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Cuando Harry salió y entró en la sala de espera vio a James y a Ron. Los dos sentados con una pierna sobre la otra hablando, ambos parecían agotados. Ver a su hijo le partió el alma una vez más, pero ahora sentía su energía renovada luego de ver a Ginny. Con determinación se sentó al lado de James y le sonrió.

― En diez minutos podrás ver a tu madre, ¿Dónde está Albus?

― En la cafetería con Dan y Bonnie. Los demás se fueron a casa, hace unos minutos vino el sanador de cabecera de Ginny y restringió las visitas. Solo tú y los chicos podrán entrar hoy. Mañana vendrá la familia para estar con ella.

― Gracias por quedarte, Ron ― El pelirrojo asintió y depositó una mano en el hombro del abogado mientras se levantaba.

― Iré por Al para que pueda ver a Ginny.

― Gracias.

El silencio reinó en la pequeña sala de espera del hospital, Harry carraspeó y miró de soslayo a su hijo.

― Tu madre está bien, pude hablar con ella y está ansiosa por verlos ― Dijo. James asintió y por primera vez miró a su padre a los ojos.

― Te ves diferente, ¿Sucedió algo? ― Harry sonrió.

― Besé a tu madre ― Respondió como si fuera un secreto. Se sentía como un maldito adolescente.

― ¿Vas a luchar por ella?

― Por ella, por ti y tu hermano ― Harry pudo ver la emoción en los ojos de su hijo.

― ¿Te puedo contar un secreto, papá? ― Preguntó con la voz quebrada.

― Por supuesto, siempre que quieras James ― Respondió él, queriendo aliviar la tristeza de su hijo.

― Te extraño ― Murmuró llorando y Harry lo abrazó con tanta fuerza que agradeció que James no se quejara porque él no quería soltarlo nunca.

― Yo también ― Susurró él, sintiendo la emoción atravesar su pecho. James sollozaba abrumado por ese abrazo. Nadie nunca entendería lo difícil que era perder a un ser querido, sobre todo cuando era un héroe de antaño, el fiel reflejo de lo que querías ser cuando fueras un adulto, porque tu viejo era jodidamente todo y al ser un niño solo tenías el consuelo de imitarlo y vestirte con sus ropas, al menos era el caso de James. Para él era difícil comprender que su padre se había equivocado y había sido muy fácil juzgarlo, pero no entenderlo. Comprender su actitud implicaba salir de su burbuja y admitir que su papá no era un héroe, que no tenía el poder de hacer chasquear los dedos y solucionar los problemas, y mucho menos tenía un hechizo para hacer la vida fácil y que tarde o temprano había que crecer. A James le tocó crecer demasiado pronto, pero eso tampoco era tan malo. Mientras sentía el cálido abrazo de su viejo se aferró a él con la misma fuerza que Harry. Su padre estaba volviendo y las ilusiones de ser como ese hombre también y esa sensación era única.

― Lo que dije antes...

― Shh ― Lo silenció Harry sonriendo. Ver los ojos de James era increíble, se parecían tanto a los de Ginny. Le secó las lágrimas sin dejar de ver esos ojos tan transparentes y bonitos ― Cada palabra que dijiste antes la merecía. Sueño cada noche con ser un ejemplo para ti y tu hermano y voy a trabajar cada día en ello ― James le sonrió.

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora