonrisa petulante.

― ¿Y para éstas fotografías? ¿Hay una doble lectura o ya tienes la coartada perfecta?

― Ya no me interesa que pienses, esa tarde escogiste y nuestros caminos no se volverán a cruzar ― Él sonrió y dio unos pasos hacia ella.

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora