Comenzar de Nuevo (HxG)✔

⚡Propiedad de Harry Potter

Ginny sonreía mientras caminaba cruzando la verja del jardín de su casa con un par de bolsas de cartón de distintos colores y en la otra llevaba cuidadosamente la rosa que Daniel le obsequiara.

― ¡Mamá! – Los gritos de Albus la trajeron de vuelta a la realidad levantó la cabeza y sonrió. Ahí estaban sus tres amores dos de ellos sonriéndoles dulcemente y el otro la miraba perdido en su cuerpo se esmeró en parecer relajada y tranquila. Porque esa mirada siempre la descontrolaba.

― ¡Cuánto extrañé a mis bebes! – Exclamó Ginny y sus hijos sonrieron y la abrazaron ella se perdió en sus hijos sonriéndole y desordenándoles el cabello con tanta ternura. Y James parecía no enfadarse con esa muestra de cariño como anteriormente lo había hecho Cho, Harry hizo las comparaciones aunque no le gustaran en la caricia de Cho no hubo más que desdén, en cambio en Ginny todo era dulzura, sinceridad y sin dudas un inmenso amor por sus hijos Harry sonrió encantado por un momento esperó que ella también lo acariciara y lo besara como antes. Sacudió la cabeza y se obligó a pensar en Cho.

― Te esperamos más de media hora, Ginevra – Reprochó Harry mirándola fríamente. Ella se enderezó y le sostuvo la mirada aun sonriendo.

― Lamento retrasar tus planes no pensé que llegaran tan pronto.

― Fue mi culpa – Sonrió James.

― Hablé contigo te dije... – Comenzó Ginny retándolo, pero Harry sacó del apuro a su hijo.

― Descuida, él se comportó perfectamente... Gracias. – Dijo él mirándola con aprecio y Ginny no entendió de que hablaba hasta que él le sonrió, sin palabras él le explicó que James estaba con él porque ella se lo exigió, pero ella jamás interpondría el dolor que él le había causado antes que sus propios hijos. Ambos parecían perdidos observándose. James y Albus sonrieron.

― ¿Quién te regaló esa rosa, mamá? – Preguntó James con una sonrisa en los labios tenía ese don de crear cizaña Harry miró la rosa y luego los ojos de su esposa.

― Entremos – Sugirió ella abrió la puerta con la llave y sacó los conjuros de la casa con su varita y todos entraron. Harry sintió una punzada de dolor cuando vio el hogar que tan feliz lo había hecho, recordó cada momento que vivió allí con una extraña mezcla de tristeza y posesión. Volvió a concentrar su mirada en Ginny era lo mejor para no añorar lo que dejó.

― James te hizo una pregunta – Comentó autoritario y Ginny enarcó una ceja.

― Nosotros nos vamos a dormir estamos agotados, no quise estropear el pantalón de Cho con el helado papá – Añadió James risueño.

― Descuida campeón – Sonrió Harry Ginny blanqueó los ojos y miró severa a su hijo. James sabía que tendrían una charla acerca de ese helado, Albus bostezó exageradamente intentando sacar del apuro a su hermano.

― Ya vamos James...

― Sí Adiós papá.

― Adiós Héroe – Harry se despidió de sus hijos con un cálido abrazo.

― Buenas noches, hijos – Los dos hermanos desaparecieron rápidamente de la sala de la casa. Ginny también bostezó, pero Harry no creyó en lo absoluto del posible sueño que su mujer pudiera tener.