🌊Ira🌊

6.3K 877 495
                                    






- ¿Me...me estas diciendo que...me darás un hijo?.- Yibo temblaba mientras abrazaba a Zhan.

- Si...- Zhan sonreía con emoción.- Un bebé...nuestro bebé...

- Yo...- Los ojos de Yibo se volvieron acuosos.- Yo...

- ¿No estas feliz?.- Zhan se alejo para verlo a los ojos.

- Lo estoy...- Tiro de Zhan y sollozo mientras sonreía.- Claro que lo estoy, soy muy feliz.

- Yo también lo estoy.- Sonrió entre lágrimas.

- Zhan.- Acuno su rostro entre sus manos.- Te juro que los protegeré que estaré siempre con ustedes sin importar que este mar me limite.

- Si nos amamos no existe ninguna limitación.- Zhan beso sus labios.- En agua, en tierra, no me importa mientras pueda estar a tu lado.

Humano y Tritón se fundieron en un tierno beso, festejando el hermoso resultado de su amor, el fruto de aquel amor y pasión desmedida que se entregaban se estaba gestando en el vientre del omega, un fruto que llenaba de alegría y entusiasmo sus corazones.

Aisake Jones llegaba a aquella cabaña de veraneo la cual estaba apartada del pueblo, un lugar sencillo y discreto, llevaba consigo un delicado arreglo de lirios color rosa, en aquel lugar una hermosa omega de pelo largo y frondoso lo esperaba sentada en la estancia, unos hermosos hoyuelos se dibujaron en su rostro al ver aparecer a aquel alfa frente a ella, con emoción y una gran sonrisa en sus labios Aisake Jones avanzó hacia su madre la cual envolvió en un fuerte y amoroso abrazo.

- La'u laitiiti (Mi pequeño).- La señora Jones sonrió.- Me moría de ansias por verte.

- Lamento la demora tina.- Recostó su cabeza del hombro de su madre.

- Pepe (bebé) ¿Sucede algo?.- Acarició su mejilla.

- Tina...- Aisake suspiro y sonrió.- Me conoces tan bien.

- Eres mi cachorro.- Beso su frente.- Vamos...cuentame que sucede.

- Sucede.- Aisake la miró a los ojos.- Que finalmente sucedió lo que tanto me dijiste.

- Xiao Zhan.- La señora Jones asintió con suavidad mientras sonreía.

- Encontró a su destinado.- Volvió a recostar su cabeza en el hombro de su madre.

- Laitiiti (pequeño).- Unió su cabeza a la de su hijo y sonrió.-El destino es algo que no se puede cambiar, está escrito desde el momento en que nacemos, puede que hagamos algunos cambios en el trayecto pero al final...el resultado será el mismo.

- Lo sé...- Recostó su cabeza en las piernas de su madre.- Sabía que en algún momento ocurriría y aunque me duela no puedo hacer nada al respecto.

- Ahora te pregunto ¿Te arrepientes de haber estado a su lado?.- La señora Jones lo vio a los ojos.- ¿Te arrepientes de incluso haber enfrentado a tu padre por su amor?

- Nunca.- Sonrió.- 4 años.- Levantó sus 4 dedos y sonrió.- Viví los mejores 4 años de mi vida a su lado, luche por lo que quería, a pesar de todas las cosas que tama hizo Xiao Zhan nunca soltó mi mano y mucho menos tuvo miedo, perdió todo y aun así no se alejó, nos amamos, nos cuidamos y nos apoyamos, el fue para mi lo mismo que yo fui para el, de eso puedo estar seguro, tina...- Miro a su madre a los ojos.- No me arrepiento...y si tuviera que volver a hacerlo...lo haría.

- La'u laitiiti...- Sonrió.- Me llenas de orgullo.

Aisake Jones se quedó recostado en el regazo de su madre mientras platicaban, para el su madre lo era todo, sobre todo era la persona que siempre tenía el consejo y las palabras correctas para aliviar su corazón, la señora Jones apoyaba la relación de su hijo con Zhan, incluso a escondidas de su esposo fue quien los ayudó a escaparse de él aquella vez, a pesar de ello la señora Jones siempre lo supo, esa pareja no estaba destinada a terminar juntos, no habían nacido para que sus vidas se unieran por completo, lo había hablado con ambos y estos aún así lo habían aceptado, sin importar el tiempo que tuvieran querían vivirlo uno al lado del otro.

AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora