Comenzar de Nuevo (HxG)✔

⚡Vuelta a Hogwarts

Ron y Hermione divisaron de lejos a los Potter. Ella no se atrevió a ir en contra de las exigencias de su esposo para ir a saludarlos. Ron no quería mediar palabra con el traidor de su ex amigo y no había que discutir. Hermione ya sabía lo testarudo que llegaba a ser Ronald Weasley y no quería discutir con su esposo frente de sus hijos y estropear el primer día de esa maravillosa etapa de Hugo. Pero cuando quedaran solos pobre de Ronald.

Ginny los saludó con la mano, ella también quería evitar todo tipo de enfrentamientos entre Harry y Ron. No era el momento. La única que podía ir en contra de todo eso, lógicamente fue Rose, que corrió a abrazar a su madrina.

― ¡Vaya! – Sonrió sorprendida Ginny estrechando entre sus brazos a Rose. Harry, James y Albus sonrieron. Pudieron comprobar el idéntico perfil de ahijada y madrina.

― Sí que son iguales – Murmuró Albus solo para que lo escucharan su padre y hermano.

― Mi prima querida siempre en contra de las reglas – Sonrió James.

― Igual que tú madre – Les aseguró Harry sin dejar de observar a las dos pelirrojas maravillado.

― Cariño, te extrañaré – Murmuró Ginny emocionada mientras miraba los castaños ojos de su sobrina, eran exactamente iguales a los de ella.

― Yo también ― Rose se separó de su tía, desde que Harry se había ido de la casa no veía a su padrino. Estaba dolida con él por todo lo que había hecho a su tía y a sus primos, pero tenía la fuerte convicción que él volvería a casa con su familia. Le sonrió ampliamente y lo abrazó también, Harry recibió ese abrazo feliz sintiendo que no lo merecía ― ¿Te puedo escribir padrino? – Preguntó la pelirroja menor.

― ¡Claro que sí! Todo el tiempo – Ambos se separaron, podía ser una macabra broma de su ahijada, pero ella usaba ese perfume floral tan característico de Ginny en la escuela.

― Gracias – Sonrió ella ampliamente. Harry se sintió transportado en el tiempo, creía ver a una niña llorando rogándole a su madre que la dejara ir a Hogwarts. En ese momento no eran sus hijos quienes llenaban su corazón, solamente era Ginny y todo lo que compartieron y perdido con el tiempo. Lo único que quería era saber lo que su propia mente le estaba jugando en ese momento. Había construido una vida al lado de Ginny y solo en segundos había tirado todo al garete y ahora no sabía si sus razones fuesen sustentables ― ¿Me extrañarás? – Preguntó Rose sacando de ese complejo mar de sentimientos a Harry.

― Claro que sí, bonita. Los cuatro me harán una falta enorme.

― No quiero que se molesten contigo ¿Qué tal si luego no puedas responderme y dejarme sin mis respuestas? – Harry sonrió.

― Descuida, las veces que quieras me puedes escribir que nada ni nadie se interpondrá y dejará sin respuestas a mi ahijada favorita.

― Eso no vale, soy la única... y Ted no cuenta – Ambos rieron.

― Te escribiré siempre y cuando no te olvides de mí, Rose

― Claro que no tío, soy tu pelirroja adorada ¿Verdad?

― Sí, cariño.

― Pero no soy tú única pelirroja adorada.

― ¿Única?